La cuarta temporada de Transparent llegó de mano de Amazon Prime Video el pasado 22 de septiembre. Muchos de nosotros la esperábamos con ansia y nos ha dejado maravillados, pero muchos otros ni siquiera le han hecho caso. ¿Por qué una serie ganadora de ocho premios Emmy, dos Golden Globes, que trata el tema de una mujer judía de setenta años trans y con una familia de lo más particular no ha causado el revuelo que creíamos que iba a causar? Allá van algunas teorías.
En esta nueva temporada, los Pfefferman vuelan a Israel, y lo que tenía intención de ser un viaje de trabajo para Maura, acaba siendo una sesión de terapia común en la cual los personajes viven una experiencia que les rompe todos los esquemas y les hace crecer tanto a nivel personal como familiar. Como en las tres temporadas pasadas, no falta el humor, el drama, la identidad de género y sexual, los traumas, las situaciones incómodas y sobre todo: la naturalidad, la transparencia. El juego de palabras del título de la serie es verdaderamente acertado.
Una teoría de por qué no se le ha dado el reconocimiento que merece por parte del público puede ser que por norma general: nos asusta lo desconocido. No estamos acostumbrados a ver la transexualidad en televisión, aunque ya se haya tratado en series como Hit & Miss, Sense8 u Orange Is the New Black entre otras, pero nunca con ese toque dulce, fresco y reivindicativo que usa Transparent. También es cierto que no es una serie para todo el mundo, nos muestra temas tabú, sin censura y tal y como son, y eso puede llegar a herir la sensibilidad de algunos.
Algo muy interesante es que durante las cuatro temporadas vemos también los ataques no tan sutiles que recibe Maura por mostrarse tal y como es, y éstos vienen de parte de personas como tú y como yo. Nos hierve la sangre y se nos saltan las lágrimas al ver cómo tratan injustamente a un personaje tan entrañable y al que le hemos cogido tanto cariño, y esta crítica social nos hace replantearnos a todos los prejuicios que podríamos tener. Puede ser que no todo el mundo se sienta cómodo con eso, pero es más que necesario.
Otro tema interesante que nos presenta es la religión y el cómo cada uno se adapta a ella. Aprovechando el viaje a Israel, tanto el espectador como la familia Pfefferman recibimos una lección de fe, historia y hasta de política, lo que provoca pequeños debates internos y comunes entre los personajes, que aportan acción a la trama de esta temporada.
Por otro lado, esta serie de Jill Soloway no nos muestra escenas de acción constantes, giros argumentales de infarto, elaboradísimos efectos especiales o villanos maléficos y quizá eso tire para atrás a parte del público. Y es que es una comedia dramática que destaca por su guión, sus personajes, su fotografía y sobre todo: su historia. La complejidad de Maura y su familia atrapa al espectador y no le aburre en ningún momento. No es una serie simple, es tan real como la vida misma, por mucho que eso duela.
Cabe destacar también que estamos hablando de una serie de Amazon Prime, una plataforma VOD que todavía no es tan grande como puede ser Netflix o HBO, y tal vez ésa sea otra razón por la que no estamos oyendo hablar de Transparent tanto como de otras series. Pero tiempo al tiempo, porque no lo estará haciendo tan mal si ya ha sido renovada por una quinta temporada.
En España podemos disfrutar de esta joya televisiva en Movistar Series.
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