Esta semana Arrow nos ha ofrecido uno de esos episodios llenos de sentimiento, acción y búsqueda de uno mismo. Este episodio centrado casi en exclusiva en Felicity nos hace comprender en qué punto de su vida esta nuestra querida Overwatch. Como ya vimos anteriormente, se encuentra estancada siendo únicamente parte del Team Arrow, por lo que se lanzó a montar su propia empresa junto a Curtis. Para ella esta es la mejor forma de reclamar su propia individualidad dentro del equipo ya que el resto tiene una vida fuera del traje de vigilante.
En este episodio por un lado vemos cómo Felicity intenta compaginar de nuevo su vida amorosa con Oliver y su trabajo como Overwatch. En esta ocasión es ella la que debe salir corriendo para ayudar al equipo mientras que Ollie solo puede mirar la situación desde el banquillo. Por otro lado, la joven Alena, hacktivista de Helix, vuelve a la vida de Felicity pidiéndole ayuda para impedir los planes de Cayden James (Michael Emerson), fundador de Helix. Lo único que se sabe es que está desarrollando algún tipo de plan que terminaría con 300 millones de muertos.
Oliver está preocupado por la repentina aparición de Alena en la vida de Felicity y decide seguirlas, echando a perder los planes que tenía Felicity para conseguir un elemento clave para detener a Cayden. Esto le provoca un gran enfado ya que su novio no ha confiado en ella. Oliver, a parte de ser un pésimo padre y un alcalde mediocre, también es un novio que deja bastante que desear.
Mientas que Felicity y Alena intentan detener a Cayden, el resto del Team Arrow se deben enfrentar a Black Siren que, por algún motivo, está matando a personas que aparentemente no son importantes. Curtis desarrolla un dispositivo para encontrar a Black Siren y conseguir detener sus planes. Descubren que van a atacar a Felicity y a Alena y, tras una batalla entre ambos equipos, Alena resulta herida y termina en el hospital.
Felicity, junto al resto del equipo, descubren que Cayden quiere eliminar internet. Sí, internet. Así todos los aparatos electrónicos desde material hospitalario hasta aviones dejarán de funcionar provocando millones de víctimas. Todos se dirigen a la bóveda de internet. Como argumento está bien, pero hacernos creer que todo internet está en una bóveda que si se destruye adiós a todo, pues como que no. Pero esto es Arrow y puede pasar cualquier cosa. El Team Arrow hace todo posible por despejar el camino a Felicity mientras que, por sorpresa, Oliver la guía desde la Arrow Cueva. Este cambio de roles le ha dado una dinámica muy diferente al final del episodio, y es que no estamos acostumbrados a ver esta faceta de Oliver. ¿Volveremos a ver a Oliver ocupar la silla de Overwatch?
Como era de esperar, el Team Arrow salva internet y el mundo. Al final descubrimos que fue Cayden quien salvo a Black Siren de Lian Yu y que ahora trabajan mano a mano. Cayden revela que su objetivo nunca fue acabar con internet, sino que lo único que pretendía era que Felicity desactivara el cortafuegos para el poder subir una parte de su código sin problema.
Este episodio de Arrow ha sido un respiro para todos los espectadores. No hemos tenido que soportar a Diggle siendo una versión sosa de Green Arrow. Además, que la serie se centre de vez en cuando en otros personajes íntegramente nos ayuda a empatizar más con ellos a la vez que aporta una dinámica diferente a la narrativa de la serie. ¿Para cuándo un capítulo dedicado a Dinah o a Black Siren? Si la serie sigue este desarrollo hará que los espectadores disfrutemos de una forma nueva de todo el universo de Arrow.
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