La dinámica de esta nueva sitcom sobre un profesor al que lo que menos le interesa es dar clase ya la hemos visto muchas veces con diferente fortuna. School of Rock inició el camino en 2003 con Jack Black como protagonista, la película alcanzó los 131 millones de dólares en taquilla cuando su presupuesto fue de 35. En televisión también logró relativo éxito en el canal infantil Nickelodeon, llegando a emitir tres temporadas hasta la fecha. Bad Teacher de Cameron Diaz tuvo la suerte de lograr más de 212 millones en taquilla con un presupuesto de 20, pero su adaptación televisiva fue cancelada después de sólo cinco emisiones. La NBC ya lo había intentado no sólo con el profesorado, sino que también había intentado hacer de Kate Walsh una Bad Judge y el golpe sigue resonando.
La parte innovadora del producto es la necesidad dramática del personaje protagonista. Lo que está buscando es venganza. Está dispuesto a todo para arruinar a su némesis y recuperar el puesto como profesor de filosofía que cree que merece. Por lo que lo que menos se le pasa por la cabeza es enseñar a unos pintorescos estudiantes de biología. Un inciso: ¿qué clase de criterio curricular lleva a un instituto a contratar a un profesor de filosofía como biólogo por mucho que haya estudiado en Harvard?
Como hiciera Dewey Finn (Black) en Escuela de Rock, Jack utiliza las habilidades de sus estudiantes para llevar a cabo los planes más absurdos que hemos visto jamás. Demostrando una incoherencia abismal, porque es ilógico creer que un graduado en Harvard (en teoría súper inteligente) discurra planes más infantiles que los de sus propios alumnos. ¿Catfish? ¿En serio?
Estos tres primeros episodios, que ya están disponibles en streaming, han venido cargaditos de carencias y con algunas interacciones interesantes. El rol de ratón y el gato que interpretan Jack y el director del colegio Durbin pueden generar alguna risa si se trata bien. Y también nos ha dejado cameos que nos saben a poco como Niecy Nash poseída por el ritmo ragatanga de Denise Hemphil acusando a Zayday Williams de haber asesinado a media Kappa Kappa Tau.
Por el momento, A.P. Bio deja mucho que desear. Mucho van a tener que cambiar las cosas si quieren demostrar que este tipo de historias siguen teniendo cabida y sentido en esta época. Quizá este tipo de argumentos funcionen a modo de película ligera (de unos 90 minutos) y sean insostenibles en el formato "temporada de una serie".
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