Después de un año y medio de espera, ha vuelto a nuestras pantallas la estrella de la metatelevisión. UnREAL, que nos muestra todo lo que hay detrás de las cámaras de un reality show de citas llamado Everlasting a través de las retorcidas mentes de sus productoras, estrenó su tercera temporada esta semana y, hay que decirlo, tenemos sentimientos cruzados.
Después de un impactante final de la segunda temporada en el que las cosas se le van de las manos a Rachel y Quinn, nos encontramos con que han pasado seis meses y todo parece estar en calma en la vida de nuestras protagonistas. Se han mantenido alejadas de las cámaras y de la toxicidad que éstas sacaban de ellas, pero como era de esperar, no pasan ni diez minutos hasta que ambas vuelven a la carga, porque necesitan esa toxicidad, control y drama, y nosotros también. A pesar de ello, vemos un cambio en Rachel que, de nuevo, no nos sorprende, pero es creíble. Quiere ser una persona genuina y honesta pero al parecer tampoco tanto, porque vuelve al caos que es Everlasting sin pensárselo dos veces, y no tardará demasiado en dejar sus principios de lado (otra vez).
Es cierto que notamos cierta novedad en esta tercera entrega de UnREAL, pero a parte del gran cambio en el programa (ahora es una mujer la protagonista del reality, y son hombres los que tendrán que luchar por su amor), y de los ligeros cambios en algunos de los protagonistas, todo lo demás sigue igual. El objetivo de Rachel y Quinn es dar al público ficticio una gran temporada, y harán lo que sea para conseguirlo pero, al parecer, no se ha pensado demasiado en el público real, en nosotros.
La relación Rachel/Quinn es interesante esta temporada, y es uno de los puntos fuertes de la serie que sigue brillando con luz propia desde el piloto. Dos mujeres completamente distintas que se aman y se odian a la vez, pero que se necesitan la una a la otra para sacar lo mejor de ellas mismas. Y es que dos cerebros son mejores que uno, y más si estos están llenos de ideas para sacar el máximo drama al programa. Hablando mal, y perdonadme, son unas cabronas, y son nuestras cabronas favoritas.
A pesar de que esta dramedia de Lifetime parece dar más de lo mismo esta temporada no queremos perder la esperanza. Estamos hablando de una serie que arriesgó en su momento, que fue más allá, y que nos hizo dudar sobre todos los programas de telerrealidad que hemos visto hasta la fecha. Además, cuenta con dos personajes femeninos fuertes e independientes y unas interpretaciones maravillosas, y aunque es cierto que no podemos vivir del pasado, no sería justo no darle otra oportunidad a este drama cómico después de todo lo que nos ha dado.
Por otro lado cabe preguntarnos: ¿sería tan malo que UnREAL siguiera dándonos lo mismo temporada tras temporada? Muchas otras series de televisión han usado esta técnica, cambiando algunos elementos y dando vida a la historia pero usando siempre la misma trama (Grey's Anatomy, por decir una). Nos gusta ver los chanchullos que hay detrás de las cámaras, nos encanta ver a personajes femeninos sin escrúpulos, nos maravillan las escenas clásicas de reality shows y la crítica de éstas, y adoramos ver qué hay de realidad en la telerrealidad. ¿Qué tan necesario sería un cambio radical si nos gusta la idea principal?
La receta de UnREAL es correcta, lo que necesitaríamos son ingredientes más frescos, que rompan con la monotonía que amenaza a la serie, pero una cosa está clara: todavía no estamos preparados para rendirnos con ella y tenemos ganas de ver si consigue sorprendernos. Además, ya ha sido renovada por una cuarta temporada, así que habrá que ver qué más tiene que darnos.
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