Esta semana The CW dio la noticia de que se aprueba la renovación de diez series, entre ellas Arrow, Riverdale, Crazy Ex-Girlfriend y nuestra telenovela favorita. Jane the Virgin contará con una quinta temporada y después de ver lo que nos está ofreciendo la cuarta, actualmente en emisión, casi que lo mejor sería que fuera la última.
La serie protagonizada por Gina Rodriguez siempre ha sido una montaña rusa. Ha tenido momentos muy buenos y otros bastante peores, pero siempre se han perdonado los bajones porque los guionistas saben cómo compensarlo al final de cada temporada. Además, es una de las comedias más frescas y originales que hay actualmente en televisión. A través de una interesante parodia de las telenovelas sudamericanas, Jane the Virgin va más allá, entretiene, divierte, emociona y engancha, y no por nada ha sido aclamada por la crítica. Sin embargo, no se pueden ignorar completamente los momentos repetitivos y las tramas vacías que caen en la monotonía, y la cuarta temporada es el claro ejemplo de ello.
Después de acertar dando un giro de 180 grados a la serie en la tercera temporada, vimos como poco a poco este pequeño tesoro cómico involucionó. Cuando creíamos que había terminado un triángulo amoroso que se había hecho ya muy difícil de llevar apareció otro, y cuando pensábamos que la eterna historia de amor entre Jane y Rafael había acabado para siempre, volvió a renacer. Está bien, lo pillamos, estamos hablando de una serie basada en clichés, y la historia romántica con el latino guaperas tiene que estar presente, pero eso llega a impedir que tanto los personajes como la trama evolucionen, y hacen sombra a temas más interesantes.
Vivimos con positivismo e ilusión el inicio de la cuarta temporada, se nos presentaban personajes nuevos que podrían abrir storylines muy interesantes, pero después de que esto no cuajara por una razón que desconocemos todavía, Jane the Virgin cayó en un agujero del que no es fácil salir. Aunque es cierto que en los últimos capítulos emitidos se están presentando argumentos atractivos, como la enfermedad de Xiomara y cómo tienen que lidiar con ello los protagonistas, o la repentina aventura lésbica de Petra, nuestra ilusión se va desvaneciendo.
En realidad, la razón por la que creemos que la próxima quinta temporada debería marcar el final de la serie es porque Jane the Virgin merece ser recordada como una serie de calidad. Si se alarga corre el riesgo de hacerse una de esas series de The CW que han perdido todo el significado, y no sería justo. Cabe decir que la cuarta entrega no está siendo una mala temporada, pero se encuentra en la cuerda floja, y podría acabar mal.
La cuarta temporada está llegando a su final, y conociendo a los Villanueva sabemos que podrían sorprendernos a último momento. Por otro lado, Gina Rodriguez insinuó hace unas semanas que la quinta temporada sí sería la última, y aunque la cadena todavía no ha confirmado nada, esperemos que tenga razón y que se dé a la serie un desenlace digno.
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