Después del éxito que significó para Netflix la serie alemana Dark, estos gigantes del streaming no han dudado en adquirir los derechos de otras series que están fuera del radar de lo más comercial. Este es el caso de Borderliner, una producción noruega de 8 episodios dedicada al género policiaco-criminal.
La serie tiene una estructura novedosa, ya que desde el episodio número uno sabemos quién es el asesino. La gran apuesta de este esquema es entretenernos con una historia que comienza después de este hecho. El detective Nikolai Andreassen, proveniente de Oslo, se decide a viajar a su pueblo natal cuando desenmascara a uno de sus amigos por una turbia causa criminal en la capital. Al llegar a su tierra de origen, se ve envuelto en un nuevo caso policial que implica un asesinato y a alguien cercano a él como perpetrador. Es ahí cuando se inicia su gran dilema: entregarlo o no a la justicia.
Borderliner es una serie entretenida que originalmente fue estrenada en 2017 bajo su título original Grenseland, con una buena premisa y más novedosa que la mayoría de las series del género thriller-policial. La trama principal se va desenvolviendo poco a poco, episodio a episodio y los últimos minutos de la serie resultan ser del agrado del espectador.
Al comienzo puede parecer un poco lenta, pero no tardan en aparecer los asesinatos, los secretos y las mentiras. Andreassen se ve obligado a tomar decisiones importantes que serán de gran implicación para su porvenir. Nuestro personaje principal es un antihéroe, no siempre tomando las mejores decisiones, pero es a quien seguimos de cerca a medida que nos adentramos en esta historia.
La serie no se queda solo ahí, pues Andreassen tiene una compañera detective que está muy interesada en descubrir al asesino cuando la cacería comienza. La cara de esta mujer siempre es impávida y no sabemos muy bien lo que piensa, pero intuimos que no es nada bueno. Borderliner también nos presenta nuevos personajes: está el hermano de Nikolai, Lars, quien destaca por su carisma, pese a que esconde un gran secreto que se convierte en lo más importante de la serie durante los primeros episodios. Después Borderliner escala y vuelve a Oslo, donde retoma los primeros sucesos y nos cuenta más detalles sobre los motivos por los cuales Andreassen dejó la ciudad. Corrupción y muerte no se hacen esperar. Borderliner es una serie donde ocurren muchas cosas, por eso resulta un tanto inquietante.
Cada episodio termina con un gran cliffhanger que no deja indiferente a nadie y te obliga a ver el siguiente. Borderliner es sombría en toda su estética, recordando a series como The Killing en su versión original. Es de esas producciones que te devoras en un fin de semana y funciona como gran entretenimiento. Sin duda, no dudamos en recomendarla.
Borderliner es una serie entretenida que originalmente fue estrenada en 2017 bajo su título original Grenseland, con una buena premisa y más novedosa que la mayoría de las series del género thriller-policial. La trama principal se va desenvolviendo poco a poco, episodio a episodio y los últimos minutos de la serie resultan ser del agrado del espectador.
Al comienzo puede parecer un poco lenta, pero no tardan en aparecer los asesinatos, los secretos y las mentiras. Andreassen se ve obligado a tomar decisiones importantes que serán de gran implicación para su porvenir. Nuestro personaje principal es un antihéroe, no siempre tomando las mejores decisiones, pero es a quien seguimos de cerca a medida que nos adentramos en esta historia.
La serie no se queda solo ahí, pues Andreassen tiene una compañera detective que está muy interesada en descubrir al asesino cuando la cacería comienza. La cara de esta mujer siempre es impávida y no sabemos muy bien lo que piensa, pero intuimos que no es nada bueno. Borderliner también nos presenta nuevos personajes: está el hermano de Nikolai, Lars, quien destaca por su carisma, pese a que esconde un gran secreto que se convierte en lo más importante de la serie durante los primeros episodios. Después Borderliner escala y vuelve a Oslo, donde retoma los primeros sucesos y nos cuenta más detalles sobre los motivos por los cuales Andreassen dejó la ciudad. Corrupción y muerte no se hacen esperar. Borderliner es una serie donde ocurren muchas cosas, por eso resulta un tanto inquietante.
Cada episodio termina con un gran cliffhanger que no deja indiferente a nadie y te obliga a ver el siguiente. Borderliner es sombría en toda su estética, recordando a series como The Killing en su versión original. Es de esas producciones que te devoras en un fin de semana y funciona como gran entretenimiento. Sin duda, no dudamos en recomendarla.
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