Hay series que pasan desapercibidas de forma injusta y Vida, el nuevo drama de Starz que se estrenó en mayo, es una de ellas. Cuesta creer que prácticamente no se esté hablando de ella, siendo tan rompedora y atrevida. Tal vez sea porque aparenta aspirar a un público muy específico, o porque sus protagonistas son más bien desconocidas en la industria norteamericana. Sin embargo, acaba de ser renovada por una segunda temporada, y como aquí nos gusta hacer el bien, presentamos 5 razones por las que tienes que ver esta pequeña joya con alma latina.
1. Esto sí es representación
Es difícil conseguir contar la historia de un colectivo oprimido sin entender exactamente cómo se sienten las personas que lo forman. Tanya Saracho, la creadora de Vida, lo tuvo claro desde el primer momento: pretendía contar la historia de su cultura, y qué mejor para hacerlo que formar un equipo de guionistas 100% latino. Además, la gran mayoría del elenco también lo es, y ese cariño y ganas de alzar su voz es clave en la serie. Por otro lado, el hecho de que la historia tenga lugar en Estados Unidos va más allá, mostrando la vida en un barrio mexicano de Los Ángeles. Desde la forma de hablar hasta la banda sonora, no sólo se hace referencia y se representa un gran pilar de la población estadounidense, sino que se le rinde un homenaje que atrapa al espectador, sea de donde sea.
2. Adiós a la censura
Sin duda, una de las mejores virtudes de Vida es que no tiene miedo de ir más allá, ni de mostrar más de lo que se supone que se debe mostrar. Lo dejó claro al principio del tercer episodio, con una escena de sexo explícita y reivindicativa. Sin desvelar demasiado, sólo diremos que ese fue un momento crucial en la serie, ya que reveló que, ante todo, pretende transmitir realismo y naturalidad, dejando de lado los complejos y los estándares sociales. Esta misión de romper con lo establecido está presente en cada capítulo, y no pretende camuflar el erotismo, lo presenta en todas sus facetas y de todas las formas posibles sin sobrepasar la raya de lo vulgar u ordinario.
3. Caras nuevas
Como ya hemos mencionado, las protagonistas de este drama latino habían trabajado sobre todo en la televisión mexicana o en pequeños proyectos norteamericanos. Vida nos presenta a Melissa Barrera (Lyn), Mishel Prada (Emma) y Ser Anzoategui (Eddie). Las primeras interpretan a dos hermanas que vuelven al lugar donde crecieron después del fallecimiento de su madre. Es en esas circunstancias cuando conocen a Eddie, quien es ahora su madrastra. Los tres personajes son completamente diferentes entre ellos y consiguen funcionar muy bien en pantalla. La interpretación de Mishel Prada es excepcional y Ser Anzoategui se mete al público en el bolsillo. Melissa Barrera juega con un papel aparentemente cliché que tiene mucho juego que dar y cada personaje aporta algo único a la historia.
4. La "L" en "LGBT"
Hay que admitir que disponemos de poca ficción televisiva que trate las relaciones lésbicas de forma adecuada, sin dramatizarlas o usarlas como trama secundaria, pero Vida ha llegado, y hacía mucha falta. Desde el piloto se desvela que la madre de Lyn y Emma era lesbiana y estaba felizmente casada. Esta parte de la historia podría haber desembocado en una comedia que usaría la sorpresa de las protagonistas como recurso humorístico, o bien un drama que pusiera las preocupaciones de las hijas por delante. Pero en Vida se normaliza sin quitarle el merecido respeto. Se incluyen más mujeres lesbianas como protagonistas, y teniendo en cuenta que la mitad de las guionistas de la serie pertenecen al colectivo LGBT, además de la representación cultural contamos con diversidad de géneros y orientaciones sexuales. Por otro lado, la cultura latina está siempre presente y la mezcla de ambos temas es valiente y necesaria.
5. ¡Benditos dramas de 30 minutos!
Están muy bien esos dramas de una hora que aunque sean maravillosos te dejan el cerebro un poco frito y te sirven para procrastinar toda la tarde, pero hay otro tipo de dramas más cortos e igual de interesantes, y son los de media hora. Vida presenta capítulos de 30 minutos que se hacen amenos y enganchan. La primera temporada cuenta con seis episodios cortos que dejan lo justo fuera para explicar en la siguiente entrega. Consigue no alargarse demasiado y aún así ofrecer al espectador novedad, buen ritmo y calidad, y ya podrían otras aprender de ella.
Dicho todo esto, ¿a qué esperas para ponerte al día?
Dicho todo esto, ¿a qué esperas para ponerte al día?
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