El año pasado Netflix estrenaba una de las series que acabarían convirtiéndose en grandes revelaciones de la temporada seriéfila: GLOW. Esta nueva serie original de la plataforma de streaming se encargaba de adaptar al formato serie las aventuras del programa de wrestling femenino Gorgeous Ladies of Wrestling, un programa con un éxito moderado en su momento pero que rompería barreras al ser protagonizado íntegramente por mujeres.
La primera temporada de GLOW se hizo corta. Muy pocos episodios para tantas historias que contar. A pesar de servir como un simple preludio, la serie se hizo un hueco en la temporada de premios, sobre todo las interpretaciones de Alison Brie y Betty Gilpin. Este verano vuelven con más fuerza, y establecidas en la pantalla (ficticia y real). Nosotros ya hemos podido disfrutar de ella gracias a Netflix España. A continuación, comentamos algunas de las claves de la temporada:
El Reinado de Welfare Queen
El primer gran giro que vivimos en la season finale de la primera temporada de GLOW fue la coronación de Welfare Queen como campeona de la compañía. A pesar de que esa decisión sólo se ejecutó para poder resultar realmente sorprendente al público, no quita para que de buenas a primeras Tammé Dawson se convierta en la "cara" de la empresa, la mujer a batir y, para nosotros, un personaje al que conocer.
Que Welfare Queen tenga la corona de GLOW sobre su cabeza nos permitirá ver detalles de su vida, lo que ayuda a construir un personaje más complejo y más completo. Su historia es la de una madre coraje. Una madre trabajadora que tiene un hijo del que no puede estar más orgullosa. Estudia en una buena universidad, siempre ha sido un estudiante modelo y está atravesando puertas que habitualmente están cerradas para la gente negra.
Estos dos mundos chocan. Y mucho. Tammé se gana la vida explotando los estereotipos racistas y su hijo lucha por ganarse la vida a pesar de ellos. Al menos hemos visto una luz de esperanza en la sociedad americana, cuando tras una lucha ante Liberty Belle, es humillada por la rubia hasta que los fans del recinto empiezan a abuchear a la top babyface de la empresa generando un momento de pánico en toda la compañía.
Los lucha de egos
Ante todo no podemos olvidar que GLOW es una competición. Todas las luchadoras del roster de este programa novato compiten entre ellas por la gloria de ser campeonas pero no sólo por eso; tener un buen personaje, tener tiempo en pantalla o tener un mayor número de fans comienzan a ser una fuente de problemas internos.
El mayor ego que existe en GLOW es el de la gran villana de la serie: Debbie Eagan. La ex actriz de culebrones se asegura un contrato mejor que el de las demás chicas y un puesto como productora del programa, lo que causará frustraciones en Tammé, una campeona que se ve eclipsada. Debbie sigue creyéndose la pieza mas importante del programa y no tiene razones para pensar de otra manera. Sam sigue empeñado en que todos los programas giren en torno a la americana, lo que acaba desembocando en la incapacidad de Debbie de sacrificar su invicto aunque con ello se mejoren las historias. Ni siquiera para mejorar la credibilidad de Zoya una vez Ruth consigue salvar la temporada completa gracias a su capacidad de improvisación.
Las otras rivalidades de la temporada son mucho más sutiles y mucho menos importantes. La que más destaca es quizá la de Cherry Bang (Junkchain) y Yolanda (la nueva Junkchain) aunque no les dejan el tiempo necesario para que puedan desarrollar un conflicto real. La carrera de Cherry como actriz se detiene en seco por su falta de talento, y debe regresar a un programa que ya la ha sustituido. Su única salida es buscarse un nuevo gimmick. El elegido: una hechicera.
Otra pequeña riña es la protagonizada por Stacey y Dwan (las dos abuelas) y Arthie (la terrorista). La dulce chica hindú encuentra la solución perfecta para abandonar el horrible personaje que le ha tocado interpretar, pero el dúo de peluqueras roban su idea para poder dejar de ser abuelas y ser luchadoras de verdad. Por otro lado, Fortune Cookie y Melrose (uno de los personajes con mayor potencial) se ven relegadas a una rivalidad por una chaqueta y un novio.
La ironía de los gimmick de Zoya the Destroya & Liberty Belle
La relación entre Ruth y Debbie sigue siendo la trama principal de la serie. La gran ironía que presentan entre sus personajes y la vida real es algo que añade un ingrediente extra para la enemistad de las dos examigas. Cuando los focos de GLOW se encienden y las cámaras se ponen a grabar, Debbie es Liberty Belle, una madre americana que lucha por la libertad y por su hija pequeña; y Ruth es Zoya, una rusa loca que secuestra niños y se ríe de todo lo que América representa en el mundo. Fuera del programa, Ruth es un miembro querido y admirado por todo el elenco de GLOW, mientras que Debbie es una persona altiva, con un nuevo rol de productora del programa que le permite decidir cuáles de sus compañeras tienen tiempo en pantalla y cuáles no. Demasiado poder para sentirse parte del grupo.
El clímax de esta rivalidad se representa sobre el ring, cuando Debbie rompe el personaje y lesiona de gravedad a Ruth. Las chicas se vuelcan con la mujer que interpreta a Zoya y se vuelven contra la americana. Hasta que Santa Ruth vuelve a perdonar a la que fuese su amiga. No sin antes estallar en una gran lluvia de reproches.
Triángulos amorosos
Sam está loquito por Ruth. Esto es algo que ya medio intuíamos durante la primera temporada y que ahora está más presente que nunca cuando un nuevo hombre hace acto de presencia en la vida de la falsa rusa. La relación con este nuevo hombre, aunque un pelín forzada, viene de maravilla para mostrar que por primera vez en mucho tiempo la vida de Ruth tiene sentido. Y no porque tenga a un hombre al lado, sino porque la estabilidad que da tener un grupo de amigas, un trabajo y un futuro le permite pensar que quizás sea el momento de dejarse querer. De dejarse valorar por los demás y de dejar de ser el saco de boxeo de Debbie.
Esta nueva presencia constante en la vida de Zoya no será del agrado de Sam, que por sus inseguridades como director terminará por ser un auténtico suplicio para Ruth, que se verá relegada a rivalidades menores en un programa que pide una villana como ella en el centro de la historia. Veremos cómo se cocinará esta historia en la tercera temporada.
La razón por la que el título de este apartado está en plural es porque hay otra historia a tres bandas que se han sacado de la nada. Su ejecución ha sido torpona y tan metida con calzador que se presenta en unos cinco minutos y te deja con la sensación de que te la están intentado colar por todos lados. Británica, Carmen y Bash se verán en una historia (que será fundamental en la próxima temporada) y cuyo catalizador son los problemas de residencia de la "científica" de GLOW.
Esta nueva presencia constante en la vida de Zoya no será del agrado de Sam, que por sus inseguridades como director terminará por ser un auténtico suplicio para Ruth, que se verá relegada a rivalidades menores en un programa que pide una villana como ella en el centro de la historia. Veremos cómo se cocinará esta historia en la tercera temporada.
La razón por la que el título de este apartado está en plural es porque hay otra historia a tres bandas que se han sacado de la nada. Su ejecución ha sido torpona y tan metida con calzador que se presenta en unos cinco minutos y te deja con la sensación de que te la están intentado colar por todos lados. Británica, Carmen y Bash se verán en una historia (que será fundamental en la próxima temporada) y cuyo catalizador son los problemas de residencia de la "científica" de GLOW.
La lucha por hacerse un hueco en la parrilla
Los esfuerzos por mantener en pantalla al programa a lo largo de la temporada serán una trama recurrente. A pesar del hype inicial, los ratings no acompañan y una serie de factores terminan por herir de muerte al programa.
En primer lugar, el director de la cadena relega a GLOW al late night después de que Ruth se negase a acostarse con él, una muestra más de cómo un hombre de poder se cree con el poder suficiente para conseguir que una mujer haga lo que él desea, en una clara referencia al movimiento #MeToo y a todo el escándalo de Harvey Weinstein. Ruth y sus ideales salen de la habitación de hotel al que la lleva y recibe un castigo a modo de nueva franja horaria en la parrilla.
Bash y Liberty Belle, en su rol de productores, intentarán vender el programa a una serie de grandes inversores fingiendo en una convención que se lo quitan de las manos. Esas escenas son un gran giro cómico y una prueba de que juntos trabajan muy bien. A pesar de sus intentos, parece que GLOW deberá reinventarse para triunfar como lo ha hecho la serie en esta temporada.
COMENTARIOS