El pasado 4 de julio, HBO España nos dio la oportunidad de disfrutar del primero de los ocho episodios de la miniserie Sharp Objects. Una historia basada en el relato homónimo de Gillian Flynn, autora de la obra en la que se basaba la película Gone Girl, protagonizada por Rosamund Pike.
La historia que se nos presenta en Sharp Objects está narrada con delicadeza y ritmo pausado. Si habéis leído la obra antes de ver la serie, os encontraréis con una de las adaptaciones mas fieles de vuestras vidas. Conversaciones, detalles y escenarios que se ven trasladados a la pantalla como si estuviesen elaborando una réplica exacta. Además, aunque pueda parecer que adaptar una novela de 300 páginas en casi siete horas de tele puede resultar monótono y repetitivo, Jean-Marc Vallée, director de Big Little Lies, consigue tejer un universo realista y presentar unos personajes con profundidad y con mucha proyección que no cansan.
Sharp Objects cuenta la historia de la periodista Camille Preaker (Amy Adams) que, animada por su editor jefe y por unas sospechosas desapariciones de niñas en su pueblo natal, viaja hasta el pequeño Wind Gap donde se verá obligada a hacer frente a los fantasmas del pasado que había puesto tanto empeño en enterrar al marcharse del lugar. La muerte de su hermana pequeña cuando eran tan solo unas niñas y la complicada relación con su madre, Adora Crellin (Patricia Clarkson), una adinerada burguesa de Wind Gap, serán alguno de los pilares de su complicada vuelta al pasado.
Las desapariciones de dos niñas pequeñas en el último año hacen despertar al tranquilo pueblo de Wind Gap. Un pueblo pequeño en el que nunca pasa nada, en el que el tiempo parece estar detenido a mediados del siglo pasado, en el que los rumores vuelan y en el que los problemas se guardan con llave en casa para evitar las habladurías. Esa es la principal preocupación de Adora, que ve en el regreso de su rebelde hija la oportunidad perfecta para que los vecinos empiecen a hablar y echen por tierra su reputación. Una hija con serios problemas psiquiátricos y una preocupante afición por el Bourbon a palo seco.
Jean-Marc Vallée se encarga de dar forma a esta pequeña joya de la HBO y, como ya hubiese demostrado en su trabajo con Nicole Kidman, Reese Witherspoon y compañía, es un experto en la construcción dramática de unos personajes femeninos fuertes, con multitud de capas y en control de sus acciones en el relato. Unos personajes divididos entre las apariencias y su verdadero ser que tendrán como punto de unión a Amma, hermanastra de Camille, que vive una doble vida: una como adolescente moderna y otra como la perfecta muñequita a la que su madre puede vestir con sobrecargados vestidos color pastel.
Sharp Objetcs tiene todos los ingredientes para convertirse en un nuevo éxito de HBO, incluyendo unas interpretaciones magníficas de Amy Adams y de Patricia Clarkson, a la que amaréis odiar.
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