Después de seis largos meses, los Pearson han vuelto a nuestras pantallas, y los recibimos con los brazos abiertos y con los pañuelos preparados. El primer capítulo de la tercera temporada nos ha dado lo que le pedimos y a lo que nos tiene acostumbrados: intensidad y emoción. Y es que una de las mejores cosas de esta serie es que nos atrapa, nos invita a formar parte de la familia y, una vez estamos dentro, nos hace sufrir con ella, y nos encanta.
La tercera entrega arranca recapitulando y mostrándonos qué ha sido de las vidas de nuestros protagonistas desde que los vimos por última vez, sin perder el tiempo y yendo rápidamente al punto de partida del capítulo: el cumpleaños número 38 de Kate, Randall y Kevin. Los flashbacks siguen presentes desde el minuto uno, nos ayudan a conectar todavía más con los personajes y aportan ese toque tan especial que caracteriza a This Is Us. Porque, al fin y al cabo, nos cuenta una historia explicada mil veces, la de una familia y sus problemas, pero siempre con esa magia y esa personalidad que enamora.
Por un lado, el capítulo nos deja ver sus intenciones principales: saber más sobre el inicio de la relación de Rebecca y Jack y el pasado de éste. Por otro lado, nos da un pequeño adelanto de un futuro poco esperanzador. Todo sigue conectado de una forma brillante y cuidada y se presenta en pantalla con inteligencia y cariño, de manera estratégica para hacer de This Is Us lo que es: una ficción que sabe perfectamente cómo jugar con los sentimientos del público. Por lo tanto, somos conscientes de que estamos ante una serie que nos manipula emocionalmente episodio tras episodio, y no sólo nos da igual, sino que lo apreciamos. Echamos de menos que la televisión nos haga sentir tan profundamente a través de un relato que se nos hace tan cercano. Y This Is Us nos da justo eso.
Algo que hay que tener claro es que estamos ante una serie diseñada para hacernos llorar. Concretamente un drama de la NBC. Y si bien hacer llorar es una tarea que se puede conseguir fácilmente, no sólo nos da eso, sino que además nos presenta la historia de una forma original y única, con diferentes líneas temporales y personajes entrañables reales y humanos. Podemos ver desde el primer episodio de esta nueva temporada que el misterio sigue ahí, y que a This Is Us no le basta con sacar lágrimas al espectador, también quiere que intente descifrar una historia mucho más compleja de lo que puede parecer.
La unión entre los protagonistas y entre la familia en general es uno de los puntos fuertes de esta serie. Cada uno tiene sus problemas y sus conflictos, y el estudio continuo que se hace de los personajes es la base de This Is Us. La tercera temporada nos muestra que éstos siguen afrontando diferentes situaciones que marcarán su desarrollo personal en los siguientes capítulos. Por una parte, Randall sigue intentando conectar con Deja de la mejor manera que puede, aunque sus tácticas no son siempre bien recibidas. Luego tenemos a Kevin, que sigue en su línea, involucrándose emocionalmente con la prima de Beth y dando paso a un emotivo momento entre dos personajes que no siempre llegamos a ver de ese modo. Pero quien se lleva la mayor carga dramática, como de costumbre, es Kate, quien sigue luchando contra todo pronóstico por tener un hijo. En contraste, se nos enseña un lado más dulce de la familia que viene con segundas intenciones, la primera cita de Jack y Rebecca. Los guionistas no pierden la oportunidad de meter el dedo en la llaga y siguen conquistando al espectador con las acciones de Jack. Porque no hay mejor ejemplo de manipulación televisiva que hacer que el personaje más bueno muera, y aunque lo sabemos desde el inicio de la serie, seguimos sin superarlo.
El final del primer episodio de la tercera temporada nos ha dejado temblando y con esa sensación que conocemos tan bien cuando vemos This Is Us. Estamos confusos y sensibles y la intriga es insoportable. Los misterios se acumulan y la tragedia persiste. Esperamos con ansias respuestas que sabemos que tardarán en llegar y como masoquistas que somos no podemos esperar a ver más. La tercera temporada empieza con buen pie, y tenemos grandes expectativas para una serie que nos ha dado tanto y que podría seguir haciéndolo muchos años más. This Is Us es dolor, es esperanza, es cariño y es alegría, y estamos listos para sentirlo todo.
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