Estamos en plena recta final y Riverdale está preparando el terreno para el que espero que sea un final apoteósico de temporada. Durante una temporada llena de tensión, nuestros queridos protagonistas se han merecido un momento de esparcimiento. Y es que ha llegado la prom y como buenos estadounidenses se pondrán sus mejores galas y celebrarán el final del curso.
En este episodio, Archie y Veronica continúan con su acercamiento, y es que los dos se apoyan mutuamente en todas sus decisiones. La joven Lodge decide ayudar al pelirrojo con su gimnasio convirtiéndose en socia y apoyándole económicamente. Archie acepta encantado porque su sueño de esta temporada es convertirse en un gran boxeador (menuda pereza de trama). Mamá Andrews vuelve a la ciudad para apoyar a su hijo y a echarle un ojo mientras Fred esta fuera de Riverdale.
Mamá Andrews está preocupada por el futuro de su hijo, ya que ve que el boxeo no es un futuro prometedor. Por ello, organiza una entrevista con la representante de una escuela militar donde Archie podrá boxear y estudiar al mismo tiempo que defiende su país. God bless America y a los abdominales de Archie. Pero al pelirrojo le gusta complicarse la vida. Y por ello acepta un combate de exhibición el mismo día que tenía programada una competición. Como era de esperar, Archie llega malherido y cuando se dispone a pelear se desmaya sobre el ring.
Mientras Archie vive su drama personal, Betty debe enfrentarse a la dura realidad: su padre ha muerto en el accidente. Betty se refugia en su querido Jughead y ambos siguen con la caza del Rey Gárgola. La pareja descubre que Kurtz tenía las runas del juego tatuadas en la espalda y que otra persona se las tatuó antes que él. El tatuador les da una descripción que encaja con la de Edgar y Betty va directa a él. Tras obligarlo a quitarse la camiseta (gracias Betty), la joven descubre que no es Edgar a quien busca.
La pareja sigue su búsqueda y, tras leer el libro del Rey Gárgola que encontró Jughead, descubren que busca a una reina y Betty como autoproclamada Reina Grifo se da por aludida. Para coronarse reina ante todos, la pareja saboteará la elección de reina del baile y coronarán a Betty para hacer salir al Rey Gárgola. Durante la celebración del baile, Betty recibe una carta y desaparece para encontrarse con el Rey Gárgola. Cuando está a punto de dispararle, el Verdugo Negro vuelve a aparecer y comienza una persecución por todo el instituto. Al final Betty tenía razón y su padre no estaba muerto.
Al final del episodio, Betty consigue escapar de su padre dando la voz de alarma y contándole todo a Papá Jones, que hará todo lo posible para capturarle. Además, Veronica descubre que su padre la engañó y tanto Pop’s como su bar secreto pertenecen a su padre.
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