Puede parecer una tontería pero que se se termine Suits es algo importante. Estamos ante la serie más longeva de la historia de USA Network y una de las más infravaloradas que he visto. Cierto es que sus últimas temporadas han girado demasiado sobre el nombre de la firma, pero sus primeras temporadas son brillantes. Suits nos deja después de alcanzar las nueve temporadas, se despide tras 134 episodios y nos ha dado una princesa. ¿Alguien da más?
La historia de la serie se ha visto afectada en gran manera por la boda real entre Meghan Markle y el Príncipe Harry. Pero la serie no ha acusado demasiado su baja, no tanto como la de Mike Ross, pupilo de Harvey y coprotagonista de la serie que se ha dejado ver en varios episodios de esta temporada de despedida. Además, la serie ha sabido llenar su hueco con fichajes más o menos interesantes (Samanta Wheeler y Faye Richardson) y han dado más tiempo en pantalla a caras habituales como las de Katrina Bennett, Robert Zane y Alex Williams.
El gran conflicto de esta temporada ha sido la revolución que ha causado Faye Richardson sobre la firma. La falta de ética a la que los protagonistas nos tenían acostumbrados vuelve a pasarles factura. Faye es enviada para que se asegure de que ninguno de ellos rompe las reglas, aunque parece más preocupada por destruir a Harvey que por defender la buena praxis.
La construcción de este personaje ha sido contundente. Contaban con poco tiempo, solo diez episodios, pero se han asegurado de que la odiásemos desde el minuto uno. Buen trabajo de los guionistas, que, aunque tirando de algunos tópicos, consiguen que la tensión se dispare, sobre todo cuando los episodios van pasando y no se vislumbra ningún final claro. Lástima de esos últimos 47 minutos llenos de prisas y locura. Parece como si hubiesen necesitado un episodio más, o haberse ahorrado el viaje al pasado de Samanta, que tampoco se hace necesario viendo lo poco que ha importado al final.
El final puede pecar de efectista. Nos han regalado todo lo que no nos habían querido dar en las anteriores temporadas. Darvey es una realidad casada y se mudan para estar cerca de Mike y Rachel, Louis y Sheila tienen a su bebé, e incluso Katrina Bennett pasa de ser una de las Seniors Partners más jóvenes de la firma a convertirse en Name Partner de la nada. Mucho ha pasado desde que entramos a trabajar en 2011 en la firma. Hemos pasado de hacerlo en Pearson Hardman a Litt Wheeler Williams Bennett.
La aventura de Suits en pantalla ha terminado. Un drama que ha hecho poco ruido pero que debería haber estado en boca de todos. Quizá sea cosa del verano, lugar en el que nació. Se va por la puerta grande, siendo la serie con más temporadas y episodios de su canal. Y se va dejándonos grandes historias y personajes. Donna será siempre un icono de poder femenino y de inteligencia. Katherine Heigl encontró una serie en la que estar más de una temporada desde su salida de Grey's Anatomy. Louis ha sido el personaje más pintoresco de la serie y ha dejado momentos icónicos entre el barro. Y sobre todo, han demostrado que se puede "guardar un secreto" durante casi seis años.
Nos despedimos con una frase de Harvey, "My respect isn't demanded, it's earned". Y Suits ha ganado el nuestro.
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