Y vamos a acabar el año con otra toma de decisiones que nos deja exhaustos de cara a las uvas. Cómo puede ser un drama tan enorme elegir comedias. Nos dejamos muchas dramedias nuevas y brillantísimas de Netflix (Russian Doll, Dead to Me, Living with Yourself) en el tintero, le hacemos todo el feo a las despedidas de Crazy Ex-Girlfriend y Jane the Virgin, y nos dejamos otras cuantas revelaciones fuera porque, total, ya han tenido su momento en nuestras listas.
Dicho lo cual, ríanse y sean más felices, aunque cueste.
10. The Other Two (Comedy Central)
Comenzamos el repaso a la comedia del año tirando de la cantera de Comedy Central, que está yendo de un acierto a otro. The Other Two es una comedia familiar de esas que pasan desapercibidas sin merecerlo, porque se escapa de las convenciones del género y se centra más en la brecha generacional y lo estúpidos que son los medios. Dos hermanos fracasados de la vieja escuela del entretenimiento se ven obligados a vivir a la sombra de su hermano de trece años que, por arte de YouTube, se convierte en un influencer de primera. Con aires a la difunda Difficult People, Satanás la tenga en su gloria, definitivamente un dúo al que vigilar de cara al futuro.
9. Ryan Hansen Solves Crimes on Television (YouTube)
Una flagrante víctima de la burbuja televisiva. El catálogo de YouTube Premium, Red, Pokemon Go o como se llame no ha sido algo particularmente digno de mención, pero el experimento metatelevisivo de Ryan Hansen este año se ha convertido en todo un must. El amigo de Veronica Mars haciendo de sí mismo mientras se prepara investigando homicidios de lo más absurdo en un Hollywood lleno de versiones ficcionalizadas de estrellas mucho más relevantes que él. Una serie sobre una serie dentro de una serie y otras vueltas de tirabuzón más que merecen el reconocimiento que nunca van a tener.
8. Vota Juan (TNT España)
Qué bonito cuando podemos sacar la vena patria. Quién iba a decirnos que iba a ser TNT la que nos diese la versión española de la hija bastarda de Veep y Parks & Rec. Un ministro de agricultura patológicamente incapaz de no hacer el ridículo allá por donde va abre la veda a una crítica de la clase política que nos quita las ganas de sacarnos la bandera, pero nos hace partirnos el culo en el proceso. Una de las comedias mejor escritas del año que no tiene una gran plataforma detrás y que recomendamos muy encarecidamente. Manolo el del Bombo también recomienda.
7. The Politician (Netflix)
Ay, Ryan, cuánto nos ha costado, pero por fin campas a tus anchas. El deal multimillonario de Ryan Murphy con Netflix comienza a dar sus primeros frutos con The Politician. Jessica Lange, Gwyneth Paltrow y su nuevo muso, Ben Platt, dominan esta dramedia con todos los ingredientes de humor afilado y crítico que caracterizaban a los inicios de Glee, entre otros paralelismos con su serie grande que no vamos a destripar, porque solamente ver cómo recicla personajes el Tito Ryan es entretenimiento en sí mismo. En Netflix no son tontos, sabían a quién fichaban y el producto recibido es exactamente lo que se podía esperar en la comprar.
6. The Boys (Amazon)
Cómo nos gusta cuando el cómic se adapta en condiciones. ¿La mejor serie de superhéroes del año? Sin duda alguna. Ya quisiera Berlanti. Los chicos malos de Amazon nos hablan de la fama, los iconos y los ídolos y todos los peligros a su alrededor. En un universo donde la gente con poderes es tratada con agentes y mánagers cual estrellita de Hollywood, desarrollar una comedia negra sobre sus corruptelas es un acierto detrás de otro. Amplio reparto, presupuesto para la acción y mensaje fuerte, The Boys cumple con un abanico de retos tan amplio como el número de géneros que aúna. Hasta el porno, de hacerle un dedo a unas branquias.
5. Silicon Valley (HBO)
Los chicos de Pied Piper no fallaron en su salida. La última de las trágicas despedidas este año en HBO acabó el periplo de manera casi apocalíptica con una temporada reducida que permitiera irse por la puerta grande. Esta oda al underdog conoce de sobra sus dinámicas. Ya no queda nada de esa comedia cerrada que conocimos en 2014. Silicon Valley sabe que su potencial reside en la locura de sus personajes en contraste con lo frío de su temática, y con el sentimiento de llevar su proyecto a un clímax final salvan los muebles en su cierre de manera más que sobresaliente.
4. Veep (HBO)
A ver cómo se recupera de este año HBO. La madre de Emmys se va de la manita junto a la de dragones a los anales de la televisión. Julia Louis-Dreyfus despedía ese regalito del cielo que era el personaje de Selina Meyer este año tras siete temporadas de sátira política y veneno. Esa boca que cada vez que se abría fuera de micro subía el pan se cierra para la posteridad, recordándonos que la comedia no necesita grandes conceptos, sino diálogos más tóxicos que Chernobyl y el genio para ofender de la manera más fina y elegante posible.
3. Corporate (Comedy Central)
Qué bonito es ver cómo una serie se desata de sus constricciones y abraza todo su potencial con su segunda temporada. Corporate se conoce a sí misma y a su humor absurdo, pasando de ser una pequeña comedia de bajo presupuesto a los veinte minutos más necesarios que tiene Comedy Central en su parrilla. La versión nihilista de The Office, libre de las ataduras de cadena generalista, sigue siendo una gran desconocida y para eso estamos aquí, para que la vida en Hampton DeVille deje de pasar desapercibida. No lo sabéis, pero Corporate es tan divertida como necesaria.
2. Fleabag (BBC)
Era complicado superar su primera temporada, pero sólo Dios sabe cómo la Waller-Bridge se sacó de la manga este temporadón tan potente que admitió no poder seguir rebasando su propio listón. Hay una infinidad de momentazos en esta joya de la comedia, desde las agresiones a cuñados a los paseos por el confesionario, pero sin duda alguna por lo que será recordada esta serie es por hacer de la religión algo sexy. La cuarta pared arde por su mano y por su deseo mientras contemplamos atónitos una de las relaciones mejor escritas de la tele, trascendiendo el género de la romcom y, en pocas palabras, el arte mismo.
1. Broad City (Comedy Central)
No podemos acabar el repaso a lo mejor del año sin rendir el homenaje debido a las (yass) queens. Abby e Ilana nos destrozaban el corazón con una despedida de esas que podían considerarse terrorismo emocional, pero no sin darnos episodios tan icónicos esta tanda como el que se marcaron exclusivamente a base de stories. Putos stories de Instagram. Ése es el nivel de vanguardia de la comedia que llevan ejerciendo estas dos diosas y no podían despedirse de otra manera tras cinco años de pura risa y gloria. Pese a que el fin de Broad City es de todo menos justo para la sociedad, tenemos que poner un mínimo de cordura en esta vida a base de reconocer que se va la mejor comedia urbana que hemos tenido esta década.
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