Como cada año, nos toca hacer balance de lo bueno y de lo malo. En este año que hemos pasado encerrados, hemos tenido más tiempo de lo normal para ver series, quizá por eso nos hemos vuelto menos permisivos que otros años. Necesitábamos buenas series que nos hiciesen más fácil estar aislados, y las series de esta lista nos han dejado un poco tirados.
Algunas nos han decepcionado, otras se tomaban demasiado en serio cuando en realidad no eran para tanto y otras, simplemente, no eran buenas. ¿Queréis saber cuáles son las series que menos nos han gustado este año? Os dejamos con las 10 peores series del año. Y como siempre, podéis darnos las vuestras en los comentarios.
10. Emily in Paris (Netflix)
La serie es resultona y es muy fácil de consumir. Nada en ello molesta demasiado ni encanta en exceso. Es un gran meh que te deja igual una vez la has visto. No va a cambiar el mundo ni lo pretende y se deja ver, por eso no está más arriba en la lista. La protagonista es todo lo pava que necesita ser el personaje de este tipo de relatos. Una chica inocente que mete la pata sin parar acaba aprendiendo a desenvolverse en París y de paso triunfa con estilo y se enamora. A los que no gustó fue a los franceses porque les dibujaba como bordes y antipáticos.
9. Locke & Key (Netflix)
Después de diez años intentando que el cómic en el que se basa se adaptase al formato audiovisual (con series y películas en el cajón de sastre), llegó en febrero Locke & Key. Una serie que tuvo cierta relevancia durante aquel mes y que consiguió una renovación de Netflix bastante rápida. El principal problema de la serie es que no explota como debería el elemento fantástico y el terror. La historia de las llaves y del asesinato nos invitaba a pasar miedo. En cambio, nos obligan a conformarnos con un drama familiar bastante suave y que parece dirigido a un púbico más infantil del que debería.
8. Snowpiercer (TNT)
Snowpiercer entra en la lista sobre todo por el puñetazo en la cara que le da a la película de Bong Joon-ho, que presentaba una distopía en la que la sociedad vivía en un tren cuya jerarquía se dividía entre los vagones delanteros y los de cola. La excusa que sirve de trama esta vez es un misterioso asesinato de alguien de las altas esferas y la investigación que llevan a cabo Melanie Cavill (Jennifer Connelly) y Andre Layton (Daveed Diggs), un detective que vive en la cola. Una trama muy manida para un universo demasiado interesante.
7. Space Force (Netflix)
Space Force es el intento de Netflix de reírse de una de las ideas locas de Donald Trump. Pero hacer una parodia de la alocada idea del expresidente no es suficiente para crear una comedia mínimamente buena. Ni siquiera el intentar apoyarse en Steve Carell y Greg Daniels (que tantas alegrías nos dieron en The Office) es suficiente. Las bromas no terminan de cuajar y eso les hace cruzar la línea roja de la vergüenza ajena. Quizás sea el síndrome de la primera temporada de las series de Greg Daniels. Ya veremos si el año que viene nos arrepentimos de haberla metido en esta lista.
6. The Haunting of By Manor (Netflix)
Esta temporada de The Haunting es víctima de las expectativas que nos construyeron con una primera temporada maravillosa y que aquí colocamos en la lista de los mejores dramas de 2018. Esta vez se han quedado muy cortos con los misterios de Bly Manor. El conflicto presente es casi nulo, y tienen que utilizar un episodio entero para un flashback que nos explica la historia de la mujer del lago. Este año han dado más de que hablar las caras y carreras de Victoria Pedretti gritando "Flora" que la propia historia.
5. Run (HBO)
El caso de Run es el ejemplo de una premisa que nos fascinaba a la que no saben sacar partido o a la que no pillan el punto a la hora de ejecutar. En el blog nos entusiasmaron sus primeros episodios, pero se desinfla a la misma velocidad con la que tocan techo en el tercer episodio. La exnovia, el asesinato... todo se queda en un batiburrillo que no se disfruta en absoluto. Ni siquiera la salva la presencia de Phoebe Waller-Bridge con un personaje que huele a excusa para que salga ella en pantalla y no para que nos aporte algo como espectadores.
4. Ratched (Netflix)
Con Ratched, Ryan Murphy intenta que nos coloquemos con colores vistosos y buena fotografía para que no nos demos cuenta de que la serie que nos presenta es un cuadro. La serie bebe de le la botella mala de American Horror Story dándonos una temporada irregular y cuyo conflicto principal alargan lo suficiente como para tener la excusa de justificar una segunda temporada. La trama del dueño del hospital y la presencia de Sharon Stone no pueden sobrarnos más. Un auténtico fracaso.
3. Valeria (Netflix)
Este año la ficción nacional nos ha dado muchas alegrías, pero nos ha dado también otras producciones que han sido un poco decepcionantes. Valeria es el claro ejemplo de serie que aspira a ser la (introduce serie) española. Y en este caso querer ser Sexo en Nueva York no tiene por qué ser bueno. Estas cuatro amigas triunfaron por tratar ciertos temas sin tapujos en la televisión de 1998 (y hasta 2004) pero tratar los mismos conflictos en 2020 no deja de resultar anticuado.
2. The Walking Dead: World Beyond (AMC)
Todo lo bueno que han conseguido hacer con las dos ultimas temporadas de The Walking Dead y con la sexta temporada de Fear The Walking Dead lo han hecho de malo con la primera de World Beyond. Al segundo spin-off (que tenía fecha de caducidad predeterminada) le falta fuerza, le falta desarrollo y profundidad de personajes, le faltan interpretaciones solventes... Es un quiero y no puedo constante. Tiene momentos de luz, pero duran tan poco que parecen resultado de la casualidad y no del buen hacer de los guionistas y showrunners. Al menos han cerrado la primera temporada con muy buenas intenciones.
1. Por H o Por B (HBO)
La serie es un conjunto de anécdotas y gags que pretenden hacer gracia pero que no lo consiguen. Parece una serie de un nicho muy concreto, como las actividades audiovisuales obligatorias de la universidad que solo entendían tus amigos. Juega con los estereotipos de Parla y Malasaña como si primero, pudiese generalizarse de tal forma; y segundo, como si cualquier persona de España pudiese sentir suyo el chiste constante de que en Malasaña son unos modernos y en Parla, canis y chonis. No hemos tenido otra opción: Por H o por B es la peor serie de 2020.
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