Qué complicado es elegir las mayores sorpresas del año cuando A) ya nada te puede sorprender porque la realidad ha superado la ficción en 2020 B) ya nada te puede sorprender tampoco porque has estado tropecientos meses encerrado y te lo has visto todo. Pero oye, siempre quedan series selectas que podemos recordar hoy aquí para hacerte sentir mal porque tiene delito que, con todo el tiempo que has pasado en casa, no hayas visto los auténticos descubrimientos de 2020.
10. Drama (Playz)
Vamos a empezar por España, que este año ha sido particularmente bueno para disfrazarnos de Sonia Monroy en los Oscars en los que intentó colarse. Nos disculparán las Patrias, las Perdidas y los Antidisturbios, pero hay que reivindicar la serie pequeña. La que no inunda marquesinas ni tiene maquinarias internacionales detrás. Esa plataforma que boomeRTVE tiene para los jovenzuelos digitales escondía a África, una comadre millennial que se queda embarazada en el peor momento de su vida (y el de todos, para qué mentirnos) y tiene que recapitular sus últimos polvos barceloneses a ver de dónde viene la semillita. La premisa nadie negará que es romcom telecinquera de sobremesa, pero el desarrollo y la garra con la que navega las tragicomedias de nuestra generación es simple y llanamente sobresaliente.
9. Little Birds (Sky Atlantic)
Los años 50 vuelven a todo tecnicolor con una de esas historias de época con todos los ecos contemporáneos que el subtexto permite. Pipiola de la clase alta americana se siente oprimida por el tan duro privilegio que le ha tocado vivir y sus papis le pagan el billete a Tánger para que se desate, pero no mucho. En este proceso de liberación que se le va de las manos, se topa con lo más granado de una ciudad cruce de caminos entre demasiadas culturas y demasiadas tensiones, desde lo político a lo sexual. La “serie bonita” que necesitas en tu retina para elevar el caché y recordar que en cuestión fotográfica y de producción a estas alturas a la tele no le queda nada que envidiarle al cine.
8. Dave (FXX)
Qué grande es Pequeña Chorrilla, o como sea que lo hayan traducido al español. Contra todo pronóstico, la comedia sobre un frikazo blanco que quiere ser rapero por haberse hecho viral con una canción dedicada a su enanismo genital era el soplo de aire fresco que la comedia cerebral necesitaba. La personalidad de Dave/Lil Dicky probablemente sea el mayor ejercicio de empatía que podáis hacer estas Navidades, pero ese guion que ha conseguido volver inteligente lo más tonto del mundo es motivo más que de sobra para apretártela del tirón un fin de semana.
7. Devs (Hulu)
Si de pocas luces iba antes la cosa, de hemorragias neuronales va esta. Obra de autor, porque no hay otra manera de describirla, que indaga en la fina barrera entre el determinismo y el libre albedrío a través de la tecnología en futuro demasiado cercano. Un thriller de conspiraciones estéticamente apabullante firmado por Alex Garland (Ex Machina, Annihilation) a la dirección, escritura y producción de cada episodio que es sin duda el estandarte de la ciencia-ficción de 2020. Pocos regalos mejores hay que poder disfrutarla del tirón y ahorrarte el suplicio que supuso tener que verla semana a semana.
6. Adult Material (Channel 4)
¿Y si Tony Soprano fuera actriz porno? Adult Material en cuatro episodios pinta un retrato magistral de una antiheroína navegando las frivolidades y barbaridades del mundo del cine X. Con el gancho del que careció The Deuce pero sin cortarse en la crudeza, la historia de una mujer endiosada y destruida por la misma mano invisible es tan de obligado cumplimiento que hasta en España las plataformas se han peleado por tenerla en catálogo, aunque les cueste la (no) exclusividad. Larga vida a Jolene Dollar y ojalá veinte temporadas más.
5. Twenties (BET)
La “voz de su generación” de rigor en cada lista de series revelación del año. Este año nos toca aspirante a guionista negra lesbiana buscando hacerse un hueco en la industria televisiva. O, lo que es lo mismo, una metaserie donde Lena Waithe (Master of None) nos enseña cómo sería meter cabeza en casa de una Shonda Rhimes. Una comedia de esas que transmiten sinceridad y autenticidad además del juego siempre tan agradecido de hacer televisión sobre la televisión. Qué nos gustan las luces y, sobre todo, las sombras de todo lo que hay detrás de la caja.
4. Upload (Amazon)
Cuando la comedia romántica se hace digestiva, hay que celebrarlo. Por si se os están atragantando las 38 TV movies navideñas anuales de Netflix, en Amazon encontramos la solución. Una "distopía" con las risas donde cuando mueres, tu consciencia pasa a formar parte de una realidad virtual que te permite mantenerte en contacto con tus seres queridos y, sobre todo, que ellos paguen a la empresa suministradora del servicio asquerosas cantidades de dinero para tenerte más o menos vivo. El capitalismo postmortem articulado a través de las relaciones a distancia. ¿Qué más concepto le puedes pedir?
3. Little Fires Everywhere (Hulu)
El duelo de divas del año. ¿Qué os pensabais? ¿Que iba a ser El Oasis de Vis a Vis? Reese Witherspoon con y contra Kerry Washington. Demoledor drama tan cargado de matices, áreas grises y tensiones que, por más vueltas que le hayamos dado ya a las Big Little Lies y similares tragedias de andar por casoplón, sigue haciéndote temblar y removiéndote cosas como si nunca se hubiera tratado. La identidad de la mujer, su libertad, la raza y el estatus social. Todo entreteje el campo de batalla perfecto en el que estas dos reinas se disputan directamente el control de sus propias existencias.
2. P-Valley (Starz)
Bienvenidos al Pussy Valley, donde el crimen siempre viene aderezado por una ración de pole, striptease y lap dances. Nuestra medalla de plata va para la apuesta de Starz que ha dinamitado toda expectativa por parte de la crítica. A caballo entre el drama, el neo-noir y el thriller, las historias humanas desde la perspectiva siempre femenina de este gremio se combinan con unos personajazos mayúsculos que se desbordan por los márgenes de la pantalla. Tanto en lo narrativo como en lo estético, P-Valley y sus contraluces de neón se llevan este año el título de mayor must que ha dado la producción americana.
1. Veneno (Atresplayer)
No hay dudas del fenómeno del año ni valor en ningún sitio para discutirlo. Veneno rompe el techo de cristal de hasta dónde puede llegar una serie española. No sólo una serie española, sino una serie de plataforma nacional, con una temática y un equipo de todo menos normativos. Por mucha Casa de Papel que quieran, ha sido la serie más nicho la que ha reventado toda previsión y se ha postulado como nuevo icono cultural. La historia que todos conocíamos reconvertida en arte. La cita obligatoria que termina de afianzar la ficción española como una que por fin podemos enseñar orgullosos al mundo. ¿Hay mayor revelación en 2020 que España siendo vanguardia global de la televisión? Dilo, Cristina. Dilo.
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