La sexta entrega de la temporada supone la última participación de Althea en la serie de momento. Fear The Walking Dead nos debía este episodio desde que decidieran reintroducir al grupo mayoritario de supervivientes con Sarah y no con ella. Sabiendo que es una especie de despedida, nos alegra (y mucho) que buena parte de la historia se centre en la relación entre Althea e Isabelle. Por fin la única relación LGTB de la serie recibe la luz que merece. A pesar de que se pasen todo el episodio hablando de la "amiga" de Al como si estuviésemos en 1999 y tuviésemos que ocultar que son NOVIAS.
Teniendo en cuenta que nos despedimos de Althea, tiene todo el sentido del mundo que Morgan tenga presencia una vez más en la trama, y, por una vez, está justificada su presencia. Cuando Fear The Walking Dead decidió convertirse en un crossover, Morgan, John Doria y Althea se unieron a la serie. Sin John en la serie, es natural que estos dos personajes se digan adiós en el nombre del amor.
No tiene tanto sentido que Morgan insista una y otra vez en que Althea se ha separado del grupo porque está buscando historias. Como si fuese la Al de la temporada cuatro y no hubiésemos visto como poco a poco se ha ido convirtiendo en parte activa y fundamental de la historia que ella quería contar. Esta Al no busca historias. Esta Al las vive. Y lo único que le ocurre es que quiere vivirla con Isabelle y creen que es imposible por culpa de lo estricta que es la CRM.
El encuentro con el equipo de "reclamación" de la CRM resulta bastante emocionante, pero no tanto como podría haber sido. Es un poco decepcionante que hayan terminado siendo una amenaza más bien débil, porque Isabelle nos los había vendido como superpeligrosos. De no haber tenido a Morgan y Grace como conexión con el grupo, quizás hubiesen sido más valientes. Aunque no vamos a ocultar que el truco de Althea para cargárselos es de los más satisfactorios de la serie. Sangre y destrozos por todos lados.
Teniendo en cuenta todo lo que hemos visto ya de la Civic Republic en la serie en TWD: World Beyond, parece mentira que no hayan mencionado nunca que buena parte de Texas sea ahora un desierto nuclear. Ni se mencione en ningún momento la historia de Isabelle. Alguien que decidió abandonar su misión y recuperar la libertad que la CRM le había quitado. Podría haberse convertido en una especie de leyenda urbana de la Civic Republic. Crucemos los dedos para que todo este se una con sentido, porque sin duda, son preguntas abiertas que estamos deseando responder.
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