La espera ha merecido la pena. Alicia ha llegado para darnos un cliffhanger de los que nos dejan pegados a la pantalla contando los días hasta que vuelvan, a pesar de que el episodio ha cojeado en varios momentos con decisiones argumentales polémicas. Esta semana han querido reabrir el debate de si los caminantes mantienen parte de su ser una vez se convierten. No es la primera vez que se ha intentado demostrar que los zombies tienen ciertos ecos de su propia existencia, pero lo que sorprende es que sea Alicia la que esté empeñada en que esto sea cierto. Ella es la racional.
Parte del hype sobre el regreso de la protagonista de la serie a las pantallas se sostenía en la necesidad de ver qué había pasado en el bunker de Teddy. Sobre todo, porque queríamos ver cómo Will se había enamorado y por qué había sido desterrado. Mientras trataban de escapar siguiendo al zombie del senador Vazquez, el techo de los túneles colapsa por culpa de las explosiones nucleares y Alicia termina mordida y sin brazo. Un nuevo personaje amputado en la franquicia. ¿La promesa que Will no pudo mantener? No pudo matarla. ¿Podemos odiar más a Strand por matarle después de este momento? Este momento arranca el gran conflicto que vamos a tener que resolver en la segunda parte de la temporada en torno a Alicia. ¿Alicia vivirá o no?
Alicia sigue al eco del senador Vazquez de camino a P.A.D.R.E. porque necesita sentir que una vez muera, una parte seguirá presente. Un deseo totalmente absurdo y fuera de personaje. Está convencida de que no pudo parar la infección a tiempo y que está muriendo poco a poco. Los síntomas son propios de alguien que ha sido mordido, pero su muerte y transformación deberían haber pasado hace meses. ¿Qué necesidad tiene de que su zombie mantenga su eco si lo normal es que alguien la remate antes de que haga daño? Además, es muy probable que su enfermedad sea fruto de la infección causada por destrozarse el brazo y no por el virus zombie.
Siendo sinceros, matar a Alicia sería como si la serie se disparase en la cabeza directamente. Aunque igual de controvertido será que sobreviva una vez más como cuando creía que estaba condenada en la temporada 5. Estamos en un callejón sin salida por culpa de la necesidad de que cada regreso de Alicia nos sorprenda. Quizás sea necesario que salga más a menudo para evitarse forzar momentos impactantes.
En el presente, vemos el reencuentro de Strand y Alicia. Un Victor que ahora cree necesitar a Alicia a su lado. La crisis en el santuario le ha empujado a buscar a la única persona en la que cree poder confiar, y casi la convence de unirse por el bien de su gente. Pero descubrir el caminante de Will desencadena lo que llevamos esperando toda la temporada. Alicia declara la guerra a Strand. El estallido de la guerra nos deja con un futuro interesante. Es la primera vez que el conflicto principal está protagonizado por dos protagonistas. Conocemos a Alicia y Strand desde la primera temporada, y aunque somos Team Alicia, será interesante ver como una amistad de unos 3 años y siete temporadas acaba en guerra. El payoff de esta rivalidad puede ser realmente significativo para el futuro de la serie y cuando tanto está en juego, merece la pena verlo.
La noche del domingo vino con muchas sorpresas para la serie. En el programa Talking Dead de AMC confirmaron la renovación de la serie por una octava temporada. Y anunciaron el regreso de Madison Clark a la historia. Sin flashbacks. Sin trucos. Confirmando que nadie está muerto hasta que no le vemos morir. Y retomando su papel después de desaparecer en la Midseason Finale de la temporada 4. ¿Cómo justificarán su vuelta? ¿Dónde ha estado? ¿Será clave en el desenlace de la recién declarada guerra?
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