El episodio de esta semana ha terminado convirtiéndose en un oasis de amor en medio de la guerra que se avecina. Una suerte de romcom inesperada que ha terminado de manera trágica por varias razones pero que, sobre todo, viene a destapar el mayor problema que tiene la serie: el abandono a los personajes secundarios. El 5,3 que le dan en IMDb es prueba de ello.
La protagonista de esta semana es Charlie, algo que no hemos visto venir porque no ha tenido una trama propia desde su presentación en la serie. Desde que mató a Nick en la temporada 4 y se reconciliara con Alicia, ha estado muy perdida. De hecho, podemos recordar solo dos momentos suyos en las últimas tres tandas (43 episodios). Fue la que "nos devolvió" a Daniel y nos presentó al rabino (que tampoco ha vuelto a hacer nada relevante). Y, efectivamente, ninguna de esas historias terminó por desarrollarse más allá de la anécdota.
Esta semana, llega como enviada de Morgan para tratar de apagar la luz del faro. Una misión casi suicida, pero para la que la niña de 13 años está más que preparada. Su compañero de aventuras es Alí, un adolescente con aspiraciones de Ranger que termina por enseñarle a jugar a los bolos y a besar.
Tan pronto como nos dan esta nueva pareja, nos la quitan. Alí acaba siendo arrojado desde la azotea por Howard, cada vez más obsesionado por actuar "como lo haría Victor"; y Charlie termina gravemente afectada por la radiación y contando los días que le quedan con vida. Una romance breve, intenso y trágico, al más puro estilo Shakespeare pero que nos deja un poco decepcionados.
Por un lado, ya hemos visto a Will siendo arrojado antes, por lo que esta caída pierde impacto aunque tenga lógica como excusa para demostrar que Howard es un problema tan grande como el propio Strand. Por el otro, la inminente muerte de Charlie no termina de causar el impacto que el quinto personaje más longevo de la serie debe causarnos. Que un personaje con tanto potencial como Charlie, que pudo haber crecido bajo la influencia de Alicia, haya caído en el olvido más absoluto solo nos hace cuestionarnos qué clase de impacto emocional vamos a tener cuando Sarah, Randall o la mismísima Luciana (otro personaje olvidado desde hace casi 50 episodios) acaben muriendo.
La que sí parece haber encontrado su motivación para seguir adelante es June, que viéndose imprescindible para Strand ha sido capaz de hacer recular a Howard y proteger a Charlie al mismo tiempo. Bendita la hora en la que esta mujer se unió a la serie. Por su parte, John Sr. se ha proclamado merecedor de ser la mano derecha de Strand para tratar de rebajarle su momento de locura. ¿Será capaz de conseguirlo?
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