Llegamos a la midseason finale oficial de la última temporada de The Walking Dead. Esta segunda parte se ha caracterizado por su carácter introductorio. La temporada necesitaba tomarse su tiempo para presentarnos a la Commonwealth y a todos sus personajes y eso nos ha llevado a retrasar el conflicto al máximo. Tanto que lo que vemos en este episodio nos sirve más para cerrar la primera parte que para centrarnos en la recta final.
El primer asalto real entre los hombres de Lance y los hombres de Maggie se cobra a uno de los recurrentes permanentes de Hilltop y a Leah. La cacería de esta última a Maggie carece de tensión por todo lo que hemos comentado en su momento. Si Maggie tiene un spin-off confirmado, nunca nos podemos creer que corre peligro. Hablando de spin-off, esta semana Maggie le ha dicho a Negan que aunque no olvida lo que hizo, parece que empieza a confiar en él. Incluso que sea Daryl el que termina matando a su exnovia es totalmente previsible: la dejó con vida y por su culpa ha causado dolor a una de las personas más importantes de su vida.
Daryl lidera también la sublevación de Alexandria. Con quizá demasiadas prisas, Daryl, Gabriel y Aaron se cargan a un grupo de Troopers. A nivel narrativo, entendemos esta decisión para dejar a Lance como conquistador de tres pueblos arrasados (no debemos olvidarnos de Oceanside), pero le falta coherencia al personaje de Norman Reedus. Quizás el Daryl de hace años la liaría de esta forma, pero no el Daryl que tiene a Judith y su hermano, a Carol, a Rosita y compañía todavía dentro de la Commonwealth. ¿De verdad cree que no tendrá consecuencias negativas para su familia?
Ver a Lance desplegar los blasones de la Commonwealth pierde un poco de fuerza al saber que todos los personajes principales están fuera. Ha conseguido dominar a las tres comunidades, pero se queda con 4 extras y un Hilltop totalmente destrozado por las bombas de Leah. El Rey de las sobras. Un Rey que deberá guardar el secreto de todo lo que ha pasado si no quiere que Pamela le corte la cabeza.
En la Commonwealth comienzan la revolución política con calma y mucho tino. Este tipo de conflicto, en una sociedad civilizada como en la que vivimos, debe tratarse de manera estratégica. Lo único que quizás nos falte es ver a más gente de la Commonwealth involucrada, de momento solo es Max la pieza clave del levantamiento, que como ojito derecho de Pamela tiene a su alcance la información que nuestros supervivientes necesitan.
El primer movimiento lo hace Connie, que usa su acceso de prensa para publicar sobre las aventuras del hijo de Pamela y sus misiones secretas a la casa del terror. Un movimiento valiente por parte de Connie, que pone su carrera periodística en peligro. Hace unas semanas, su jefa solo le dejaba copiar notas de prensa y ahora ha conseguido publicar una noticia de semejante envergadura en portada del periódico. Que alguien me explique cómo lo han hecho, porque espero ver peleas en la redacción. Aunque sea por coherencia.
Para ver las consecuencias públicas del descubrimiento, nos tocará esperar a la vuelta del parón en Otoño.
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