La segunda temporada de Fate: The Winx Saga, que cosecha casi 49 millones de horas vistas en su primer fin de semana, se consolida como la nueva serie teen de Netflix y lo hace sacrificando un poco las decisiones más valientes que habían tomado en su primera tanda. Parece que han tratado de tranquilizar a los fans de la serie original dándoles todo aquello que echaban en falta, y el personaje que lo ha terminando pagando ha sido Terra.
El personaje interpretado por Eliot Salt (Normal People) fue uno de los más criticados el año pasado. Su presencia en la serie era una reinterpretación de Flora, el hada de las flores de la serie de dibujos y una de las favoritas de los fans de las Winx. Flora hace acto de presencia esta temporada como prima de Terra y acaba sacando mostrando un lado de Terra caprichoso e inmaduro. ¿Dando motivos reales a los seguidores para tanto hate?
Flora (Paulina Chávez, Ashley Garcia: Genius in Love) consigue hacerse un hueco en la trama y en nuestros corazones sin problema. Han encontrado el equilibrio perfecto para que no sea simplemente "la nueva". Poco a poco consolida su hueco entre las Winx e incluso Stela acaba compartiendo encantada su habitación. Además, hacen un guiño a la serie original con un shippeo fugaz pero que no va más allá.
Hablando de shippeos, Musa y Riven parece que están preparando el terreno para tener la relación que los fans ansían. Con las crisis de pareja que han tenido ambos esta temporada, y con la otra gran decisión que han tomado con el personaje de Terra, la serie toma el camino seguro de ofrecer a los seguidores de las Winx lo que quieren ver. Aunque para ello tengan que buscar justificaciones sin mucho sentido para aquellos que vimos claramente la temporada pasada un futuro romántico entre Terra y Riven.
Flora no ha sido la única cara nueva que hemos visto esta temporada, hemos visto como el personaje de Rosalind sufría un recast, y en esta temporada Miranda Richardson (Harry Potter y el Cáliz de Fuego) toma las riendas de un personaje al que ha conseguido dar mucha más profundidad que su predecesora. A esta Rosalind villana la compramos mucho más. No hay nada mejor que una mala que no es obvia. Y para ayudarla a disimular introducen una nueva clase de personaje mágico y los grandes villanos de la temporada: los Brujos de Sangre.
Las brujas habían sido otras de las bajas cuestionables en la primera temporada. En la serie original, Alfea (escuela de Hadas), Fuente Roja (academia de Especialistas) y Tierra de Nubes (escuela de brujas). Hadas y brujas se enfrentaban por ser las más poderosas y los especialistas, más o menos como aquí, aparecen de vez en cuando como escuderos de las hadas.
Aunque hayamos hablado poco de Bloom, sigue siendo la protagonista de la serie. De hecho, ser la protagonista es la única característica que la define. Es la más fuerte de todas, sus poderes tiene origen especial, es la enchufada de la villana, motivo por el cual deja de parecerle tan mala... Su desarrollo resulta un poco inexistente, de hecho el mayor giro que experimenta en toda la temporada se debe una vez más a la pérdida de control sobre sus poderes. De verdad, necesitamos que la líder tenga algo más que aportar que ser simplemente la líder. O corren el riesgo de que prefiramos ver más al resto del reparto, por ejemplo, Musa y Stela que han tenido verdaderos dilemas con el uso de su magia y además tenemos 3 nuevas hadas con alas.
La segunda temporada de Fate: The Winx Saga ha encontrado el camino al éxito. Si la plataforma que la emite no fuese Netflix, tendría potencial para tener infinitas temporadas. De momento, creemos que jugar sobre seguro le asegurará la tercera tanda sin problemas. Eso sí, esperemos que vuelvan un poco más valientes.
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