El episodio de esta semana se divide principalmente entre Carol (a la que le dedican los flashbacks iniciales) y Yumiko, que ha dominado como nunca antes le habían permitido, y que nos vuelve a recordar lo mucho que nos hemos perdido de este personaje. Sin duda alguna, será una de las deudas de The Walking Dead cuando toque hacer balance post-finale.
La desaparición de Rosita al final del episodio de la semana pasada solo era el inicio. Casi todos los supervivientes de Alexandria han sido expulsados de The Commonwealth y están en paradero desconocido. Los únicos que se salvan son Carol y Daryl, que inician una aventura con Hornsby; y Yumiko y Connie, que tienen una breve pero conveniente reunión.
El conflicto de Yumiko en este episodio es evidente. Ha sido la única de todo el grupo que ha vivido los privilegios del lugar como abogada de Pamela Milton, y ahora que sus amigos han desaparecido y que Eugene está en la cárcel está más rebelde que nunca. Ella fue la primera que supo entender los mecanismos de The Commonwealth la temporada pasada y ha estado jugando (sin que la hayamos podido ver) hasta que ha tenido que tomar partido.
Pamela le pide esta semana que sea la abogada que defienda los intereses de The Commonwealth en el caso contra Eugene. Para ello, usa las desapariciones y a su hermano Tomy como ventaja. Lo que parecía una encrucijada termina siendo toda una declaración de intenciones cuando Yumiko consigue asegurar en un único movimiento la vida de Tomy y proclamarse como abogada defensora de Eugene. Tengo curiosidad por cómo va a ser el juicio porque Eugene mató a Sebastian (en defensa propia). ¿Quizás sea el de Mercer un testimonio clave?
Eleanor Matsuura ha conseguido darle a Yumiko un aura especial. Su sola presencia en pantalla consigue que no puedas apartar la mirada de la pantalla. Sin duda es la miembro de su grupo más interesante, y es una suerte que haya podido demostrarlo antes de que se acabe la serie.
Por su parte, Carol y Daryl entran en modo rescate desde el minuto uno y deciden que la mejor manera de localizar al resto de su grupo es utilizar a Hornsby como sherpa de la Commonwealth. Lance está pasadísimo después de pasarse toda la noche descuartizando a su compañero de conspiración para alimentar el zombie de Sebastian, y a estas alturas, está viviendo en un tiempo que ya no le pertenece. Probablemente hubiese tenido que morirse la semana pasada cerrando su ciclo, pero por alguna razón aquí estamos.
Lance guía de manera errática a Carol durante la noche, momento que utiliza para tratar de manipularla. Sus trucos obviamente no funcionan, pero sí que nos deja ciertos interrogantes interesantes. Si Pamela acaba muriendo como parte de esta revolución, ¿qué pretenden hacer con los 55.000 supervivientes que viven bajo su gobierno? ¿Los dejarán a su suerte sin más? ¿Se establecerán como nueva autoridad?
Los juegos de Lance terminan con la revelación de la existencia de un tren secreto que los llevaría hasta sus amigos. Cuando le dan la oportunidad de marcharse con vida, Hornsby intenta de ir un paso más allá y termina asesinado por un flechazo de Carol.
El viaje de Lance ha sido más largo de lo esperado y nos ha dado un gran villano en esta última temporada de la serie. Esperemos que Pamela esté a la altura el tiempo que queda de serie.
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