Maravillosa tercera temporada del apocalipsis, se nota que ha cogido asiento y ya conoce lo que le funciona y lo que no. Dentro de este glorioso 2022 de absoluto colapso de la burbuja televisiva, hay una evidente sobrecarga de opciones de entre las cuales elegir únicamente diez series que hayan destacado por encima del restante de la oferta general. Y, por supuesto, ninguna de las protagonistas de las guerras del streaming cualifican para ser revelación de sus éxitos o sus batacazos que todos vimos venir.
Feliz año y feliz ignorar las casas de los anillos de dracarys y Jeff Bezos. Arrancamos:
10. American Gigolo (Showtime)
Quedan todavía adaptaciones que sorprendan, sí. Contra todo pronóstico, aún es posible elevar el contenido a nuevas cotas de refinamiento. Jon Bernthal encabeza uno de los últimos atisbos de lustre en las tierras de los antihéroes y la testosterona. Reminiscente de los tiempos de aquel Ray Donovan, American Gigolo se abraza más al thriller psicológico que al reparto de hostias por Los Ángeles en un auténtico alarde de esmero cinematográfico. Forma y fondo aunados para aderezar una investigación de homicidio vestida de traumas infantiles y excesos varios.
9. Peacemaker (HBO Max)
Sintiéndolo mucho por Marvel y Disney (o no), la apuesta de Warner por batallar en el terreno de los superhéroes de este año ha sido sorprendentemente efectiva. Sin dar un duro por que John Cena pudiera ofrecer una actuación solvente, la química del reparto y la funcionalidad de su comedia se merecen todo nuestro respeto este año. No hacía falta tener los derechos de Deadpool para dar con el equilibrio perfecto entre humor y adrenalina comiquera, pero compramos todos y cada uno de los números que hagan falta.
8. Shining Girls (Apple TV+)
Elisabeth Moss: icono de la interpretación, directora polivalente y ahora gestora de agendas sobresaliente. Entre temporada y temporada de The Handmaid’s Tale, dice que todavía le cabían un par más de exhibiciones de cómo dominar una pantalla en otro drama sofocante de mujeres pasándolas muy putas. En esta ocasión cambia Gilead por un psicothriller con ciencia ficción que es tan oscuro como su propio nombre no indica. Retorcida y adictiva, esta miniserie de la manzana ha sabido destacar entre el catálogo más all stars de las plataformas.
7. Queer as Folk (Peacock)
Rehaz en 2022 el remake del 2000 de la serie británica de 1999. E intenta no morir de diversidad en el intento. Qué bonito es ver lo que hemos cambiado y digievolucionado en todas las letras del LGBTIAQ++, pero lo más bonito si cabe es ver cómo, pese a tener que incluir minorías dentro de las minorías que ni sabíamos que había que representar, Peacock ha dado a luz una dramedia perfectamente funcional y con identidad por sí misma sin tener que valerse/sentirse lastrada por retrospectivas a la original. La matrioska de las cuotas de representación ha cumplido. Excepto en el departamento de ser renovada, pero no se puede tener todo.
6. This Is Going to Hurt (BBC)
Y dolió, no veas cómo. Probablemente la adaptación que Isabel Díaz Ayuso sigue rezando que no se llegue a hacer en España, pero el sistema de salud británico no está tampoco para lanzar cohetes. Otra presunta dramedia con unos niveles de oscuridad y tragedia que exceden expectativas nos enseña los niveles de destrucción física y psíquica de los médicos sin el glamour ni el romanticismo de que te empotre el cirujano de Anatomía de Grey entre quirófano y quirófano. ¿De esas series que te pasan por encima como un tractor después de verlas? Ya sabéis cuáles. La escuela de Years & Years sigue fuerte.
5. Under the Banner of Heaven (Hulu)
Los dramas policiales se podrán contar ya por decenas de millar a estas alturas de la película, pero aún quedan giros y enfoques lo suficientemente turbios como para encabezar la mitad superior de nuestra lista. Andrew Garfield protagoniza una de esas miniseries que perfectamente podrían haber arrasado en Emmys si fueran de HBO estilo Sharp Objects o Mare of Easttown. En esta ocasión: crimen atroz en el seno de una familia mormona que pone en duda la fe de nuestro ex-Spiderman y los cimientos de su comunidad. Los niveles de salvajismo y brutalidad entre iglesia y extremismos se dan un festín en esta joyita del whodunit que no se nos puede pasar este año por alto.
4. Outer Range (Amazon Prime Video)
El western, ese género que no sabe si resurgir del todo o quedarse en un nicho puntual para el americano medio. Yellowstone empatando en spin-offs con The Walking Dead no es suficiente, y Amazon propone este año hibridada su mejor apuesta por la fantasía y la ciencia ficción. Y sin tener que irse a Mordor. ¿Qué hace un vaquero (literal de señor que tiene vacas) en 2022 cuando se le aparece en la finca un socavón de 10 metros de diámetro que conduce a... otra dimensión? O dios sabe a dónde. Él no lo sabe, yo tampoco, tú deberías ponerte a investigarlo porque he aquí el segundo mejor festival de mindfucks del año. La paradoja espaciotemporal que necesitas pedirle a los Reyes este año.
3. The Bear (Hulu)
El formato de 30 sigue dando guerra y mucha. Llamar comedia quizás sea tirar por lo alto a algo que todo lo destaca por su desgarro y naturalidad. En el extremo más alejado de las workplace, una herencia inesperada pone a un chef de cincuenta tenedores al frente de un antro de bocadillos del bajo Chicago para intentar salvar el legado familiar de la quiebra. Lo que parece tu sitcom al uso sobre el papel, es ejecutado desde la hiperactividad fotográfica y la intensidad de un guion que traspasa toda convención del género. Las estrellas Michelín están todas aquí, no busquen más.
2. Interview with the Vampire (AMC)
Hablemos del drama romántico que Netflix no tiene pelotas a producir entre tanta romcom navideña. La nueva Entrevista es el cortocircuito emocional del año. Una relación tóxica y ultradestructiva escrita con semejante mimo que descuadra toda percepción frente al festival de sangre, gore y violencia que la vertebra. Los años dorados de la moda de los vampiros quedaron muy atrás, pero la distancia beneficia a esta adaptación que por sí misma se puede ganar el título de espectáculo visual del año también por su depuración estilística y sin la necesidad de billonadas presupuestarias.
1. Severance (Apple TV+)
El gordo nos salió muy pronto y se mantuvo imbatible durante el resto del año. Una tecnología revolucionaria que permite eliminar tus recuerdos entre dentro y fuera de la oficina. El terror del teletrabajo se traduce en una maraña conspiratoria que Adam Scott, encarnando a un mindundi corporativo con depresión, tiene que resolver entre él y su alter ego en jornada laboral. Conceptualmente fascinante y apabullante durante toda su primera temporada, no existe una secuencia de este aséptico thriller que no te mantenga en tensión y sobrecogimiento neuronal. La verdadera medalla de oro de los mindfucks del año y, muy probablemente, de lo que llevamos de década y la anterior.
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