El jueves pasado debutaba en FX Wilfred, remake de la reconocida comedia australiana con el mismo nombre de Jason Gann y Adam Zwar, co-creadores, guionistas y protagonistas de la serie original, desarrollada para el cable estadounidense por David Zuckerman (mano derecha de Seth MacFarlane, de Family Guy), y producida a su vez por FX y Fox Studios. En la versión americana, Gann retoma el rol del extraño personaje de Wilfred mientras que Elijah Wood (The Lord of the Rings) completa el dúo protagonista sustituyendo a Zwar, que no se ha sumado al proyecto.
Ni que decir tiene que describir lo que es Wilfred es una tarea complicada. ¿Comedia, drama, basura? Por la fuerza, si hay que ponerle una etiqueta es la de comedia negra, que tan de moda parece estar en estos últimos años, aunque solo comparta con las grandes del género el abuso del lenguaje, de las drogas y del humor macabro (de momento). Y es que pongámonos en situación: Ryan (Elijah Wood) quiere suicidarse. Su vida es una mierda, él es un ser lamentable y no quiere seguir viviendo en un mundo así. Tras varios intentos de suicidio que incluyen un bote entero de pastillas, la noche anterior a comenzar en un nuevo empleo, lo único que consigue Ryan es despertarse viviendo una pesadilla. Wilfred aparece en su vida y se erige como un personaje adicto a las drogas, al sexo y a jugar con una pelotita: es el perro de su vecina Jenna (Fiona Gubelmann, Employee of the Month) que de un día para otro se ha transformado en un ser humano con acento australiano, extrañamente filosófico y con un disfraz nada convincente, pero solo ante los ojos de Ryan.
La premisa de la serie ya era de por sí extraña y es principalmente la curiosidad la que me ha movido a echarle un vistazo a esta novedad, cuyo resultado parece igual de misterioso. Aún con sus rarezas y sus extravagancias, cautiva al espectador no precisamente por su humor ni por su genialidad, sino por la necesidad de descubrir el cómo y el por qué de Wilfred. Es la curiosidad la que, al igual que fuerza a darle una oportunidad a la serie, impulsa a seguir viéndola. Por otro lado, más allá de las obviedades, Wilfred destaca por su simplicidad, por la escasez de personajes, por la perfecta elección de los protagonistas (Gann, obviamente, y Elijah Wood en su reinterpretación del muchacho perdido, y la aparición especial de Ethan Suplee -My Name is Earl- como el malvado Spencer) y por algunas escenas bastante atípicas. No obstante, demasiada simplicidad puede ser poco tolerable si no se trata con cuidado y esto puede llegar a ser uno de los grandes pecados de la serie.
Obviamente, con ver un único capítulo de duración-tipo comedia no se pueden hacer afirmaciones muy serias. Por mi parte, la seguiré viendo para saciar mi curiosidad. Recomiendo encarecidamente que la veáis, sobre todo si buscáis conocer un producto diferente que destaque entre la montaña de comedias habituales, así como si estáis esperando un estreno interesante para este verano.
Un piloto tan raro como las promos, pero como dices, genera muchísima curiosidad. De momento puedo decir que me ha gustado a secas, si saben hacerlo bien espero poder decir que es de lo mejorcito del año.
ResponderEliminarEso sí, si hubiera sido un gato en vez de un perro hubiera ganado algunos puntos... ;)
No creo que le vayan a dar un sentido a porqué ve a Wilfred, lo de Ethan Suplee haciendo de malo fue extraño también, no me ha hecho reir, pero es curiosa cuando menos.
ResponderEliminarmartinyfelix: Ya me imaginé que tú preferirías un gato, pero supongo que en tal caso la historia sería muy diferente, no? Hay que seguir viéndola para ver qué nos ofrecen, no tiene en absoluto mala pinta.
ResponderEliminarsatrian: Yo tampoco creo que lo hagan, la verdad, sería demasiado convencional pero espero algún tipo de respuesta.
Un saludo a los dos y gracias por pasaros!