Aunque hace tiempo que os hablamos de las paradojas existentes entre la localización real y la ficticia de muchas series estadounidenses en Cuando Miami no es Miami, en la que desvelamos que la mayor parte de las producciones se graban en Nueva York o en Los Angeles por muy exóticos sean los destinos que nos pretenden mostrar, pasamos por alto unos lugares donde también se ruedan un gran número de nuestras series favoritas: Vancouver y Toronto. Las localizaciones canadienses tienen pleno sentido cuando hablamos de series, en efecto, canadienses (¿para qué se trasladaría una producción canadiense al país vecino?) pero la cuestión se vuelve bastante confusa cuando descubrimos que gran parte de las producciones estadounidenses se trasladan a estas zonas de Canadá. Toronto y Vancouver, denominados también North Hollywood (no confundir con la zona real de la ciudad), son el epicentro de la industria cinematográfica y televisiva canadiense pero también un importante foco de atención de la estadounidense de tal modo que un gran número de producciones se graban en este país, a pesar de que geográficamente, Toronto y Vancouver ni siquiera sean lugares cercanos entre sí y ni mucho menos cercanos al Hollywood real (a tres horas en avión de Vancouver).
El porqué es bastante sencillo y completamente lógico: ahorrar dinero. Aunque el Estado de California sea el más apropiado para los estudios de Hollywood por su cercanía y seguridad, trasladar la producción al norte del continente es un movimiento arriesgado pero muy útil. Aunque en Hollywood están los mejores estudios con técnicos e instrumentos perfectamente capacitados para las necesidades de las productoras (lo que no quita que en Canadá se hayan desarrollado estudios plenamente competentes como North Shore o Vancouver Films), grabar exteriores en California no es precisamente barato por las limitaciones de tiempo y espacio establecidas en las normas sindicales tanto de actores como de diversos profesionales del sector. Por ejemplo, únicamente se pueden trabajar 14 horas al día y exceder ese tiempo conlleva un precio exorbitado cercano al doble salario. En Canadá las productoras todavía tienen que lidiar con los sindicatos pero se observan unas cuantas ventajas:
- Si pagan en dólares canadienses les hacen un 35% de descuento al doble salario.
- El Gobierno canadiense ofrece un subsidio a los productores extranjeros (Film Production Services Tax Credit) de un 16% de los costes de la mano de obra canadiense. La provincia de British Columbia aumenta este descuento hasta el 18%.
- Hay un 20% de descuento si los efectos especiales se hacen en estudios canadienses. Esto explica el por qué tantas series de ciencia ficción se trasladan a este país y el por qué del desarrollo de ciertos estudios de efectos visuales.
- La única norma que se impone es que el director o el guionista sean canadienses y que uno de los actores mejor pagados también lo sea (¿os suenan Joshua Jackson y Tricia Helfer?).
Aunque North Hollywood sea la localización de tres cuartos de la producción extranjera en Canadá, Vancouver destaca sobre Toronto ampliamente en este sentido: el año pasado, sin ir más lejos, fueron invertidos 1,5 billones de dólares en la zona de British Columbia. Aunque para el volumen de la industria solo sea una pequeña porción está claro que esta cifra denota la importancia que las productoras dan a la vecina Canadá. De hecho, hablando únicamente en lo referente a series de televisión, cerca de una treintena de producciones se graban en esta zona al año, contando tanto las extranjeras como las autóctonas. Dark Angel, Smallville, V, Harper's Island, Life Unexpected, The 4400, Battlestar Galactica, Caprica, las series de la saga Stargate y The X-Files se grabaron íntegramente aquí mientras que de las series actuales destacan Eureka, The Killing, Once Upon A Time, Supernatural, Psych y gran parte de la producción de Fringe. La ciencia ficción es costosa y qué mejor forma que rebajar costes con la localización (y con las ventajas fiscales descritas arriba).
La zona de Ontario y su capital, Toronto, mueven ligeramente menos dinero (cerca de un billón el año pasado) pero también han sido la localización de muchas series de televisión como Nikita (la serie original), el remake de Skins, Queer as Folk o The Kennedys. Actualmente Being Erica, Falling Skies, Covert Affairs, Breakout Kings, Nikita, Warehouse 13 y, de nuevo, parte de la producción de Fringe, se graban aquí. Todo esto obviando todas aquellas series que se han trasladado en más de una ocasión a ambas zonas para aprovechar las ventajas fiscales y climáticas del lugar, como The West Wing, Monk, Prison Break, el piloto de House y hasta la neoyorquina Blue Bloods, así como muchas otras. La capital es un perfecto enclave para convertirse en Chicago o Nueva York en la ficción.
En Seattle llueve mucho pero en Vancouver más
Los beneficios de grabar en Canadá ahora son ligeramente menores, sobre todo por la posición en alza del dólar canadiense frente al estadounidense y de las recientes ventajas fiscales que Nueva York, Louisiana, New Mexico y Georgia han comenzado a ofrecer a las productoras para hacer frente al paraíso canadiense. No obstante, Canadá sigue siendo un enclave perfecto para aquellas producciones que buscan ahorrar lo máximo posible, desde las más comerciales hasta, por supuesto, las independientes. Lástima que las escenas de playas y bikinis sean bastante escasas pero no se puede tener de todo, ¿verdad?
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