El día que Starz contrató a Chris Albrecht se le abrieron, con toda seguridad, multitud de horizontes. La cadena de cable premium que en su día tenía una programación basada prácticamente en la emisión de películas decidió que la producción original de televisión era un camino a considerar y a finales de 2009 contrataba a Chris Albrecht, uno de los grandes jefes de la HBO con 22 años de experiencia en el sector, un genio de la programación a pesar de sus problemas con la justicia. La contratación de Albrecht significaba el nacimiento de una nueva era para la cadena y el ex-ejecutivo de la HBO fue sin duda la mejor elección. A día de hoy, en la era Albrecht, podemos hablar de una Starz completamente renovada que se ha ocupado de emitir con mayor o menor éxito una programación poseedora de rasgos identificativos clave, producciones histórico-fantásticas como la saga Spartacus, la fallida Camelot, la miniserie The Pillars of Earth o Torchwood: Miracle Day (esta última coproducción con la BBC). Pero tras dos años de desarrollo, Starz ha decidido dar el siguiente paso y Boss es su arma más poderosa.
Obviando el hecho de que Boss es radicalmente diferente a lo que Starz ha emitido en los dos últimos años, las expectativas para con la serie eran y son muy altas. Creación de Farhad Safinia (Apocalypto) y bajo la producción de, entre otros, Safinia, Gus Van Sant (Milk) y Kelsey Grammer (Frasier), que también protagoniza la serie, Boss nos cuenta la historia de Tom Kane, alcalde de Chicago que ha sido diagnosticado de una enfermedad neurológica degenerativa y de sus intentos por permanecer en el poder a pesar de las circunstancias. La serie nos mostrará la evolución de la enfermedad de Kane (con la certeza de que terminará con su muerte) y de cómo se lo oculta no solo a sus allegados sino también a sus enemigos y a la opinión pública. A Grammer le acompañan Connie Nielsen (Gladiator) como su mujer, Meredith; Kathleen Robertson (Beverly Hills, 90210) como Kitty O'Neill, su ayudante; Hannah Ware (Shame) como Emma, su hija y oveja negra que se dará cuenta de que algo pasa con su padre, Jeff Hephner (Hellcats) como Ben Kazaj, aspirante al puesto de Gobernador del Estado de Illinois; Francis Guinan (Hannibal) como el presente Gobernador que ve cómo Kane quiere darle su puesto a Kazaj; y Troy Garity (The Playboy Club) como Sam Miller, periodista que investiga la figura del alcalde y que comienza a sospechar de que algo le ocurre.
Entre los puntos fuertes de la serie destaca, en primerísimo plano, un imponente Grammer que se come la cámara en todo momento, al igual que un reparto de secundarios realmente interesante (especialmente muy grato el papel de Robertson como secretaria porno con corazoncito). También, el que Gus Van Sant haya dirigido el piloto es todo un acierto y se ve cómo ha imprimido su técnica en toda la serie, repleta de tonos fríos, impacto visual, cámara en mano y planos muy llamativos. Por supuesto, la temática alrededor del poder y de sus entresijos es atractiva e impactante, otorgando a la serie un toque de mafia contemporánea muy inquietante. Por no hablar de su perfecto opening con la música de Satan, Your Kingdom Must Come Down de Robert Plant, en cierto sentido parecido al de How to Make it in America. No obstante, hay que señalar que Boss sufre un claro caso de cabletitis y si se recurre a ella con expectativas de desarrollos rápidos y efectivos se puede acabar decepcionado: Boss es lenta; intachable, pero lenta, tanto que puede impedir la asimilación de ideas o el apego a ciertas tramas.
Habrá que esperar a ver cómo se desarrolla y, sobre todo, en qué lugar deja a Starz o cómo este cambio de programación afecta a la cadena, aunque próximamente veremos cómo se intenta reforzar la transformación con otras producciones como Magic City, que podremos ver el año que viene, o Noir, Da Vinci's Demons o Twilight Eyes, signos que apuntan a que, como AMC quiso lograr en su día, tratan de acercarse cada vez más al concepto de HBO. De momento, nos quedamos con que Boss ha emitido dos capítulos excelentes llenos de matices que apuntan a que la serie va a tener mucho que decir en el panorama televisivo actual. Sin duda, de los mejores estrenos de este otoño.
Totalmente de acuerdo contigo, sólo he visto el primero y me ha encantado, a pesar de su falta de velocidad. Tiene "un algo" de muchas series míticas y puede convertirse en una de ellas.
ResponderEliminarYo también le veo ese "algo" aunque sinceramente desearía que acelerara un poco el ritmo. Gracias por pasarte!
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