Todos sabemos que a Fringe le esperaba una temporada difícil por varias razones, empezando por la crisis de audiencia en la que está inmersa la serie desde hace tiempo la cual, sorprendente, a pesar de su traslado a la complicada noche de los viernes y del consecuente resultado en los ratings, consiguió ser renovada la pasada temporada. El fenómeno fan y las audiencias DVR recogidas (es decir, aquellas obtenidas por las personas que prefieren grabar la serie a verla a su hora de emisión) son seguramente la salvación de la fantástica serie de ciencia ficción de Abrams, que con una cuarta temporada cada vez está más cerca de llegar a la sindicación (con una quinta temporada de solo 13 episodios podría vender los derechos de reemisión de la serie a cadenas locales o de cable, algo que le interesaría a los estudios por las ganancias económicas del proceso). No obstante, los últimos datos de audiencia de la serie son muy preocupantes así que tampoco conviene tomárselo a la ligera.
No hace falta decir que aquí hay más spoilers que en el tráiler de La Cara Oculta, así que ya sabéis.
Ya desde el punto de vista argumental, lo que más preocupaba de cara a esta cuarta temporada era cómo iban a superar los propios planteamientos que hacían concluir la temporada anterior. Bajo la premisa de que Peter ya no existe, los dos universos alternativos que conocemos (quién sabe si nos plantearán alguno más) no solo se ven forzados a colaborar entre ellos, sino que esta nueva concepción supone replantear a los personajes que componen la serie desde otro punto de vista: ¿cómo son ellos sin que Peter haya estado presente en sus vidas? En este sentido, es de lo más interesante ver cómo fue Olivia quien sacó a Walter de la institución psiquiátrica en la que estaba encerrado, el cual nunca se rehabilitó sin Peter a su lado, por lo que no presenta una salud mental muy adecuada (de hecho, padece agorafobia). No obstante, aún sin Peter nuestros protagonistas siguen teniendo un vacío en su interior, ya que aunque September (recordad, el famoso Observer) hubiera conseguido eliminar a Peter de la línea temporal de nuestra historia, las trazas de su existencia todavía están presentes en muchos momentos, algo que el misterioso observador trata de resolver. Es aquí Walter el que vive con más intensidad estos "recuerdos", sintiendo la presencia (e incluso viendo) de un extraño que pide a gritos su ayuda, aunque el trastornado científico se ve incapaz de superar el miedo que esto le provoca.
También hay que mencionar la entrada de Lincoln Lee (Seth Gabel se convierte en actor regular) en la División Fringe de nuestro universo en el primer episodio, debido a que su compañero Danzig (interpretado por Joe Flanigan) es asesinado por un cambiaformas, pero no como los que envió Walternate sino que presentan otra tecnología (de lo que deduzco que podríamos estar hablando de otro universo, quién sabe) lo que lleva a Olivia a comunicarse con Fauxolivia a través de la sala donde colisionan ambas dimensiones y darle el aparato del cambiaformas para que lo investigue el Walter del más allá; de todas formas, Lincoln se ve introducido rápidamente en el misterioso y desconocido mundo que rodea a la División y comienza a formar parte del equipo (y, quién sabe si algo más, como Astrid le insinúa a Olivia). Tampoco podemos olvidarnos de que en el segundo episodio, el Broyles del universo alternativo esté todavía vivo (recordemos que ayudó a Olivia a volver a casa), algo que de momento no tiene explicación.
Aunque el primer episodio de la cuarta temporada es interesante por los nuevos planteamientos, el segundo es mucho mejor, ya que por primera vez vemos cómo cooperan ambas Divisiones Fringe. Así, vemos en acción a las dos Olivias (una interpretación magnífica de Anna Torv en ambos personajes) resolver un caso de un asesino en serie que robaba los recuerdos felices de las personas y nos deja grandes momentos, como el de Peter comunicándose con su padre pidiéndole ayuda o la gran frase que le suelta Broyles a Olivia: At the risk of sounding sentimental, I've always thought there are people who leave an indelible mark on your soul. An imprint that can never be erased ("A riesgo de sonar sentimental, siempre he pensado que hay personas que dejan una huella imborrable en nuestra alma"), con la que se refería al sujeto del caso del segundo episodio pero que claramente es una referencia al Peter que nunca existió. Y otros datos curiosos: en la nueva línea temporal, Walter no confunde el nombre de Astrid como solía hacer sino que confunde el de Lincoln (al que llama Kennedy), y que Charlie (Kirk Acevedo, ahora en Prime Suspect) se casó con Mona, la chica de los insectos.
Estoy más que contento con el rumbo que está cogiendo esta temporada, que ha conseguido dar una lección de cómo mezclar el procedimental y el drama serializado en sus episodios. Me encanta el juego que dan las dos Olivias, la incorporación de Lee al grupo y cómo están empezando a rescatar, poco a poco, al personaje de Peter. Que siga así.
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Momentazo el de Yo me abrocho la chaqueta !! Ha sido un capítulo enorme, y por ello podemos ver mucho mejor el primero. El de la semana anterior nos metía un poco en el universo Fringe sin Peter, con un caso más bien modesto, y en el segundo presentan con mucha más enjundia y la colaboración de ambas Olivia (pienso que mejor que dajarn esto para el de este viernes). Es uno de los capítulos de la serie en que mejor combinan lo episódico y lo serial. Grandísimo!
ResponderEliminarUn saludo!
Ha sido un capítulo estupendo y todo apunta a que lo que nos va a traer Fringe va a ser una temporada grandísima. Saludos y gracias por pasarte!
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