Este otoño llegaba también a la parrilla estadounidense Person of Interest, drama creado por Jonathan Nolan (hermano de Christopher y co-escritor de The Dark Knight) producido por el prestigioso director J.J. Abrams (Felicity, Alias, Lost) que se estrenaba en la CBS el 22 de septiembre, una extraña elección para una cadena poco acostumbrada a la sorpresa o la innovación propia de los productos nacidos de la particular mente de sus productores. Sea como fuere, a pesar de una premisa un tanto insólita (e inverosímil, como comentaremos más tarde), el formato parece haber sido capaz de adaptarse a las directrices de la Columbia, marcadas por el procedimental policiaco y de investigación tan característico, posiblemente todo un acierto.
Person of Interest se centra en dos personajes centrados no en combatir el crímen, sino prevenir que este ocurra: gracias a un complicado programa informático del misterioso Mr. Finch (un tanto encasillado Michael Emerson, Lost) que rastrea todo tipo de información virtual, el millonario mecenas de la paz puede anticipar la identidad de las personas que van a estar relacionadas con crímenes violentos ofreciendo sus números de la Seguridad Social, aunque no puede establecer quién será la víctima y quién el verdugo (he aquí la gracia del asunto). No obstante, Finch necesita una mano firme que le ayude a parar estos futuros crímenes y encuentra en John Reese (James Caviezel, The Prisoner) a su hombre para el campo de juego, un antiguo agente de la CIA que se presumía fallecido.
Ni que decir tiene que por muy interesante que pueda parecer esta premisa es, sin lugar a dudas, bastante ridícula. Y un tanto confusa y preocupante. Basada en el rastreo de personas desde cámaras de seguridad hasta la menor conexión virtual, la máquina da a entender que vivimos vigilados en todo momento por nuestros gobiernos e instituciones. Quizá sea esta una declaración aún más preocupante que la de la absurda base de que una maquina puede predecir el futuro, por muy perfecta que sea (algo que, supongo, se pondrá en duda más adelante en la serie) y por muy llamativa que quede de cara al público.
No obstante, no hay que dejarse engañar por las apariencias. Es cierto que Person of Interest queda encorsetada por los requerimientos técnicos y estéticos de su cadena (la CBS puede llegar a ser muy confusa con respecto a sus producciones), pero el halo de los putrefactos procedimentales que tanto ha gustado de explotar con tanto éxito guardan en la nueva serie de Abrams solo la línea que debe tomar de cara a su continuidad. Quedan planteadas desde el piloto ciertas cuestiones que darán sentido general a la trama y que podrían resultar de interés para todos aquellos que no quieran centrarse únicamente en el objetivo semanal de cada capítulo. Eso, claro está, si estas preguntas guardan algún interés para el espectador, algo que no es mi caso. Y también, claro está, si no pasan por alto todos esos detalles, otra opción muy viable.
Los primeros episodios de esta primera temporada implican una lentitud inusual por la complejidad del mensaje inicial, algo que juega en desventaja de cara a la audiencia, pero se deja entrever un gusto por la acción más pura y entretenida que puede resultar muy fresca e interesante cuando todas las particularidades de la historia queden establecidas, ya que de momento las escenas de acción y violencia son lo más destacable. Aún así, la pareja protagonista carece de la química necesaria para llevar la serie de forma amena, y ni siquiera por separado funcionan los actores que los interpretan (especialmente Caviezel, arquetipo del unigesto de ceja en alto y tono enronquecido). Aunque quién sabe si la incorporación de Taraji P. Henson como la detective Carter puede conseguir nivelar la cuestión interpretativa.
Nosotros no tenemos pensado seguirla próximamente salvo aviso de un remonte de la historia hacia algo más jugoso, pero confiamos en que la serie pueda cumplir en efecto esta perspectiva, aunque de momento los datos de audiencia han dado fe de la confianza de los espectadores por el estreno. Además, los españoles ya la podéis seguir en versión doblada en Calle 13 (y próximamente en La Sexta), ya que el primer capítulo se estrenó el pasado 5 de octubre.
He abandonado Person al tercer capítulo. Lo más interesante, que podría ser explorar la relación entre Finch y Reese, o el personaje de la detective, queda muy desdibujado. La conclusividad de estos primeros episodios deja al descubierto esas lagunas de las que hablan y que se pueden ver en los argumentos (Reese siempre lo sabe todo, siempre escucha todo, siempre puede descubrirlo todo y nunca falla). Uno de las razones por las que la serie se hace aburrida es Caviezel.
ResponderEliminarUn saludo!
Michael Emerson y J.J.Abrams son los dos nombres que me empujan a ver el piloto. Espero no resultar decepcionado.
ResponderEliminarelclubsilencio: De momento también la he aparcado pero estoy seguro que ahondarán en todas las relaciones entre los protagonistas más adelante. No obstante, sí, es cierto lo de las lagunas y sobre todo, que el argumento es imposible.
ResponderEliminarkeko: Ya nos contarás.
No tienes ni idea. Al menos en informática, eso te lo aseguro. Lo que hace "La máquina" es totalmente posible, por desgracia, y se usa cada día más por ciertos gobiernos. No es "magia", ni adivina el "futuro". Usa todos sus recursos (y bien reales, yo no he visto magia potagia en esta serie) para establecer lo que PUEDE suceder, que no siempre sucede.
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