Revenge. El comienzo del caos

El 22 de Septiembre llegaba a nuestras pantallas Revenge, una serie que claramente se convertiría en el guilty pleasure de muchos, y que, sinceramente, yo empecé a ver por curiosidad y porque tengo debilidad por los culebrones dramáticos. Una joven vuelve a la casa de su infancia donde perdió todo lo que tenía porque su padre fue acusado de un crimen que realmente no cometió. Otro nombre, muchos años después, Emily Thorne/Amanda Clarke (Emily VanCamp, Brothers and Sisters) vuelve buscando venganza para los culpables. La serie comienza con un cliffhanger enorme, en el que asistimos a la fiesta de compromiso de Emily y Daniel Grayson (Joshua Bowman, Make It Or Break It), dónde éste es asesinado. Tras lanzarnos el anzuelo, volvemos al comienzo del plan de Emily, meses antes, cuando (re)conoció a toda la alta esfera de los Hamptons. En su día ya os comentamos qué nos parecía (podéis verlo aquí) e incluso empezamos a seguirla semanalmente, pero ahora nos encontramos ante una situación especial. Semana tras semana las frías miradas de Emily, Victoria y compañía nos han encandilado, dejándonos con la incógnita de cómo la situación que iban viviendo podría desembocar en lo que ya vimos en aquel piloto hace meses. El momento ha llegado, y no es precisamente lo que estábamos pensando. Nos han engañado, pero para bien.

En el episodio de esta semana (S01E15, Chaos) se celebra la susodicha fiesta, Fire&Ice, fuego y hielo, todo el mundo de blanco y rojo, y nuestras arpías preferidas, de rojo, por supuesto, que queda más pasional todo. La situación que viven es, como poco, caótica (si es que el título está muy bien cogido...), tras la revelación de la identidad del verdadero padre de Charlotte, la rebeldía mostrada por Amanda, el engaño sufrido por Daniel, el miedo de Conrad ante la decisión del patriarca Grayson ante su puesto en Grayson Global y, por supuesto, la desaparición de la famosa caja de la venganza de Emily, aunque eso sólo lo saben Nolan y ella. 

Además, Jack recibe una llamada que le cambiará la vida, ya que, ahora que el negocio vuelve a estar estable y Declan se va a ir a estudiar, puede irse a Haití unos meses, tal y como tenía planeado antes de que muriera su padre, por lo que el pobre camarero, que no ha hecho nada malo para verse envuelto en todo el embrollo, parece ver una salida por la que poder huir un tiempo, aclararse y olvidar a Amanda. 

El abuelo Grayson trata de presionar a Daniel para que ocupe el puesto de su padre en la empresa, su madre intenta hablar con él para explicarle lo ocurrido con todo el asunto de David Clarke, y Daniel, que se ve saturado, piensa en cancelar la fiesta. Al comentárselo a Emily, ésta le disuade alegando que mucha gente viajará desde muy lejos sólo para acudir, pero lo que realmente ocurre es que Tyler no está preso, hospitalido ni encerrado, y es el culpable del robo de la caja, con la que chantajea a Emily, además de haber secuestrado a Amanda. Al ir a hacer el intercambio (una cantidad enorme de dinero por Amanda y la caja), Emily es engañada, ya que Tyler le reveló la verdad a Amanda y ésta por fin ha abierto los ojos, y no sólo pierde la caja y a su amiga, sino también el dinero. Además, Tyler no piensa dejar las cosas a medias, y va a la fiesta, donde pretende matar a Daniel inculpando a Emily.

Cuando Daniel y Victoria hablan por fin, éste le revela su plan de irse con Emily a París y renegar de su apellido, librándose así del desastre familiar que les rodea constantemente, pero confiesa que aún no ha revelado sus planes a su prometida, a lo que Victoria contesta que, tal y como ella cree que es Emily, no ha llegado tan alto en tan poco tiempo para dejarlo atrás. Al preguntarle a Emily su opinión ante la huída, Daniel comprende que su madre tenía razón (aunque los motivos no son los mismos) al negarse Emily a realizar dicho viaje, lo que provoca una (¿la única?) discusión en la pareja, dejando a Daniel solo en la playa, e indefenso ante lo que se le avecina. Tyler, vestido para la ocasión, aparece entonces para contarle todo a Daniel antes de darle el golpe de gracia, pero no sabemos qué le cuenta exactamente.

Volvemos entonces a lo que ya vimos en el piloto, discursos, botox, sonrisas falsas, y, de repente, los disparos, Charlotte pidiendo auxilio y Declan corriendo hacia el encapuchado. Pero aquel día no sabíamos qué hacía Jack allí. Ahora vemos que sólo quería proteger a Amanda, que le dejó cubierto de sangre y huyó, y luego la encontró frente a un cuerpo sin vida en la playa. Ésta, que trata de huir en el coche de Jack, es descubierta por Takeda (el sensei de Emily), que se la lleva en su deportivo, con intenciones desconocidas, pero parece que algo trama.

El desenlace debería ser conocido por todos aquellos que vimos el piloto, pero, al llegar Victoria histérica a la playa, nos sorprendemos tanto como ella (y todos los de la fiesta) al ver que, pese a sus gritos de "Daniel, Daniel", el muerto es Tyler, y Daniel aparece andando, desorientado y cubierto de sangre.

"No digas una palabra", le dice su madre al abrazarle, ¿qué tendrá que decir? ¿Qué pasará a partir de ahora? ¿Se descubrirá la verdadera identidad de Emily? ¿Qué traman Takeda y Nolan? Cuidado Miss Thorne, creo que las cosas no van a ser fáciles para ti a partir de ahora.

Revenge es una serie que, sin quererlo, nos ha enamorado y encandilado a todos, y esta semana ha culminado en un capítulo que, sin ser mejor que los demás (que son excelentes), todos esperábamos expectantes. Seguid de cerca a este grupo, porque presiento que aún tienen muchas sorpresas para nosotros, esto no es más que el comienzo del caos.

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