Cuando la mujer del reconocido neurocirujano neoyorkino Andy Brown (Treat Williams) muere en un repentino accidente de tráfico, este decide irse a vivir con sus hijos Ephram (Gregory Smith) y Delia (Vivien Cardone) a un remoto pueblo de Colorado, Everwood, donde deben adaptarse a una nueva vida, muy diferente a la de la Gran Manzana.
Everwood (2002-2006), fue creada por Greg Berlanti para The WB y pasaría más tarde a la CW. Lo primero que debo reconocer es que hace varios meses que empecé Everwood y que me cuesta recordar algunas de sus virtudes, ya que me he pasado estancada bastante tiempo en la cuarta temporada, que ha sido un suplicio terminar.
La premisa de Everwood no es especialmente original, sin embargo, en sus primeras temporadas supo construir un entrañable universo, con personajes interesantes a los que no era difícil coger cariño y con cuyos problemas era fácil identificarse. También es cierto que, al mismo tiempo, muchos de sus conflictos pecaban de ser demasiado aburridos y predecibles y, sobre todo, excesivamente tremendistas; es muy habitual que todos los personajes terminen gritándose en todos los episodios.
Como el drama familiar que es, el fuerte de Everwood son sus personajes, ya que las tramas nunca han sido especialmente brillantes u originales. Estos personajes y su evolución son capaces de sostener el peso de la serie sin problema, al menos al principio; todos tienen sus buenos y malos momentos ya que, al fin y al cabo, son como nosotros, humanos imperfectos que toman buenas decisiones y erran, por lo que no es difícil que nos encariñemos con ellos. A pesar de esto, sí me ha dado la sensación de que, por lo general, Everwood peca de ser demasiado blanca y cursi y que cuando trata temas un poco más polémicos los personajes se escandalizan como si fueran señoritas inglesas en el S. SVIII.
La relación entre el doctor Abbott (Tom Amandes) y Andy, Nina (Stephanie Niznik), Delia (antes de convertirse en una adolescente insoportable), personajes temporales como Linda Abbott (Marcia Cross)... todos nos han dado buenos momentos. Sin embargo, no seríe justo no mencionar a unos cuando personajes difícil de aguantar como Rose (Merrilyn Gann), Irv (John Baesley), Kyle (Steven R. McQueen) o Reid (Justin Baldoni), estos dos últimos, terribles incorporaciones que estropearon la serie.
Los guionistas insistieron en convertir el romance entre Ephram y Amy (Emily VanCamp) uno de los vértices entorno a los cuales giraba la serie, un gran error teniendo en cuenta que esa historia de amor no es ni la mitad de épica de lo que nos quieren hacer creer que es. Su intermitente noviazgo dura cuatro temporadas aunque desde el minuto uno del primer episodio sepas como va a terminar la historia. Cuando están juntos son un aburrimiento y cuando no lo están también. Una historia llena de tópicos que, sin duda, podrían haberse ahorrado.
Lo más fascinante me ha resultado de Everwood es la capacidad que ha tenido para destruirse a sí misma y convertirse en la cuarta temporada en un sombra de lo que era, en un producto aburridísimo que me ha llevado más de seis meses terminar. Una temporada insulsa que no suscita ningún tipo de interés excepto, quizás, por la relación entre Hannah (Sarah Drew) y Bright (Chris Pratt), uno de los pocos personajes que ha ido ganando matices e interés mientras que los demás lo perdían; su relación salva a la temporada del desastre en su primera mitad, hasta que estos dos personajes tienen que tener sus propios dramones tan aburridos como los de Ephram y Amy. Por suerte, esto coincide con una mejora del resto de la serie que termina en una season finale a veces emotiva pero también efectista (el bebé caíso del cielo para los Abbott o el montaje musical con los mejores momentos de Ephram y Amy son simplemente de vergüenza), que no recordaré con especial cariño en el futuro.
Everwood es una serie perfecta para ver en verano, cuando la parrilla escasea de productos: sin embargo, si tienes una larga lista negra de series por ver, te recomendaría fervientemente que escogieras otra.
Esta serie la vi cuando la emitían en tv1 creo que era, y la recordaba con mucho cariño. Pensaba volver a verla un verano de estos, pero leyendo tu entrada creo que prefiero quedarme con los buenos recuerdos a empezar a encontrarle fallos y cogerle manía jajaja
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