El peligro del revisionado

Toda persona que lea esto ama las series. En diferentes grados, por supuesto, pero cualquiera que esté en este blog es porque, sean más o sean menos, nos gusta alguna serie. Y estoy segura de que esta afición no es algo nuevo, y que todos hemos seguido alguna serie hace muchos años, ya fuera nuestra infancia, juventud, en español o en versión original. Aquí tenemos una sección que hemos titulado “Series Míticas”, en la que podréis encontrar artículos dedicados a muchas de esas series que nos han marcado, y en casi todos esos artículos os las recomendamos (como es obvio), pero… ¿os habéis parado a pensar en el peso que tiene sobre nosotros ese revisionado?

Los tiempos cambian, los recursos cambian, los gustos cambian, pero las series son como son, en su día se grabaron y no se han vuelto a tocar. Algo que vimos hace años y que creíamos completamente maravilloso puede convertirse en una vergüenza si volvemos a verlo años después, o incluso llegar a pensar eso de “¿cómo podía gustarme esto a mi?”. Obviamente también puede darse el caso contrario, y que algo que intentaste ver en alguna ocasión y nunca te gustó, acabe enganchándote a la pantalla enormemente. Y, por supuesto, está el peor caso de todos y lo peor que nos puede pasar, y es que la repetición aburra y acabes por aborrecer algo que te gustaba.

Un ejemplo de todo esto ocurre (según mi experiencia, por supuesto) con series del tipo Married With Children (Matrimonio Con Hijos, 1987-1997), Unhappily EverAfter (Infelices Para Siempre, 1995-1999), Home Improvement (Un Chapuzas En Casa 1991-1999), Boy Meets World (Yo Y El Mundo, 1993-2000) y cualquier otra serie del estilo que nos ponían (a los españoles) en la 2 de TVE todas las noches a la hora de la cena (o por la mañana, también sirven). Todos las hemos visto y nos hemos reído con ellas, pero cuando las vuelves a ver con el paso de los años, la aglomeración de risas enlatadas y las gracias sin gracia te apabullan de tal manera que prefieres quedarte con el buen recuerdo y no sufrir más. Ese formato ya no se lleva, y cualquier serie nueva que intenta retomar algo parecido se va a pique, o mirad si no $#*! My Dad Says hace un par de años… Es cierto que es más un concepto de serie familiar y que en canales como Disney Channel o Nickelodeon (¿se sigue llamando así?) seguimos encontrando millones de series del estilo que no seguiríamos en la vida, pero, desde mi punto de vista, no llegan al nivel de las de antes.

El segundo caso me ha ocurrido recientemente cuando traté de ver de nuevo Dark Angel (2000-2002), serie que en su emisión intenté seguir regularmente sin mucho éxito, porque las horas intempestivas en las que se emitía me lo impedían. Sin embargo, aunque no en orden estricto (que todos sabemos cómo tratan aquí las series), vi un gran número de capítulos, y me gustaba bastante, así que cuando cayó completa en mis manos era la ocasión de verla entera de principio a fin. La historia está muy bien pensada y la ambientación bastante lograda, pero meses después de empezarla, aún no he conseguido llegar al final. No recordaba que el desarrollo fuera tan soberanamente lento y la banda sonora tan tremendamente aburrida. Sigo intentándolo y no sé cuándo la acabaré, pero es un caso claro de revisionado decepcionante.

Lo contrario me pasó, curiosamente, con los dos grandes éxitos de J.J.Abrams, Alias (2001-2006) y Lost (Perdidos, 2004-2010), las cuales llegué a tener años en mi poder (tras intentos fallidos de verlas en televisión) sin verlas porque a cualquier intento acababa dormida y con mal sabor de boca, pero que con el tiempo, uno de esos intentos consiguió, no sé por qué, engancharme de tal manera que han pasado a ser grandes series para mí (de hecho aquí mismo os hablamos de las cinco temporadas de Alias, pasaos por Series Míticas y echad un ojo).

El último caso ocurre, más que por nosotros, por las cadenas de televisión. Hay capítulos de The Simpsons (Los Simpson, 1989-), Family Guy (Padre de Familia, 1999-) y The Fresh Prince Of Bel-Air (El Príncipe de Bel-Air, 1990-1996) que os podría recitar y representar desde las primeras notas de la intro a la última letra de los créditos finales. Un revisionado cada cierto tiempo no está mal, pero que en una misma semana veas tres veces el mismo capítulo llega  a cansar, y eso no es bueno para la serie (aunque por supuesto os digo que adoro las tres series nombradas).

Las chorradas de Sabrina y los chistes de Salem; la curiosa vida de Lisa, la chica explosiva; las meteduras de pata de Steve Urkel… son cosas que jamás olvidaremos y que probablemente veamos más de una vez… pero en la intimidad, que hay cosas que es mejor que no se sepan. Eso sí, a mucha honra.

Cuidado con los revisionados, quedaos siempre con el buen recuerdo, y si este se repite: mejor que mejor.