No hay nada de Raising Hope que no hayamos comentado ya. La enternecedora comedia de la FOX nos ha ofrecido una temporada espectacular que la ha llenado de elogios y, a pesar de los mediocres datos de audiencia, ha conseguido renovar para una tercera temporada. Sin duda, su principal baza es llegar al público con su peculiar toque de humor escatológico y su moralina de manual, pero que funciona a la perfección y, como dice Virginia Chance en este último episodio "parece que cada semana aprendemos una lección". Raising Hope no es una serie transgresora, pero sus personajes son totalmente conmovedores y divertidos, y cuando se lo proponen son capaces de ofrecer unas historias realmente hilarantes.
Atención, a partir de aquí spoilers de los últimos episodios de la temporada
Por ejemplo, como la season finale, que se ha compuesto de dos episodios que devolvían a la serie a uno de los personajes que pensábamos que no volveríamos a ver. Lucy Carlyle (Bijou Phillips), la madre biológica de Princess Beyoncé, luego Hope, reaparece de entre los muertos porque en una comedia no tiene por qué tener mucho sentido lo que nos quieran contar. La asesina en serie que tuvo una hija con Jimmy Chance y fue condenada a la silla eléctrica, no murió sino que volvió a la vida, y como los guardias de la prisión creían que era un zombi y la apalearon bruscamente, ahora está en libertad. Junto a su despiadada abogada quiere conseguir la custodia de Hope para que la loca de Lucy se la pueda llevar al Tíbet. Una locura de historia que además de impensable ha sido divertidísima.
Las escenas del juicio han sido la guinda que ha coronado la temporada. El no poder mencionar que Lucy es una asesina en serie, los 12 de Natesville, la aparición de un montón de testigos (desde los conocidos hasta aquéllos que solo han salido una vez, incluyendo a tres grandes de My Name is Earl - Jason Lee, Ethan Suplee y Jaime Pressly-) para desprestigiar a los Chance, Maw Maw creyendo que estaban en una iglesia y, especialmente, la escena de Virginia parodiando a Sarah Palin con su chaqueta ochentera de color amarillo. Cuando al final le dan el bebé a Lucy, con la emotiva escena de la pelea al son de You Can't Always Get What You Want, obviamente sabíamos que la cosano podía quedar así, pero a pesar de que sabíamos que iba a tener un final feliz, consigue emocionar. ¿Y qué decir del final, con Lucy corriendo tras Sabrina con un cuchillo en la mano? Sin duda, la muerte definitiva de Lucy ha resultado un poco cutre (atropellada por un autobús que conducía el ciego que creía que los Chance eran negros), pero no había otra solución. Raising Hope tiene que acabar bien para poder aprender su lección, que esta vez es tenemos que ser mejores personas por el bien de la niña.
El estudio no sabía si la iban a renovar cuando se grabó este último episodio y se nota el aire de series finale, así que ya sabemos a qué atenernos cuando ésto vaya a suceder. Porque, seamos sinceros, que haya renovado para una temporada más es ya un milagro, y necesitará otro mayor para sobrevivir a la tercera. Eso es, este otoño.
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Ha sido una finale perfecta, la guinda del pastel de la temporada. Si no hubiera renovado yo me habría ido muy contenta, pero me alegro que no haya sido así.
ResponderEliminarEs que el final es divertidísimo a la par que bonito, muy sentimental, como es la serie en el fondo. Saludos!
ResponderEliminarYo, he de reconocer que estuve a una mirada más de Hope.de romper a llorar
ResponderEliminarEs que el final es conmovedor, Javi. Un saludo.
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