Hit & Miss, la feminidad de Chloë Sevigny

La televisión británica se ha convertido en un referente de calidad, y los actores del otro lado del charco lo saben. Son varios los actores de renombre que han dejado sus proyectos habituales para protagonizar series y miniseries inglesas. La ultima en unirse a este grupo es Chloë Sevigny (Big Love) que de la mano de Paul Abbott (Shameless) nos regala un nuevo drama con toques de acción y crítica social, Hit & Miss.

Mia (Sevigny), su protagonista, es una asesina a sueldo con pocos lazos sentimentales, perfecta para su trabajo. Todo se complica cuando recibe una carta de su ex-pareja Wendy diciendo que padece cáncer y que es el padre de un niño. Esto tiene su explicación, Mia antes se llamaba Ryan. Mia es transexual.

Tras el fallecimiento de Wendy sus cuatro hijos sobreviven a duras penas en una vieja casa en medio del campo. La mayor de los hermanos, Riley (interpretada por el nuevo fichaje de Misfits, Karla Crome) , afronta algo reticente la llegada del antiguo novio de su madre ahora convertido en mujer, pero tras la insistencia de ésta cede y Mia se instala en la casa para unir lazos con su recién descubierto hijo Ryan  y cuidar de los niños todavía afectados por la pérdida. La vida en el campo tampoco es tranquila por así decirlo. El pequeño Ryan sufre acoso a manos de otro niño cuyo padre tiene un idilio con la joven Riley. Además de ser el propietario de la casa en la que vive la familia, este hombre sufre un altercado con Mia la primera noche en el bar local. Y con la ayuda de Ben (Jonas Armstrong, Robin Hood) todo queda en un mal menor... momentáneamente. 

El alternar su nueva condición como cabeza de familia y seguir con su peculiar trabajo seguro que traerá numerosos problemas a nuestra protagonista. Y es que si algo caracteriza a esta apuesta de Sky Atlantic es su dualidad. Desde la propia personalidad de Mia, por un lado la fría, asexual y mortal faceta de asesina en contraposición a la seductora, cortante y algo insegura joven madre/padre. Sus dos mundos son completamente opuestos pero poco a poco ambas personalidades se intercalan (Mia preocupándose por si sus víctimas tienen familia, u obligando a su hijo a golpear a su aterrado acosador). Todos sabemos como Abbott disfruta de lo políticamente incorrecto y sabe apretar donde más duele. En esta ocasión la relación entre Riley (menor de edad) y su amante (ya entrado en años) o la crudeza con la que termina su piloto pueden ser una mina de oro para alguien como el creador de Shameless.

Su público es claramente adulto, ya que violencia explicita e implícita no escasea. El tratamiento del personaje principal aun esta poco matizado, desconocemos si se dedicaba a esto cuando todavía era un hombre, si lo hizo para comenzar su transformación o si mantiene algún tipo de deuda con la mafia.

El apartado visual está muy cuidado, algo muy común en todas las series británicas y dota a los parajes rurales de un cierto tono onírico que relaja la de otra manera cruda situación. El cast de los niños es perfecto, muy sólidos. Y Chloë Sevigny aprovecha un papel hecho a medida para lucirse en el que las miradas profundas y los perfiles en parajes de curiosa belleza no hacen mas que realzar un trabajo francamente logrado. El aspecto algo andrógino de Chloë pocas veces le permite explotar su faceta mas femenina y es curioso que en un papel de transexual esto le sea mas fácil. Falta ver como avanzan las tramas y cual es la finalidad y el mensaje que quieren transmitir. Sería un error dejar de lado el mundo de los asesinos en serie  o la situación sentimental de la protagonista para centrarse en la vida familiar. ¿Terminará sacrificando su fuente de ingresos por la seguridad de los niños a su cargo? ¿Cómo reaccionara Ben al descubrir el pasado de Mia?.

—Puedes consultar otros estrenos veraniegos en nuestra Guía de Series Verano 2012