En esta época de clara crisis creativa en televisión —que por otro lado, también puede ser entendida como una maniobra oportunista— donde remakes, reboots y obvios homenajes comparten espacio con todo tipo de propuestas obviamente más originales, ha visto la luz una serie que sin duda ha venido a revindicar su lugar en estos tiempos que corren, al mismo tiempo que tratará de trasportar al pasado a una gran parte de su público. Como no, hablamos de Dallas, la continuación de la famosa telenovela de primetime que se emitió en la CBS entre 1978 y 1991 y que podremos ver en la estadounidense TNT este verano al mismo tiempo que en su filial española de mismo nombre, que emitirá su doble episodio inicial esta noche a las 22.30.
La cadena de pago española nos invitó esta semana a un espectacular preestreno en el centro de Madrid donde gran parte de la blogosfera televisiva española se reunió para disfrutar —disfrutar riendo, especialmente— con esta nueva propuesta. Con Dallas, la famosa familia Ewing regresa a televisión para volver a absorbernos con sus intrigas y sus luchas internas, aunque en esta ocasión la prole de J.R. y los suyos, con un nuevo reparto, es la principal protagonista, mientras que parte del reparto original se los come con patatas. Así, conocemos a John Ross Ewing III (Josh Henderson, Desperate Housewives), hijo de J.R. (Larry Hagman) y Sue Ellen Ewing (Linda Gray); y Christopher Ewing (Jesse Metcalfe, Desperate Housewives), hijo adoptado de Bobby y Pam Ewing; ambos, dos primos muy diferentes que lucharán por el control de Southfork, el rancho familiar. Cada uno de ellos tiene unos intereses bien distintos —petróleo o energías alternativas— y no dudarán en hacer lo que sea por ganar esta sucia batalla. También pululan por el reparto principal la novia de John Ross, Elena (Jordana Brewster, As the World Turns), y antigua novia de Christopher; la esposa de Christopher, Rebecca (Julie Gonzalo, Eli Stone); y la nueva mujer de Bobby, Ann (Brenda Strong, Desperate Housewives).
No apta para todos los paladares, la nueva Dallas tiene muy claro qué es lo que pretende conseguir: cautivar al público nostálgico de la serie original —no en vano tiene a gran parte del reparto principal de la antigua Dallas en cartel— y reivindicar el poder del culebrón de primetime que tan en falta hacía en la televisión actual. Viendo lo animados que estaban los compañeros que sí vieron la Dallas antigua, parece que recuperar el fenómeno fan de momento está dentro de las expectativas; y respecto a sus pretensiones como culebrón, aunque la época de Dallas, Dinastía o Falcon Crest hace tiempo que desapareció, parece bastante claro que esta nueva propuesta entra dentro de esa revisión del género que tan en boga está en la actualidad —Revenge y en otoño, Notorious—. Las miradas sospechosas, los puñales por la espalda y la traición han regresado, y Dallas tiene muy claro qué es lo que va a explotar.
Le hace falta ahondar más profundamente en una necesaria autoparodia —porque, aunque no lo parezca, se lo han tomado muy en serio— y darle más brillo al reparto original, pero Dallas cumple con lo prometido. Una serie perfecta para los fans de la serie original y de los culebrones, que recomendamos ver en compañía para que toda su exageración se pueda asimilar con el buen humor que merece.
Que alguien me corrija si me equivoco. Pero ¿no era el hijo adoptado de Bobby y Pam hijo biológico de J.R.?
ResponderEliminarNo he visto la serie original, pero he investigado un poco y no he encontrado quién es el padre, pero sí que la hermana de Sue Ellen, Kristin, acusó a J.R. de ser el padre biológico para chantajearle. A ver si alguien te puede ser de más utilidad.
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