Se iba a liar parda en las redes sociales, pero eso ya lo tenían previsto. De hecho, el que El País haya empezado a promocionar hoy —con suplemento semanal incluido— a través de su sección cultural online lo que promete convertirse en uno de los temas de conversación hasta mediados de julio —basta seguir el hashtag #GuerraDeSeries— y también motivo de discordia, parece un anticipo de los conocidos Juegos del Hambre, y no solo porque la conversación haya sido un bombazo en las redes sociales antes de la hora de comer. Es lo que tienen las listas, que como el estrés posvacacional sacan lo peor de nosotros mismos, especialmente cuando estamos en un país donde la cultura de la lista no está a la orden del día —aunque se montan unos fregaos de cuidado en Vaya Tele cuando sacan alguna—; en Estados Unidos sale todas las semanas algún Top 100 con las mejores series de la historia, se hace un poco de ruido y a otra cosa.
Pero en España es diferente [Spain is different, que diría Fraga], claro. Si al hecho de que no estamos acostumbrados a la cultura de la lista le sumamos el que la cultura televisiva tiene por definición nacional cada pie en un mundo distinto —uno, virtual e inestable; otro, establecido sobre el maltrato de la televisión nacional a la producción extranjera—, es obvio que se nos abre un conflicto mucho más amplio. ¿Cómo justificar cuál de esas 16 series de los últimos 30 años es la mejor —el listado completo aquí—, cuando el seriéfilo actual seguramente no conoce la mitad, y con suerte habrá visto un cuarto de ellas? De hecho, he visto enteras justo la mitad de ellas y me considero seriéfilo empedernido y, como un servidor, gran parte de aquéllos que tengan interés en votar seguirán las mismas consideraciones y acabarán votando a lo que conocen, a los títulos de moda o a los aclamados títulos de siempre. Y ganará Friends, claro.
Fuente: El País
Cuestión aparte es la que confronta las posiciones subjetivas y objetivas en cualquier listado, que es principalmente la discusión que más se ha seguido en las redes sociales. Todo el mundo quiere ver nombrada a su favorita sin importar aspectos tan medibles como la calidad o los logros cosechados por ellas, o imponderables como su impacto social —el fandom nos confunde, y mucho—, y es cierto que para ser una lista que habla de las mejores series de las últimas tres décadas se echan en falta a grandes nombres como Breaking Bad, The Shield, The X-Files y Battlestar Galactica; series que han calado en públicos juveniles como Buffy o Firefly; alguna que otra comedia más como Arrested Development, Roseanne o Cheers; o culebrones de siempre como Dallas, Dynasty o Falcon Crest. O lo que viene a ser lo mismo: una lista interminable de títulos, algunos más obvios que otros, pero que en el fondo llevan a una decepción lógica e irresoluble. No se puede contentar a todos.
Y lo mejor de todo es que aunque la lista la hicieran los usuarios —por cierto, eso sí estaría bien, fíjese usted— y se tuvieran en cuenta todos los aspectos que hacen de una serie la mejor de la historia, jamás se encontraría un título que agradase a todo el mundo, ni que en realidad convirtiera a una serie en la mejor. Porque la televisión no está hecha para un público universal sino para multitud de targets completamente distintos, y del mismo modo que en la dichosa lista de títulos de El País no está con seguridad alguna serie que echemos en falta, jamás habrá una serie mejor que la que nosotros, como espectadores finales, queramos. Aún así, votar me parece un ejercicio interesante así que no dejéis de hacerlo.
Oiga, que además todo tiene su punto positivo: nos hemos quejado a gusto —el deporte nacional— y los más avezados han encontrado en Twitter nuevos seriéfilos con los que compartir afición. Menos da Alcatraz [una piedra].
Más Filosofía seriéfila:
— (XI) Esas series que nadie ve
— (X) Fobia al compromiso
— (IX) El hype televisivo
— (VIII) La conversación estrella
— (VII) Recomendando una serie
— (VI) El guilty pleasure seriéfilo
— (V) Verlo todo o no ver nada
— (IV) El problema de las referencias a la cultura popular
— (III) Tumblr, el spoiler llevado al siguiente nivel
— (II) El daño de las comparaciones
— (I) Conflictos generacionales
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— (XI) Esas series que nadie ve
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Comparto bastante tu opinión. La gente está dejándose llevar por el sentimentalismo. Que he visto tweets de gente reclamando una posición para Firefly, por favor...Yo también me incluyo en alguna que otra indignación, pues creo que no me dejo llevar por las preferencias personales cuando echo en falta muchísimo a Breaking Bad y quizás veo demasiado pronto a Juego de Tronos, que es también una seriaza, todo sea dicho. Mucha gente no ha visto las series que figuran en la lista, pues como dices, el boom seriéfilo, sobretodo en nuestro país, empezó en 2004. Pero los ránkings siempre van más allá de si la serie es "buena" o no, sino a nivel de lo que ha aportado. Del mismo modo que Ciudadano Kane figura y figurará por mucho tiempo como la mejor película de la historia, a pesar de que fue un fracaso sonado en su tiempo y que ahora es difícil, muy difícil, de digerir, lo que ha aportado al nivel audiovisual ha sido apabullante. A ella le agradecemos la profundidad de campo, los contrapicados y que una sola palabra (Rosebud) definiera toda una historia, por ejemplo, del mismo modo que gracias a Los Soprano hoy tenemos Breaking Bad o Dexter. Aunque no me declaro fanática de ninguna de las "series emblema" como Six Feet Under o los mismos Soprano, reconozco que estaban muy adelantadas a su tiempo, por eso se merecen más un premio que, qué sé yo, Boardwalk Empire. Puede que de aquí 30 años...
ResponderEliminarSonia, pero si nos basamos en las aportaciones que las series de televisión han logrado por la cultura o técnicas televisivas actuales para hacer un ranking, está claro que no estaríamos eligiendo a la mejor serie de las tres últimas décadas, sino a productos mucho anteriores (Los Soprano de las películas de la mafia como la trilogía de El Padrino, por ejemplo). Aquello de que "todo ya está inventado" en la televisión es mucho más tangible porque ha bebido del cine durante décadas. Como bien mencionas, hasta Ciudadano Kane vale como referencia.
ResponderEliminarAl final lo que se escoge es lo que suena, lo que nos agrada y lo que más impacto ha tenido en la sociedad. Y sí, yo también estoy de acuerdo en que Breaking Bad tendría que haber sido incluida pero al fin y al cabo estamos hablando de una lista que ha hecho una persona o varias, que no dudo que hayan tratado de ser objetivas, pero que se nota a la legua que han tirado por los títulos de actualidad y por sus gustos personales. Y me parece correcto.
Evidentemente en tv no podemos recurrir a series que hayan innovado "técnicamente", pues como bien dices siempre ha bebido del cine, pero sí que series como Los Soprano mostraron que la tv podía dejar de ser la hermana fea del cine. Me refería a innovación de ese tipo. Por eso no creo que haya que irse tan lejos en el tiempo. Al fin y al cabo, series como Dallas o Falcon Crest no dejan de ser culebrones que a pesar de su popularidad no quitaron a la tv de su puesto segundón. Sinceramente creo que hasta la década de los noventa ninguna serie merece ser catalogada como mejor que cualquier película de cine.
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