Como ya explicamos aquí, Bunheads es uno de los estrenos más populares del verano. Creada por Amy Sherman-Palladino (Gilmore Girls), Bunheads empezó como una comedia ligera que nos sorprendió a todos con el imprevisible y prometedor giro del final del piloto, donde Hubbell (Alan Ruck) moría en un accidente de coche y dejaba a Michelle (Sutton Foster) viuda tras una boda rápida y una precipitada mudanza a Paradis, un pequeño, idílico —y aburrido pueblo—, en la costa de California.
Tras la muerte de su recién estrenado marido, la serie nos presentaba a una Michelle indecisa, que tiene que lidiar con Fanny (Kelly Bishop) la madre de Hubbel y también compañera de hogar. En un principio, parecía que la relación de estas dos mujeres aparentemente muy distintas —que en realidad no es así— no iba a ir por muy buen camino, pero pronto descubrimos que ambas forman un equipo muy especial.
Boo no ha cambiado demasiado desde que nos la presentaron como la tímida y torpe adolescente que quiere bailar pero siente que su cuerpo no es el adecuado y por ello admira a su amiga Sasha, a quien ve como su ideal. Boo es muy buena persona y nunca haría daño a nadie, pero también ha resultado un poco cargante. Su obsesión con el hermano de Melanie, Charlie, no llevaba a ningún sitio, así que al final le buscaron un chico similar a ella y la temporada terminó con una sincera —y pública— declaración por parte de ella.
Sasha es el personaje más interesante: tiene carácter, no se siente querida por su familia y sufrió varios encontronazos con Michelle y Fanny debido a su testarudez y cambios de actitud —incluso dejó el ballet y se hizo animadora—. Detrás de toda esta pose de rebeldía, Sasha es en realidad una chica con gran corazón y la mejor bailarina de todas, tiene un gran futuro por delante.
Ginny empezó con poco protagonismo: solo sabíamos que tiene un particular estilo a la hora de vestir —muy de niña anticuada— y que llevaba saliendo con su novio desde los ocho años. Pero después de escuchar las aventuras de Michelle, Ginny decidió cortar con su protector novio y se fijó en Charlie, quien a su vez también estaba interesado por ella. De todas maneras, parece que esa relación no llegará lejos.
Melanie es otra de mis favoritas, una simpática y larguirucha adolescente que nos hace reir con las discusiones que mantiene con su hermano, a quien no soporta. Lamentablemente, aparte de eso no conocemos más acerca de este personaje y estaría bien que fuera mejor desarrollado en los próximos capítulos.
De Fanny aprendimos que no es tan mala como parecía al principio y que no le costó mucho superar la muerte de su hijo —las cosas son así, la tristeza no dura más allá del segundo episodio—. Sin embargo, encontró en Michelle una pizpireta ayudante para la academia de baile y también se nos presentó a Michael, un hombre con quien mantiene una relación casual desde hace muchos años. Por otro lado, el personaje de Fanny no ha aparecido en todos los capítulos y esperemos que no se deshagan de ella, ya que en mi opinión es uno de los mejores personajes.
Michelle, la protagonista. La vimos coquetear con el vecino misterioso, con un director de teatro y finalmente, con el desaliñado camarero. Además, empezó a dar clases en la escuela de danza cuando vio que no deseaba volver a Las Vegas y descubrió que no se le daba nada mal. Tiene una personalidad muy particular, habla mucho y rápido, y nos encanta. También tiene una parte oculta, está bastante perdida y no sabe qué quiere hacer realmente con su vida.
Los Bailes
Hemos tenido como mínimo, un número musical en cada capítulo, casi siempre acorde con la temática de cada uno: el baile de Fanny y Michelle, el número para despedir a Hubbell, El Cascanueces y diversos más. Pero el que más (me) nos impactó y encantó fue el protagonizado por Sasha al final del capítulo seis, al ritmo de Istambul (not Constantinople), posiblemente porque no venía a cuento de nada y nos mostraba a una Sasha oscura y cautivadora.
El Final
Después de una corta temporada, Bunheads terminó su décimo capítulo con un tono bastante dramático. Después de un caótico estreno de El Cascanueces en el que Michelle accidentalmente cegó a las pequeñas bailarinas (gran escena), todos acabaron en el hospital, Michelle discutió con Fanny y se vio claro que las madres no la querían como profesora debido a su personalidad y actitud. Además, Michelle tuvo una especie de sueño en el que aparecía Hubbell y llegó a la conclusión de que había cambiado la vida de los habitantes de Paradise para mal, por lo que decidió marcharse mientras sus entregadas alumnas recreaban la mítica escena final de El club de los poetas muertos.
Obviamente, con este cliffhanger, la serie merece continuar y parece que nuestras plegarias han sido escuchadas, puesto que Bunheads ha conseguido más capítulos que seguramente se estrenen este invierno.
P.D ¿Soy la única que esperaba un repentino embarazo de Michelle después de a muerte de Hubbel?
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