Intentar traducir el humor británico a la televisión estadounidense puede llegar a ser realmente desastroso. La comedia no es la única que sufre errores de transcripción sino que existen muchos casos similares como la fallecida Skins o la inconclusa adaptación estadounidense de Misfits, que no consiguen llevar a cabo su cometido. El problema se debe al intento fallido de MTV por "crear" una serie que pretenda ser irreverente y original, sin llegar a serlo. A pesar de todo, con la version estadounidense de The Inbetweeners aún podemos hacer uso del producto exportado.
En ambas versiones, la trama describe las andanzas de cuatro estudiantes que prefieren no considerarse perdedores, aunque de hecho lo sean. El plan es básico, e incluye subir la escalera social tan temible del bachillerato, pero lo más importante para ellos es perder su virginidad. Aquí introducimos a Will, el chico nuevo que vino de un colegio particular, por lo cual actúa diferente (llevando un maletín y una americana lo cual es suficiente para saber que no encaja). Will intenta conseguir ayuda de sus nuevos amigos: Simon (el "normal"), Neil (el estúpido) y Jay (el gordo fanfarrón). Sus estereotipos son simples y poco interesantes.
No pude evitar comparar ésta versión de The Inbetweeners con Awkward. Ambas abordan temas similares y las reflexiones mentales de sus protagonistas acompañan las historias de un modo soportable. Incluso podría ver a Jenna siendo parte del grupo, con su actitud pasiva y todo eso, porque como adolescentes comparten un mismo problema, la inseguridad. La única diferencia yace en el enfoque de sus audiencias. También podemos compararlos con cualquier otro grupo de jóvenes guarros como los muchachos de Project X o Superbad. La semejanzas son vastas.
The Inbetweeners puede no tener la prolija escritura de su antecesora británico, y las actuaciones no destacan demasiado pero aún podemos verle el lado amable con temas bastante comunes: Los líos con los padres, las declaraciones de amor desesperadas y las borracheras bochornosas tapan esas feas grietas que quedaron al exportar el producto europeo. Después de todo, es una serie dirigida al público masculino, uno de los más discriminados en la televisión actual.
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