No estoy de broma. Si hay un piloto, e incluso una serie, que me haya sorprendido esta temporada, ha sido The Neighbors.
Era fácil imaginarse lo peor. De la mente de Dan Fogelman, reconocido por sus guiones para sendas animaciones de la Disney, salía una comedia familiar sobre una familia que se muda a un barrio más pudiente —crisis, ¿qué crisis?— en el que descubren que sus vecinos no solo son un poco raritos, sino que son unos extraterrestres que llevan diez años atrapados en la Tierra. ¿Quién compraría esto? ¿la NBC?
Quizás lo mejor de ver pilotos como el de esta serie, es que al enfrentarte sin expectativas a su propuesta siempre puedes descubrir cómo funcionan los prejuicios, inevitablemente dañinos en casos como el de las series de televisión. Si, además, no solo descubres que The Neighbors no es tan cutre como parecía sino que incluso es capaz de hacerte gracia, ya es el acabáramos. ¡Vaya sorpresa!
Esta serie, que mezcla la más reciente Suburgatory con la famosísima 3rd Rock from the Sun, sin duda no cuenta con actores de gran renombre —tal vez Jami Gertz—, grandes presupuestos ni posee grandes pretensiones, pero tan solo por la sinceridad de su mensaje y la facilidad con la que se desarrolla —los extraterrestres, como humanos, no podrían estar mejor caracterizados, con su acento inglés y nombres de deportistas famosos— es capaz de ofrecer un producto simple que según los gustos puede incluso acabar por hacerte llorar de la risa. Y si no me creéis, echadle un vistazo al tercer episodio de la serie.
Nota adicional: vale, reconozcamos que el hijo raro da grima, que los aliens están mal diseñados y que ciertas cosas no funcionan por muchas ganas que le echen... pero yo la comparo con algunas joyitas como Partners y me alegro de seguir viéndola.
Totalmente de acuerdo. Los estrenos de comedia dan, como el hijo pequeño, grima. Me quedo con The neighbors, porque ni Partners, ni Ben and Kate me están enganchando... ¿Es manía mía o este año los estrenos, en general, no son nada del otro mundo?
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