The Walking Dead S03E01. Seed

Parece que no les echaríamos de menos después de haber criticado todo lo criticable de su segunda temporada, pero por fin The Walking Dead está de regreso y, sin lugar a dudas, de mejor forma que nunca. ¡Y encima ha batido su propio récord de audiencia!

No sé si es que la controversia comics-serie ha quedado de lado o que este primer episodio ha sido capaz de sostenerse con un ritmo adecuado, pero a mi parecer todo lo que la serie nos había prometido en su piloto ha podido cumplirse, por fin, en este primer episodio de la tercera temporada. Zombis, acción, terror —esos pasadizos oscuros—, nuevas facetas para nuestros personajes y un futuro muy prometedor y lleno de horrores.

Nos despedimos de la segunda temporada con nuestro grupo de supervivientes más solo y confuso que nunca. Su salvador, Rick —al que jamás le cogeré el punto como protagonista— había decretado el fin de la democracia y bajo su ricktadura nuestros personajes han deambulado durante meses por las tierras perdidas de Georgia viviendo tan solo para poder seguir contando los días de su miserable vida. No obstante, ya no ha discusiones ni peleas, pero sí un resquemor aparente y muchas dudas en los seguidores de Rick. Veremos si eso les pasa factura más adelante.

Acribillando a decenas de zombis con total inmunidad y ningún escrúpulo, nuestro grupo llega por fin al escenario que los seguidores de la saga esperábamos como agua de mayo: la cárcel. Si todo sale según lo previsto, y a juzgar por este episodio eso parece, la cárcel nos va a traer las escenas más interesantes de toda la serie. La fortaleza, si es que algún día son capaces de dominarla, le dará a los supervivientes un lugar seguro —no de momento, y si no que se o digan a Hershel— donde puedan seguir viviendo un día más. Pero, ¿estarán solos en esta aventura o tendrán que compartir su nuevo palacio con otras personas? De momento, esos cinco presos que aparecen al final del episodio sugieren lo segundo.

Tampoco nos podemos olvidar del que será el personaje estelar de esta temporada: Michonne. La mujer afroamericana, con una katana en la mano y en la otra dos zombis-señuelo, rescató a Andrea de una muerte segura y desde entonces han estado juntas. Ahora, la rubia tiradora parece que está pasando por sus peores momentos y Michonne accede a llevársela del oscuro tugurio que era su hogar, a la espera de encontrar un lugar más seguro para ambas. Esta relación, en mi opinión, puede abrir unas posibilidades muy interesantes para la serie y, personalmente, me ha gustado mucho este primer enfoque. Por otro lado, me esperaba a una Michonne mucho más terrorífica y misteriosa, y aunque creo que Danai Gurira cumple sus funciones, todavía le queda mucho por demostrar.

Quitando algunos de los defectos de siempre, como algunas profundizaciones en personajes algo innecesarias, au—Lori, cállate— o algunos giros que no funcionan del todo —Daryl coqueteando con Carol y quejándose de Rick—, me ha parecido un episodio soberbio, repleto de acción, sangre —casi echo la papilla con lo de la pierna de Hershel— y oscuridad. Que levante la mano quien se haya sorprendido con la notable pérdida de humanidad de estos humanos, hasta el punto que el pequeño Carl parezca un terrorista en potencia.

En definitiva, un buen capítulo que promete darle esa deseada vuelta de tuerca a esta historia y que expone con su toque característico el enorme potencial que le depara a esta temporada. ¿Qué os ha parecido? ¿os ha reconquistado The Walking Dead?

Promo S03E02. Sick