5 razones para ver The Hour

Hace algo más de dos semanas, la serie de época —sí, es de época— que tanto nos sorprendió en julio de 2011, regresaba por fin con su segunda temporada para calmar nuestras ansias de The Hour, un drama perfectamente ambientado lleno de atractivos que, sin duda, te sorprenderá si aún no lo has visto. Si es así, te dejamos con cinco razones por las que deberías darle una oportunidad a esta serie.

1. Aunque la intenten comparar con Mad Men, no tiene nada que ver con ella: ya hablamos de el daño de las comparaciones en su momento, así que no es ninguna sorpresa que nos moleste que en un principio definieran a The Hour como la "Mad Men británica". Comparten épocas similares, luego es lógico que también compartan ciertos argumentos y todo tipo de características ambientales, pero no por ello tienen que tener otra relación. The Hour nos cuenta las peripecias de uno de los primeros noticiarios televisivos semanales y cómo sus personajes se desenvuelven a través de las tensiones de su época y de sus propios conflictos. Poco más tiene que ver con la serie de AMC.


2. Romola-cómo-mola, McNulty, Q y otros: personalmente, encuentro que su trío protagonista es una de sus grandes atractivos y, curiosamente, sólo muestran su verdadero potencial cuando están todos en la misma escena explotando todas las tensiones posibles —algunas de sus tramas por separado no llegan a funcionar del todo, en realidad—. Romola Garai (The Crimson Petal and the White) como Bel Rowley, la productora de The Hour; Ben Wishaw (Skyfall) como su inteligente mano derecha Freddie Lyon; y Dominic West (The Wire) como el bien posicionado Hector Madden, que se convierte en el presentador del programa, son el alma de The Hour. También destacar a Lix Storm, interpretada por Anna Chancellor (Hidden); Marnie Madden, interpretada por Oona Chaplin (Game of Thrones); o a Angus McCain, interpretado por Julian Rhind-Tutt (Stardust).





3. Es de la BBC, para lo bueno y para lo malo: siendo sinceros, lo malo es relativamente inocente, y es que las series británicas y especialmente las de la cadena pública BBC, son famosas por su escasa promoción, lo que implica que muchos de los seguidores de The Hour quizás ni os habíais enterado de su regreso hace dos semanas. Pero la BBC también es famosa por firmar obras televisivas de gran calidad, y The Hour entra en esa lista de producciones. Una ambientación de gran precisión, una fotografía excelente y un guión de gran calidad son las principales señas de identidad de la BBC, así como de The Hour. 


4. Un toque Hitchcock: no es casualidad la connotación hitchcockiana de The Hour, no en vano la edad dorada del director coincide históricamente con el periodo histórico de la serie. Así, numerosos elementos del cine de Hitchcock también se materializan en The Hour. Tenemos a una rubia protagonista, ingentes dosis de suspense —aunque no sean constantes, ni mucho menos—, la presencia de una madre bastante dominante —en el caso de Bel—, personajes que cambian de bando, falsas identidades, acusaciones erróneas... Veremos si el argumento de la segunda temporada no es sino un magcguffin como una catedral.


5. Una serie dramática, romántica, histórica: los espectadores de The Hour encontrarán en ella un interesante cóctel formado por un conjunto de personajes tremendamente característicos, las peculiaridades de un triángulo amoroso bastante ambiguo así como otras interesantes relaciones, todo ello fundido en un contexto histórico que es casi un protagonista más de la serie; los problemas sociales y políticos de aquella época son totalmente relevantes, y van de la mano con la percepción que tienen los personajes de su propio entorno. El equipo de The Hour tendrá que luchar para sacar adelante su propio programa en una época de desconfianza y miedo llena de complejos. 

La segunda temporada de The Hour comenzó hace dos semanas y por el momento poco a nada tiene que ver con la primera. Los grandes temas de antes han sido sustituidos por otros mucho más triviales y comunes en otras series —por ejemplo, la prostitución o el racismo—, y parece que con este cambio de rumbo van a querer profundizar en unos personajes que, queramos o no, no conocíamos del todo. Especialmente, parece que los secundarios están cobrando forma —papelón de Oona Chaplin, por cierto— mientras que la bomba de relojería entre los tres protagonistas comienza a contar segundos para darnos una sorpresa. De momento me está encantando y sé que todos vosotros la podréis disfrutar, así que no dudéis en darle una oportunidad. No os arrepentiréis.

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