Pero más allá de las tramas rocambolescas, uno de los puntos fuertes de Homeland son sus personajes que nadan en un mar de tonos grisáceos, sin llegar a saber con certeza quiénes son los buenos y los malos, dado que todos juegan bajo su propio código moral. Por eso mismo, retomamos el «moralómetro» con el fin de analizar las razones y las consecuencias morales de los actos de cada uno. De este modo, dividiremos a los personajes en cuatro grupos diferentes.
No hace falta decirlo pero: ¡Atención, spoilers!
Carrie Mathison
Esta espía de la CIA con un trastorno bipolar está totalmente obsesionada con acabar con el terrorismo islámico. Su mejor y peor virtud quizá sea su flechazo con Brody que le llega a acarrear momentos realmente terribles. Aún así, ella confía en las personas y en su propio juicio y a pesar de que muchas veces sus métodos sean un poco ortodoxos e impulsivos, no actúa más que por el bien común y el deseo de sentirse valiosa en algo por lo que daría la vida. Quizás por eso nunca haya tenido reparos en enfrentarse a sus superiores y a las consecuencias de sus actos. Un personaje brillante, de decisiones más o menos cuestionables, pero sin ningún tipo de maldad.
Saul Berenson
Mentor de Carrie, Saul destaca por su tranquilidad y saber estar. A pesar de la cantidad de situaciones complicadas en las que se ha visto envuelto, siempre mantiene la cabeza fría. Y al igual que su pupila, siempre actúa con el fin de ayudar, de hacerlo lo mejor posible, sin ambiciones. Ayudó a Carrie con su alocada, pero cierta, teoría hasta que el asunto se les fue de las manos y ahora participa activamente para subsanar el error que sólo Carrie quiso creer. Hasta ahora siempre ha mostrado lo mejor de él y ha dejado muy clara su postura, al contrario que su compañero de batallas David Estes. Espero que no nos llevemos ningún disgusto con este entrañable personaje.
Dana Brody
La mayor de los Brody ha demostrado diferentes caras a lo largo de la serie. Al comienzo pudimos ver cómo era la única que intentaba entender y apoyar a su padre, recién llegado del cautiverio a pesar de lo difícil que pudiera resultar tanto para él como para ella. ¿Lo que le llevó a ello? Seguramente curiosidad por ver en qué se había convertido su padre, sobre todo al ver el rechazo de su madre y las ganas de ir contracorriente. Pero según avanza la serie podemos ver cómo se van cambiando las tornas, gracias a las incongruencias de su padre. Además, demostró ser muy valiente al querer denunciar el atropello y aceptar la consecuencia de sus actos. Una pena que, en realidad, ella no tuviera ni voz ni voto.
Jessica Brody y Mike Faber
El único pecado de Jessica Brody y Mike Faber fue enamorarse al dar por muerto al marido de la primera y mejor amigo del segundo. Si es que eso se puede considerar un pecado, claro. Más bien, algo inevitable. Aún así, el problema reside en qué no supieron enfrentarse a la verdad cuando Brody regresó. Y así comenzó aquel tira y afloja que terminó con Mike con un ojo morado y Jess tirándose de los pelos. A pesar de ello, las intenciones de los dos nunca fueron malas. Una de las tramas más impopulares de la serie, y que parece que vuelve a aflorar después del último capítulo.
Por un lado está Jess, que después de cortar totalmente su relación con Mike, intentó volver a ser la devota mujer que el marine tuvo en su día. Pero la desconfianza y las mentiras de Brody hicieron mella en ella, y nunca ha llegado a comprender (esto también es culpa de Brody) por lo que de verdad está pasando su marido. Un personaje en ocasiones irritable que intenta ejercer su rol de madre lo mejor posible. Los lujos y la vida política nunca fueron uno de sus mayores intereses y al igual que Brody y Dana, desdeña los trapicheos y tapaderas que el Vicepresidente se pueda traer entre manos.
Por otro lado estaría Mike, un personaje totalmente inofensivo que no empieza a dudar de su mejor amigo hasta la segunda temporada. Desde el principio deja muy claro que sus únicas motivaciones son Jess y sus hijos y que todo lo que hace y hará será por ellos. Aunque eso incluya investigar por detrás y de mala manera al que antes fuera su compañero de batallas.
No hace falta decirlo pero: ¡Atención, spoilers!
Cegados por la justicia
Carrie Mathison
Esta espía de la CIA con un trastorno bipolar está totalmente obsesionada con acabar con el terrorismo islámico. Su mejor y peor virtud quizá sea su flechazo con Brody que le llega a acarrear momentos realmente terribles. Aún así, ella confía en las personas y en su propio juicio y a pesar de que muchas veces sus métodos sean un poco ortodoxos e impulsivos, no actúa más que por el bien común y el deseo de sentirse valiosa en algo por lo que daría la vida. Quizás por eso nunca haya tenido reparos en enfrentarse a sus superiores y a las consecuencias de sus actos. Un personaje brillante, de decisiones más o menos cuestionables, pero sin ningún tipo de maldad.
Saul Berenson
Mentor de Carrie, Saul destaca por su tranquilidad y saber estar. A pesar de la cantidad de situaciones complicadas en las que se ha visto envuelto, siempre mantiene la cabeza fría. Y al igual que su pupila, siempre actúa con el fin de ayudar, de hacerlo lo mejor posible, sin ambiciones. Ayudó a Carrie con su alocada, pero cierta, teoría hasta que el asunto se les fue de las manos y ahora participa activamente para subsanar el error que sólo Carrie quiso creer. Hasta ahora siempre ha mostrado lo mejor de él y ha dejado muy clara su postura, al contrario que su compañero de batallas David Estes. Espero que no nos llevemos ningún disgusto con este entrañable personaje.
Dana Brody
La mayor de los Brody ha demostrado diferentes caras a lo largo de la serie. Al comienzo pudimos ver cómo era la única que intentaba entender y apoyar a su padre, recién llegado del cautiverio a pesar de lo difícil que pudiera resultar tanto para él como para ella. ¿Lo que le llevó a ello? Seguramente curiosidad por ver en qué se había convertido su padre, sobre todo al ver el rechazo de su madre y las ganas de ir contracorriente. Pero según avanza la serie podemos ver cómo se van cambiando las tornas, gracias a las incongruencias de su padre. Además, demostró ser muy valiente al querer denunciar el atropello y aceptar la consecuencia de sus actos. Una pena que, en realidad, ella no tuviera ni voz ni voto.
Pecados carnales
Jessica Brody y Mike Faber
El único pecado de Jessica Brody y Mike Faber fue enamorarse al dar por muerto al marido de la primera y mejor amigo del segundo. Si es que eso se puede considerar un pecado, claro. Más bien, algo inevitable. Aún así, el problema reside en qué no supieron enfrentarse a la verdad cuando Brody regresó. Y así comenzó aquel tira y afloja que terminó con Mike con un ojo morado y Jess tirándose de los pelos. A pesar de ello, las intenciones de los dos nunca fueron malas. Una de las tramas más impopulares de la serie, y que parece que vuelve a aflorar después del último capítulo.
Por un lado está Jess, que después de cortar totalmente su relación con Mike, intentó volver a ser la devota mujer que el marine tuvo en su día. Pero la desconfianza y las mentiras de Brody hicieron mella en ella, y nunca ha llegado a comprender (esto también es culpa de Brody) por lo que de verdad está pasando su marido. Un personaje en ocasiones irritable que intenta ejercer su rol de madre lo mejor posible. Los lujos y la vida política nunca fueron uno de sus mayores intereses y al igual que Brody y Dana, desdeña los trapicheos y tapaderas que el Vicepresidente se pueda traer entre manos.
Por otro lado estaría Mike, un personaje totalmente inofensivo que no empieza a dudar de su mejor amigo hasta la segunda temporada. Desde el principio deja muy claro que sus únicas motivaciones son Jess y sus hijos y que todo lo que hace y hará será por ellos. Aunque eso incluya investigar por detrás y de mala manera al que antes fuera su compañero de batallas.
¿Héroe o villano?
Nicholas Brody
El personaje más controvertido por excelencia, el marine y congresista Nicholas Brody. La relatividad moral personificada. ¿Un traidor a su patria o un pobre hombre torturado y manipulado? Es difícil ponerse en la piel de una persona que fue torturada hasta la extenuidad, atormentada durante años para acabar abrazando la religión de sus maltratadores y ayudándoles en su causa. Sus actos son condenables, al igual que el mar de mentiras en el que se ha sumergido, pero tampoco podemos definir a Brody como un personaje que rezume maldad. Más bien confusión. Llegó a un país para luchar contra el terrorismo que invadía su patria y se encontró con que su hogar también atentaba contra civiles sin ningún tipo de remordimiento. A lo largo de la segunda temporada hemos podido ver a un Brody ambiguo, del que todavía no podamos afirmar a qué bando pertenece, a cuál es leal. Parece querer hacer lo correcto ayudando a la CIA a evitar más muertes innecesarias pero es evidente que todavía tiene rencores y pensamientos cruzados que le recuerdan la muerte de Issa. Hemos visto sus debilidades y sus miedos, el deseo de acabar con todo de una vez. Y cuando parecía despuesto a rendirse, Carrie fue la única que le tendió la mano. ¿Es su amor por Carrie tan puro como el que ella profesa por él? ¿Será Carrie su salvadora? Todavía quedan tres capítulos para demostrarnos verdaderamente cuáles son sus intenciones y si está dispuesto a aceptar las consecuencias de sus actos.
Nublados por la ambición
David Estes
A lo largo de la serie no hemos podido ver demasiado sobre este personaje, pero en el último capítulo emitido hemos podido apreciar algo bastante interesante. Al igual que Saul y Carrie busca condenar el terrorismo, pero siempre apoyado desde el lado político. Su relación con el Vicepresidente y y su ambición por avanzar en su carrera laboral son sus prioridades y Brody, del que desconfía plenamente, es un agujero en su maravilloso plan. Está claro que es sólo un peón más en el gran mundo de la política, pero lejos de parecerse a Saul, ha decidido participar gustosamente en ese entresijo de mentiras cueste lo que cueste.
Peter Quinn
Poco sabemos de Peter Quinn, personaje recién introducido en la serie y del que estamos descubriendo pequeños secretos. Podemos afirmar que desconfía plenamente en Brody y que su misión (como vimos en Two Hats) tiene mucho que ver con él. Estes lo dejó muy claro: "Está aquí para matar terroristas, igual que nosotros". ¿Pero a qué precio? Todavía desconocemos sus motivaciones y sus razones, puede que también sean por ambición y ganas de avanzar en el terreno laboral como su compañero. Lo que sí que sabemos es que no dudará en hacer lo que le manden, sin que ello parezca afectarle de ninguna manera. A sus ojos, sólo está devolviendo un golpe a su enemigo.
La cúspide del mal
William Walden
Y en el punto más alto de lo moralmente inaceptable tenemos al vicepresidente William Walden, que junto a Roya Hammad y Abu Nazir forman el eje del mal. No sólo actúa por su propio bien y con el fin de aspirar a la presidencia, sino que no le importa qué necesite hacer para conseguir su meta. Nos lo dejó muy claro cuando sobornó y encubrió el atropello de su hijo, por el daño que podría causar a su imagen. El atentado en el que murió Issa junto a cientos de inocentes le importó lo más mínimo. Para él sólo es una forma de venganza después del 11S, de lucha interior. No quiere ver, o le da igual, que actuando de ese modo es igual que su enemigo, al que condena públicamente. Un personaje ambicioso y con demasiado poder que es capaz de hacer cualquier cosa con tal de llegar a ser Presidente de los EEUU.
Roya Hammad
Poco podemos decir de la periodista Roya Hammad, salvo que es fiel a la causa de Nazir. ¿Sus razones? Las desconocemos, pero seguramente sean el fanatismo y el odio hacia la patria americana. Al igual que Walden y Nazir no parece importarle atentar contra vidas humanas con el fin de vengar a su país. No podemos afirmar si ella lo hace por ambición o simplemente por creencias, pero está bastante convencida de que lo que hace está bien, a pesar de que las consecuencias sean graves.
Abu Nazir
El antagonista de la serie, el villano por excelencia: Abu Nazir. Sus creencias no parecen conocer límites. Tanto, que son muchos los que se han unido a su causa, entre los que se encuentran Nicholas Brody. Está claro que Nazir manipuló a un enfadado Brody para usarlo para fines propios. La muerte de Issa no fue premeditada, pero el jefe islamista no dudó en usar el nombre de su propio hijo para hacer la guerra. Este personaje ambicioso y manipulador sólo quiere la venganza para su pueblo, aunque ello cueste la vida de inocentes. Al igual que Walden, no se da cuenta de que él, al perpetrar esos atentados, es tan culpable como su enemigo. Veremos hasta dónde llega la fe de Nazir.
Muy fan y bastante de acuerdo, aunque creo que hay algunas cosas que tienen que salir a la luz para analizar a ciertos personajes (Quinn, Roya —creo que no es esencialmente malvada, sino ambigua—, Estes...)
ResponderEliminarMuy interesantes todos los puntos de vista. Yo con esta serie tengo grandes dificultades para diferenciar el bien y el mal. Todos tienen sus motivaciones y todos cometen errores. Muy complicado de valorar todo... pero me ha convencidos todo lo que has puesto.
ResponderEliminarYa, es que para Roya y Quinn ha sido difícil porque a penas se saben cosas sobre ellos, sus razones o motivaciones.
ResponderEliminarLa verdad es que la serie nada en la ambigüedad y es algo que me encanta, la verdad.
Reflexiones muy interesantes. Como comentáis los otros, la ambigüedad marca el tono de la serie. Creo que esa línea fina entre el bien y el mal, esa dificultad para diferenciarlo es lo que más caracteriza a esta serie. Son personajes muy bien construidos y con un cast magnífico.
ResponderEliminarGenial artículo, así como lo fue también el de Mad Men en su día. Es muy importante analizar la moral que se presenta en esta serie para entender el gran problema de la guerra y el terrorismo que hoy día vivimos. Me parece genial que una serie americana plasme el hecho de que en una guerra nunca hay un bando bueno. Brody representa todos esos chavales que engañan para que se alisten al ejército con la excusa de luchar por el bien, pero luego llegan allí y ven que la realidad es mucho más difusa. Coincido en los comentarios de por aquí, no considero a Roya malvada. Habría que saber más de ella, ya que es un tanto curioso que una joven con estudios y carrera laboral luche por los talibanes, que no respetan ni un solo derecho a la mujer.
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