Fuente: The Sydney Morning Herald
Aunque estamos en unas fechas muy señaladas para la bondad y la comprensión, todas estas buenas intenciones parecen derrumbarse cuando comienzan a publicarse las listas de lo mejor y lo peor del año. No hagáis como que no os sentís identificados porque todos hemos soltado un "vaya mierda" ante más de una lista cuando ésta no coincidía con nuestras percepciones y gustos. Yo el primero. Quizás por esa razón me mostré un poco reticente cuando en la redacción finalmente decidimos que ya era hora de que en TV Spoiler Alert publicáramos nuestras listas seréfilas del 2012.
En más de una ocasión he opinado sobre lo que implica hacer listas o elegir cuál es la mejor serie de la historia; se trata de un proceso harto complicado y siempre implica moverse en arenas movedizas, y es que para un medio online que está en contacto constante con su público, la retroalimentación puede ser tremendamente negativa. La cultura de la lista está basada en posiciones subjetivas ocultas bajo una intención de objetividad, y es que por muchas vueltas que le demos o por muchas opiniones que se tengan en cuenta para elaborar los temidos top ten, la realidad es que el resultado nunca contentará a todos los lectores, con todas las consecuencias que ello puede tener.
Este año, para elaborar estas listas, en la redacción hemos tenido más de una acalorada discusión por elegir los puestos de cada una de ellas; discusiones que podríamos decir que dejan en bragas a las típicas disputas de las cenas navideñas familiares. Todos queríamos que nuestras series aparecieran en las listas, y todos queríamos dejar constancia de nuestras preferencias, y como es normal el proceso no ha sido fácil. No obstante, al final se han hecho todo tipo de concesiones principalmente porque, y afortunadamente para nosotros, todos los redactores tenemos diferentes gustos y vemos series destinadas a diversos públicos, por lo que hemos podido poner cierto orden a todo este jaleo y sacar unos listados de los que estamos bastante orgullosos, que siguen siendo totalmente subjetivos, pero algo más objetivos que si los elaboráramos individualmente. Y en general habéis respondido bien.
No obstante, también hay que señalar que no todo el público ha estado de acuerdo —lo cual es totalmente razonable y muy sano—, y que entre todos ellos ha habido ciertas personas que se lo han tomado a la tremenda, como si estas listas fueran un ataque a la raza humana y a la integridad de la sociedad, como si fueran algo más que una subjetiva selección de preferencias para señalar lo más destacado del año. No daremos nombres, pero en Twitter se ve que el tema ha dado que hablar. Amigos, nos parece estupendo que no estéis de acuerdo con nosotros, pero parece que muchos olvidan que solo somos un blog de televisión, que no somos académicos de nada y que nuestras listas no aspiran a nada más que a dar nuestra opinión, al igual que todo lo que hemos escrito en el blog durante estos años.
Afortunadamente, lo bueno de la retroalimentación es que además de poder comentar nuestras listas y dejar comentarios negativos o positivos, también podéis escribir vuestras propias listas en estas secciones de comentarios y dar visibilidad a vuestra opinión, que es lo justo. Internet es de todos, dicen.
... y eso que todavía no hemos publicado la lista con los mejores dramas del año.
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