Esta semana toca, de nuevo, cambiar la hora. Al menos, de forma temporal y en los estudios de Rockefeller Plaza de la NBC. Nos encontramos en el año, por lo menos, 1986. Sólo si tenemos esto en mente podremos reírnos mínimamente con el último episodio del año de Saturday Night Live.
Live from New York, it's Saturday night!
"Sleep in heavenly peace"
Esta semana no empezamos con risas. La matanza de Connecticut estaba demasiado reciente como para pasarla por alto. Un coro de niños cantaron "Candle light" a capella en memoria de las 26 víctimas, 20 de ellas niños, que murieron a tiros en el colegio y que demuestra, una vez más, (y ya son demasiadas) que el mayor enemigo de Estados Unidos es él mismo, gracias a ciertas leyes que no tienen ni pies ni cabeza para el resto de la civilización del primer mundo.
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Episodio navideño. Así que ya estamos listos para cancioncitas aquí y allá. Como gran "hater" de la navidad, se me han puesto los pelos como escarpias en muchos momentos, pero la gran cantidad de cameos que suponen estas fechas lo compensa. Mientras el veterano cómico Martin Short cantaba a la promiscuidad típica (¿?) de la Navidad y se paseaba por todo el escenario y el backstage, pudimos ver a la gran Kristen Wiig en su primera aparición en el programa desde que lo abandonó. Samuel L. Jackson, Tom Hanks, Tina Fey o el mismísimo Lorne Michaels, entre otros, también se pasearon ante las cámaras.
Típico de estas fechas, y típico del humor de Martin Short, la mayoría de sketches tuvieron un corte blando y familiar perfecto para ver el capítulo mientras uno limpia la casa. Como ya he mencionado, la música tuvo una presencia excesiva, con sketches como "What up with that", al que le tengo (muy) poco aprecio.
"Ladies and gentlemen, Paul McCartney"
Tener a todo un Sir para despedir el programa hasta el año 2013, si es que llegamos, es todo un privilegio. Mucho más cuando en vez de las dos actuaciones habituales, McCartney nos obsequia con tres, la última de ellas, cómo no, un villancico con el coro de niños de acompañamiento. Pues ni aún así. La segunda actuación, con Dave Grohl en la batería, recuperando sus años de Nirvana, fue un gran despropósito. Demasiado rock duro para el que una vez formó parte de la banda de pop más grande del planeta. Sonido demasiado estridente, y algún que otro desafine.
Las pocas alegrías me las he llevado con Cecily Strong, cuya aparición en este programa demuestra la gran fortuna que está teniendo esta chica. En apenas unos meses, siendo una completa desconocida, ha conseguido crear un personaje recurrente en SNL, la "chica con la que no desearías haber empezado una conversación en una fiesta". No me cabe duda alguna de que su aparición en este capítulo ha sido todo un regalo y toda una garantía de que su paso por el programa puede no estar condenado al olvido (como de momento sí lo está siendo el de Tim Robinson y Jay Pharaoh).
En general, un programa bastante triste, teniendo en cuenta del gran arranque de temporada que ha tenido el programa. Aún así, el guión se ha ceñido a lo que rige el calendario. Tonterías, tonterías y más tonterías. Volvemos en enero con nada menos que con el estreno de Jennifer Lawrence. ¡Que comiencen los Juegos!
Stick around and we'll be right back!
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