Him and Her, romanticismo inglés

Una cena en un restaurante a la luz de las velas, un paseo bajo la luz de la luna, una rosa entregada en el momento oportuno... Oh, el amor romántico. Ese con el que Hollywood nos bombardea día sí y día también pero ¿es así cómo se desarrollan la mayor parte de las relaciones de pareja? Si tu respuesta a esa pregunta es no, Him and Her (BBC Three) es tu serie.

Steve y Becky, interpretados por Russell Tovey y Sarah Solemani, son una pareja de veintitantos que viven solos en su apartamento londinense. Vagos, irresponsables, nunca llegamos a saber de dónde sacan el dinero para sobrevivir y pocas veces se levantan de la cama, pero la cotidianidad y la intimidad de la pareja que nos muestra Him and Her pocas series la han mostrado antes. La gran química entre los dos actores principales ayuda mucho a que nos creamos a esta pareja, que vemos siempre en sus momentos más íntimos (no siempre en el sentido romántico del término, el cuarto de baño es un escenario bastante recurrente en la serie) o en los más cotidianos (la cama les sirve de sofá, mesa del comedor y lo que surja).

Una de las curiosidades de la serie es su desarrollo en tiempo real (30 minutos de episodio y de la vida de los personajes) y un solo escenario (el apartamento de Steve y Becky, compuesto por una cocina, una habitación y un cuarto de baño). La cámara se mete directamente en la vida de los personajes, sin pudor, para mostrar una visión de la vida de pareja diferente y con mucho sentido del humor.

Por supuesto, más personajes tienen cabida en ese pequeño apartamento. Por una parte tenemos a Dan (Joe Wilkinson), el vecino creepy, solitario, con cierta inclinación a robar y con un punto escatológico nada agradable, Shelly (Camille Codury, que muchos conoceréis por ser la madre de Rose Tyler en Doctor Who), Paul (Ricky Champ) y, por último pero no menos importante, Laura, la hermana de Becky, interpretada a la perfección por Kerry Howard. Laura es, probablemente, el personaje más molesto, desagradable, molesto, irritante y repugnante de la televisión. Es la definición de humor incómodo. Una mujer que oculta sus inseguridades bajo una capa de superioridad hacia todos los demás que siempre se traduce en su intención de dejarlos mal cada vez que surge la oportunidad. Un secundario que podría rozar lo caricaturesco peor que los guionistas son capaces de mantener a raya para crear un personaje de esos que no sabes si amas odiar u odias amar.

Tras tres temporadas de 6 capítulos cada una en antena, Him and Her se ha convertido para la que escribe en una imprescindible de la televisión británica. Cada temporada es mejor que la anterior (la tercera, que terminó esta Navidad pasada, ha sido la que mejor ha mezclado el humor con el retrato de la relación entre los protagonistas). Sabe combinar con inteligencia el humor incómodo inglés (sin llegar a la vergüenza ajena que pueden alcanzar autores como Ricky Gervais) con una visión del romanticismo o, más bien, del anti romanticismo muy diferente a lo que la televisión nos tiene acostumbrados, mucho más cercana, real y sucia pero a la vez tierna y esperanzadora. En el amor, no todo son buenas caras, glamour y romance y Him and Her nos muestra con humor cómo eso no tiene por qué ser malo.