Una serie basada en el libro más traducido, distribuido e influyente de la historia de la humanidad poca novedad nos puede ofrecer a los que lo conocemos bien, pero siendo eso cada vez más una rareza entre las nuevas generaciones, esta miniserie puede resultar muy útil para los que se resisten a conocer las historias que ocupan más de 1500 páginas que han servido como base teocrática para los tres grandes grupos religiosos monoteístas: judaísmo, cristianismo e islam.
Muchos documentales han intentado excavar en los grandes misterios de este antiguo libro. Así que entendíamos que hacer una serie de él implicaría algo más que narrar, simplemente, historias más que conocidas. Entendíamos que hacer una serie de él implicaría dar vida a las páginas tal como las personas han tratado el libro: como una serie de historias capaz de transformar el modo de vida de alguien. Tras ver el magnífico trailer, pensábamos, básicamente, que los personajes no serían planos, pensábamos que los grandes milagros perpetrados por Moisés irradiarían más fuerza, pensábamos que las escenas de lucha serían más violentas... en fin, pensábamos muchas cosas.
Pero los responsables creyeron, lícitamente, que, con contar con un presupuesto boyante era más que suficiente para satisfacer a una audiencia que, sea como fuere, sería abundante. Y es que los 13 millones de personas que respaldaron la season premiere, aparte de superar las expectativas de todos, abren un debate que se viene calentando hace tiempo: ¿qué papel cumplen las networks cuando un canal temático puede triplicarles en audiencia? Desde luego el planteamiento televisivo debe cambiar, pero esto es una discusión que retomaremos en otros momentos.
No es tarea fácil adaptar todo el conjunto de la Biblia (los documentales y películas se han basado, mayormente, en porciones de ésta), así que ese esfuerzo no va a ser echado por tierra. Lo que se espera que es los efectos especiales (perfectos técnicamente pero carentes de emoción) ayuden a crear una historia más poderosa que productos de hace, como mínimo, diez años. Sin ir más lejos, El Príncipe de Egipto, una mera producción de animación, logró un impacto mucho más poderoso en la ya de por sí impactante secuencia de la división del mar Rojo efectuada por el hebreo Moisés, probablemente también por contar con una perfecta banda sonora de la que el producto de History Channel carece por completo.
Aún así, el inicio de esta miniserie sí que ha contado con partes brillantes, como su magnífico prólogo, que narra varios versículos del Génesis de la boca de Noé, haciendo un breve repaso visual desde la creación del mundo y la expulsión de Adán y Eva del paraíso hasta al propio Noé y su familia en el arca. También cuida matices insinuados pero no mencionados en la Biblia, como la muy probable falta de fe de la mujer de Lot, que nos conduce de manera más fácil a su trágico final convertida en estatua de sal a las puertas de Sodoma. Pero tampoco nos olvidamos de la excesiva sobreactuación del patriarca Abrahán.
Estrenada estratégicamente este año en marzo, coincidiendo con la pascua judía y muerte de Jesús, no esperamos que la audiencia disminuya, pero sí esperamos que el milagro de History Channel consiga dar más vida en sus próximas ediciones a unas páginas que dan vida a millones de personas en todo el planeta.
Jamás pensé que algo nuevo de esta temática pudiera atraer a tanta gente OTRA VEZ. ¿Se sabe de dónde a dónde va a desarrollarse la miniserie? Porque no creo que se metan con toda la Biblia si quieren profundizar lo más mínimo
ResponderEliminarEn principio la serie da un repaso de la Biblia entera, hasta Revelación. Pero cada capítulo dura una horaca y media. Les da para contar cosas.
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