Top of the Lake, un policíaco nórdico en Nueva Zelanda

El canal británico BBC está midiendo mucho el flujo con el que presenta sus series nuevas esta temporada. No es de extrañar que sus propios productos vean la luz antes en canales ajenos. Este es el caso de Top of the Lake, la aventura kiwi de Elisabeth Moss (Mad Men), que verá la luz el 18 de Marzo en el canal Sundance Channel. Escrita y dirigida por Jane Campion (El Piano) esta miniserie de 7 episodios parece seguir las pautas marcadas por ese subgénero de policíacos nórdicos en pleno auge. 

Arrancamos con Tui una niña de doce años que se adentra en las gélidas aguas del lago local, rescatada por su profesora la sorpresa surge al ver que la joven está embarazada. El departamento de policía se hace cargo del caso y contacta con una detective especializada en este tipo de casos que casualmente está de visita por la zona. Robin Griffin (Moss) se encuentra en Nueva Zelanda cuidando de su madre enferma de cáncer con la cual no termina de conectar. El caso de Tui es la distracción perfecta para escapar y evadirse de sus problemas. Robin no tiene ningún problema en plantar cara a sus superiores y toma el mando rápidamente por el bien de la niña. La conexión es instantánea. 

El padre biológico de Tui, Matt (Peter Mullan) es un hombre de gran carácter y con un interés protector de la tierra nativa y los espacios naturales. Este afán de conservación choca repentinamente con un asentamiento feminista que ocupa un asombroso paisaje denominado "Paradise". El grupo de mujeres está encabezado por GJ (Holly Hunter) una intrínseco personaje de apariencia andrógina. Ambos personajes reflejan dos extremos en la vida de la pequeña Tui y su maleta repleta de secretos. 

La serie tiene un tono fácilmente reconocible con toques de Wallander (esos planos naturales casi irreales, los problemas paternos/maternos) y de Prime Suspect (el machismo entre los compañeros de Robin o en el personaje de Matt). El piloto discurre ágilmente sin grandes golpes ni giros inesperados, calma y silencio son las herramientas de Campion para penetrar en el espectador. A diferencia de otros pilotos, Top of the Lake pide un visionado ininterrumpido (de esta forma se emitió en el pasado festival de Sundance) al no recurrir a los tan utilizados ganchos finales contundentes.

Todo deja con ganas de más, Elisabeth Moss está fantástica en el cuerpo de Robin alejado de su insegura y precavida Peggy, Campion mantiene un pulso pasmoso en un enclave tan mágico y abierto que podría engullir a sus protagonistas en manos erróneas. Las pegas en el piloto son simplemente la necesidad de tiempo para terminar de desarrollarse y poder admirar la fotografía al completo. Top of the Lake apunta alto y todo parece indicar que alcanzara sus metas sin ningún problema. Muchas ganas de seguir devorando.

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