Soy una facilona seriéfila, para qué engañarnos. Normalmente tolero casi todo, aunque el producto en sí sea de una calidad más que cuestionable. Por eso cuando vi el piloto de Da Vinci's Demons me asusté al no poder prestarle atención por aburrimiento. No es que me esperara grandes cosas de esta —otra más, que hay pocas esta temporada— precuela de la vida del Leonardo Da Vinci que todos conocemos (por mucho David S. Goyer que tenga detrás), pero si me esperaba poco, estaba aún por debajo de mis espectativas: chromas estilo Once Upon A Time, un Leonardo engominado prepotente que cansa hasta decir basta, una historia sin gancho que va de misteriosa y un grupo de picoletos recorriendo la Florencia del siglo XV.
El título reza que la serie trata —o tratará— de los demonios de Da Vinci, pero el protagonista podría haber sido cualquier otro espabilado florentino —si es que querían ambientarlo allí sí o sí— con aires de grandeza y origen humilde, que probablemente el resultado sería el mismo. La excusa de Da Vinci está en sacar millones de inventos cada capítulo, parece ser, pero a no ser que se aproveche más adelante, esto es una simple puntuación del personaje, por mucho que en el piloto usen uno de ellos como hilo conductor. Quizá sea sólo mi impresión, pero según lo que que he leído en otros blogs de varios compañeros, la opinión es unánime pese a la temprana renovación por una segunda temporada, probablemente para llenar el vacío que deja Spartacus en parrilla. Yo no compro, desde luego.
La trama nos sitúa en la juventud del célebre Leonardo Da Vinci (Tom Riley, Monroe), que por un lado, todo ímpetu y picardía, tratará de inmiscuirse en los asuntos de los Medici —y con los asuntos me refiero mayormente a Lucrezia Donati (Laura Haddock, Upstairs, Downstairs), amante de Lorenzo de Medici— tanto utilizando su inteligencia e ingenio como sus artes sociales y su conocimiento de la lucha con espada (este Leonardo vale para todo); y por otro se topará de bruces con misterios de su pasado que le perseguirán para mostrarle algo que aún no sabe. La ambientación —chromas y chaquetas de cuero aparte— es más que correcta y bella a la vista y el ambiente de la época se respira en el aire con facilidad, pero los diálogos carecen del gancho necesario para captar la atención. Los giros de guión son más que predecibles y el centrarse todo absolutamente en el mismo personaje cansa enseguida, gran fallo por parte de Starz (las escenas del Papa y cualquier otra cosa histórica me llamaron bastante más la atención que el monopolio Da Vincino).
En América se estrenó igualando las audiencias de la desaparecida Spartacus, tal vez por esta buena acogida temprana no han dudado en renovar, y es posible que muchos neguéis mientras leéis lo que he escrito, pero yo de aquí no paso. A lo mejor simplemente es que no es una serie para mi, pero me parece raro, ya os digo, soy facilona seriéfila.
Pues mira... será todo lo casposa que quieras pero me la quedo. La mitad de las veces me tenía que tapar la cara (por vergüenza o por grima a las partes nobles de los ancianos) pero tiene un ritmo ligero y facilón que me ha gustado.
ResponderEliminarMala a rabiar... pero divertida igualmente.
Lo único que merece la pena de la serie http://stwww.geekexchange.com/wp-content/uploads/2013/04/da-vincis-demons-Lucrezia-Donati-Laura-Haddock-482x276.jpg
ResponderEliminarBueno y también el amigo "loca-pecholobo" de Da Vinci http://ia.media-imdb.com/images/M/MV5BMTQyMDY5ODUxOF5BMl5BanBnXkFtZTcwNzczOTEyOQ@@._V1._SX640_SY427_.jpg
joer pues a mi tambien me gusta, me parece que la fotografia es cojonuda, y ya sabemos que no es historia, sino una base historica con un guion fantasioso....pero entretiene los guiños que hace al futuro con los inventos. Y el tema de la busqueda de Vault of HEaven tambien tiene su tiron....peores cosas han sacado .......
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