Go On, problemática cómica

La suerte de Matthew Perry en la comedia no le ha sonreído en los últimos años. Tras el fallido intento el pasado año con Mr.Sunshine, que empezó aceptable y con un reparto bastante interesante, pero se desinfló hasta el infinito a lo largo de la temporada sin saber aprovechar sus puntos fuertes. Esto, a mi parecer, no ha pasado con su apuesta de la temporada, Go On. Tras la emisión en los Juegos Olímpicos de su piloto, os hablamos de ella, diciendo que se trataba de un piloto simpático que podía llegar a ser algo, no una joya, pero sí una comedia la mar de entretenida, y eso es exactamente lo que ha pasado.

A lo largo de la temporada, los diferentes personajes del grupo de apoyo se han ido perfilando mostrándonos su lado más cómico y más humano sin excepción, aprendiendo a robarle protagonismo a Perry obteniendo una serie homogénea en la que no todo es "Ryan King" (el personaje de Matthew Perry, protagonista), sino las relaciones del grupo y su avance en sus vidas, incluida la de la líder del mismo, que contra todo pronóstico no acaba siendo interés romántico de Ryan, gracias a Dios, adiós predicibilidad.

Aún no se sabe si la segunda temporada ocurrirá o Go On se convertirá en otro intento fallido de Perry por colarse de nuevo en nuestras televisiones, pero viendo la evolución que ha sufrido la serie a lo largo de la temporada, personalmente me gustaría volver a verla en Septiembre. A grandes rasgos, en esta primera temporada ha ocurrido lo siguiente:

Ryan King, estrella radiofónica de una emisora deportiva poco a poco va superando la muerte de su mujer, pasando por las diferentes fases del duelo, como quitarse el anillo o esparcir sus cenizas mientras intenta volver a salir con otras mujeres, incluyendo una aparición de Courteney Cox, esperado reencuentro entre los que en su día fueran Monica y Chandler o el arco episódico liderado por el personaje de Piper Perabo (Covert Affairs), la polifacética, viajera y adorada por todos Simone. Se juega además con su personalidad con aires de superioridad y su relación con los demás a consecuencia de esto, tanto en el trabajo como en su vida personal.

Del mismo modo vamos ahondando en los problemas del resto de los personajes y la superación de sus traumas, como la pérdida de la mujer de Anne (Julie White, Six Feet Under), de los pocos personajes homosexuales de la televisión que no se definen por ese rasgo y se trata con naturalidad —¡bravo!—; la obsesión de Sonia (Sarah Baker, In Gayle We Trust) con los gatos tras el abandono de su novio; la traumática vida de Yolanda (Suzy Nakamura, 10 Things I Hate About You) cuando la dejan plantada en el altar; la ceguera de Danny (Seth Morris, Happy Endings) ante la infidelidad descarada de su mujer o la persona de Mr.K (Brett Gelman, The Inbetweeners) en sí mismo; entre otros muchos problemas más o menos misteriosos. Si a esto le juntamos que la vida de Lauren (Laura Benanti, The Playboy Club), terapeuta del grupo, no está precisamente equilibrada, nos queda una serie llena de situaciones la mar de cómicas que incluso se ríe de sí misma en varias ocasiones.

Pese a que en sus inicios se la comparó con Community, se ha separado de ésta al desarrollar el carácter de los personajes, dando una grata sorpresa a los que se esperaban que Go On sería una comedia mediocre más que añadir al fallido repertorio de Matthew Perry, eso sí, gracias a los demás.