Tal vez no sea la persona más indicada para despedir a The Office. Los que seguís a la serie de NBC desde sus inicios en 2005 sois unos verdaderos valientes, pero también muy afortunados. También lo son los que, como yo, le decidieron dar una oportunidad un buen día y no pudieron parar, hasta hoy. Puede que hasta este último episodio no nos hayamos dado cuenta, ni los unos ni los otros, de lo mucho que le echaremos de menos, pero sin duda quedará para siempre en nuestro recuerdo.
Como no quiero ponerme emocional hablando de la series finale (que se ha colocado personalmente entre los mejores finales de series), he decidido pensar qué es lo que haremos ahora que The Office no estará más con nosotros. ¿Qué es lo que echaremos de menos? Aquí mis 10 sugerencias:
1. Michael Scott
El molesto pero divertido Michael nos caló muy hondo; su triste vida aunque llena de esperanzas nos conmovió y su sentido del humor tan peculiar nos hizo reir y pasar vergüenza ajena a partes iguales. Afortunadamente, se despidió por la puerta grande, con sus sueños hechos realidad, y con ello se colocó en el podio de los personajes más míticos de la comedia estadounidense. Al final sí consiguió que la gente estuviera tan asustada de lo mucho que le quería.
2. Jim & Pam
Del mismo modo que Michael Scott fue el motor de The Office, Jim y Pam fueron el alma de la serie. Desde el primer episodio sabíamos que ambos estaban destinados a estar juntos y su viaje ha sido una aventura que poco tiene que envidiar a las que nos proponen los grandes dramas televisivos. Los obstáculos no pudieron impedir que acabaran juntos y su relación fue nuestro guía durante estos ocho años. A pesar de sus problemas profesionales y maritales, han conseguido salir adelante y en los momentos más bajos de la serie siempre han sido los que han logrado darle un empujón. Esta última temporada ha sido crítica y, aunque no me convencieron nunca del todo las decisiones que tomaron, estoy muy contento con su destino. Y otros que entran en la lista de las mejores parejas televisivas de la historia.
3. Dunder Mifflin
Si hay algo que me gusta de Dunder Mifflin es que ha demostrado que, desde la perspectiva de un joven (o de cualquier edad) que busca empleo, es el lugar más divertido pero también más deprimente para trabajar. ¿Quién pensaría que una pequeña compañía distribuidora de papel daría tanto juego? Aunque no me gustaría trabajar allí de por vida (sintiéndolo mucho, no encontraréis a vuestro Jim o a vuestra Pam en todos los trabajos), no me importaría hacer unas prácticas. Saludar a Erin en recepción, ser humillado por Michael, ver en acción las bromas de Jim a Dwight o beber un chupito de tequila con Meredith serían buenos momentos en cualquier jornada laboral, sin lugar a dudas.
4. Jim & Dwight
Si bien Jim siempre se sintió miserable en su trabajo (recordemos cuando decía que si tuviera que quedarse para siempre en Dunder Mifflin se tiraría a las vías de un tren), encontró en la oficina dos razones para quedarse: Pam y Dwight. Jim encontró en el granjero Schrute una fuente de bromas a la que todavía le quedaba mucho por explotar. Desde aquella grapadora enterrada en gelatina hasta la última de sus bromas (la cual no desvelaremos para no fastidiaros el último episodio) han pasado ocho años, y todavía al final de la historia Jim seguía encontrando en su compañero de pupitre una vía de escape de la agonía de la oficina. Porque por muy extravagante que sea Dwight, es imposible no cogerle cariño.
5. El documental
The Office no es la primera serie estilo mockumentary de la televisión, pero sin duda es la que ha marcado tendencia (ahí tenemos a Parks and Recreation o a Modern Family), pero lo que me resulta más chocante es que, aunque los movimientos de la cámara y las reflexiones de los personajes ante la ya mítica pared de la oficina lo delataban, nunca pensamos que en Dunder Mifflin se estuviera grabando un verdadero documental. Lo sospechamos cuando Michael Scott dejó su micro en el aeropuerto, pero hasta el final de la octava temporada no descubrimos que el equipo de ese curioso documental de la PBS fue el que nos contó la historia de los trabajadores de esta pequeña empresa. ¿Cómo sería ver una película sobre ti mismo más joven, decidiendo el transcurso de lo que será tu vida? Eso es, al fin y al cabo, The Office.
6. Algunos de los momentos más divertidos de la historia
7. Uno de los mejores repartos de televisión
Cuando se hace una serie con un reparto tan extenso, lo normal es que no todos los actores estén al mismo nivel. En The Office, aunque tiene a sus grandes protagonistas como Michael, Dwight, Jim y Pam, lo cierto es que hasta en ciertas ocasiones los secundarios les han dejado en segundo plano, y es que el reparto es tan fantástico que es imposible no apreciarlos como se merecen. Angela, Kevin, Stanley, Oscar, Meredith, Kelly, Phyllis, Andy, Erin, Creed, Darryl... y los que quedan. No hacen falta famosos actores, sino grandes talentos.
8. La humanidad de sus personajes
Aunque muchas veces se llevaban a matar, los trabajadores de Dunder Mifflin siempre hacían piña para ayudar a sus compañeros. La oficina siempre fue una familia, salvo tal vez para Stanley, y verlos en acción era como ver un engranaje cómico perfectamente sincronizado. De hecho, todos conocemos a una Phyllis, a una Angela, a un Toby... los personajes de The Office son reales y realistas y consiguen darle a la serie un plus muy valioso que agradeceremos siempre. Como dice Pam: "la belleza está en las cosas ordinarias".
9. El buen perfume viene en frascos pequeños
The Office consiguió demostrar que la vida en una oficina no tiene por qué ser tan aburrida como pueda parecer. En un espacio relativamente pequeño, la serie de NBC nos consiguió divertir con sus historias que rozaban el límite de lo absurdo a través de sus curiosos trabajadores. No hacen falta grandes escenarios ni grandes decorados. No hacen falta efectos especiales. No hacen falta risas enlatadas. Se trata de aplicar realismo, buen humor y ganas de trabajar y hacer reir. Y, voilá, ahí tienes una obra maestra.
10. Los mejores "cold openings"
No es discutible. Esa pequeña secuencia para introducir cada episodio siempre ha sido arte puro. Os dejo con uno de mis favoritos.
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Y tú, ¿qué echarás de menos?. Cuéntanoslo en la sección de comentarios.
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Simplemente, la mejor serie de humor que he visto hasta ahora, de principio a fin. Ya que muchas otras acaban volviendose culebrones al pasar de las temporadas.
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