Del creador de NCIS: Los Ángeles llegó el pasado diez de junio a TNT King & Maxwell, el nuevo drama de la cadena que cuenta las aventuras de dos ex-agentes secretos que ahora se ganan la vida como detectives privados. Últimamente las cadenas no se arriesgan nada con este tipo de series, en las que el planteamiento y los personajes resultan ser de los más simples. Evidentemente, King & Maxwell no iba a ser la excepción y el piloto nos ha servido para encontrarnos con otra serie más del montón, una con la que pasar el verano si es excepcionalmente aburrido.
La serie nos presenta a Sean King (Jon Tenney, The Closer) y Michelle Maxwell (Rebecca Romijn, X-Men), una pareja de detectives de lo más curiosa. Ambos tuvieron un pasado como agentes secretos, para acabar uniéndose un año atrás y dedicarse al honrado trabajo de investigar escarceos amorosos y otras delicias. En series como esta lo ideal es que la pareja protagonista, donde recae la mayoría de la trama, tenga cierta química. Algo. Unas chispillas que enganchen al espectador y le hagan sufrir con la TSNR capítulo tras capítulo. No sé a vosotros, pero al menos a mí la química entre Tenney y Romijn me pareció más bien escasa. Como pareja protagonista les falta algo muy importante y creo que puede llegar a ser un problema.
En cuanto a los protagonistas, no podrían ser menos originales. Años de series de este género nos han convertido en ávidos fans en busca de pequeños detalles que hicieran diferente la relación entre chico y chica. King & Maxwell recoge todas y cada una de esas características para plasmarlas en la forma de ser de sus personajes y el modo en el que interactúan. Así, ella resulta ser la más sensata de los dos, y también la más entrenada a nivel físico, mientras que él parece ser el típico detective desenfadado y despreocupado, pero que en realidad mantiene la cabeza fría y las ideas claras en todo momento. Junto a ellos están el agente del FBI Frank Rigby (Michael O'Keefe, Michael Clyton) y Edgar Roy (Ryan Hurst, Sons of Anarchy).
El piloto nos sirve como introducción de los personajes y la dinámica de la serie, que seguramente sea la de un caso por semana. En este caso, del rocambolesco caso que resulta ser el primer capítulo de la serie la pareja obtiene un nuevo aliado, el autista Edgar, que será el encargado de ayudarles con las tareas más complicadas. Por lo demás, no reinventan el género a ningún nivel, sino que se dedican a tirar de aburridos giros de guión durante cuarenta y pocos minutos.
La serie está basada en las novelas de David Baldacci que durante una década se dedicó a contar la historia de esta pareja de detectives y por ahora constará de una temporada de diez capítulos, con fecha de season finale el 12 de agosto. Recomendable para todos aquellos amantes del género que no busquen complicaciones ni tramas complicadas y quieran pasar un verano entretenido.
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