Juro que crucé los dedos pero no debí hacerlo con suficientes ganas. Cuando vi el repartazo que nos traía The White Queen, los guionistas que estaban detrás y la cadena en la que se iba a emitir, BBC, me preparé para una serie veraniega excepcional. ¿Me equivocaba? Todavía no lo puedo asegurar: no voy a decir que el primer episodio no me haya gustado, pero me esperaba algo distinto. Algo que no fuera un culebrón de los de toda la vida, vaya.
Supongo que el género del culebrón de época —que no sea Downton Abbey— necesitaba un sustituto ahora que The Borgias ha sido finiquitada, y he de decir que The White Queen puede llegar a estar a la altura dentro de no mucho tiempo. Bajo una apariencia mucho menos británica de lo que la BBC nos tiene acostumbrados —tal vez por su interés en proyectarse internacionalmente: en agosto se emite en la cadena americana Starz—, The White Queen nos pone en un contexto pseudohistórico para contarnos una historia romántica en toda regla. Si no sois ni de mucha historia ni de mucho romanticismo, quizás habréis acertado con esta serie.
Lo que nos cuenta The White Queen —me vais a perdonar mis patadas a la enciclopedia— es la historia de unas mujeres que se ven envueltas en el conflicto por el trono de Inglaterra conocido como la Guerra de las Rosas. Comienza en 1464, cuando la nación lleva casi una década en guerra y dos lados de la misma familia, la Casa de York y la Casa de Lancaster, luchan violentamente para decidir quién es el legítimo rey. La serie nos contará la historia de tres mujeres que estaban detrás de los hombres manipulando el transcurso de su historia.
A la primera que conocemos es a Elizabeth Woodville, interpretada por la prácticamente desconocida Rebecca Ferguson —probablemente la única desconocida—, una joven viuda de un Lancaster muerto en batalla y madre de dos de sus hijos que consigue que el nuevo rey, Edward IV, se case con ella, logrando así que su humilde aunque oportunista familia tenga un hueco en la corte real —dando la impresión de que no es una trepa, aunque se nota a la legua que sí que lo es—. El primer episodio nos cuenta las dificultades de la joven para que el pichabrava de los York se case con ella sin que se la pase por la piedra, y nos adelanta las dificultades que tendrá en la corte por sus orígenes y sus intenciones.
Sin duda, el primer episodio es bastante entretenido, e incluso ha incluido algunos elementos sobrenaturales (¡brujas!) que le pueden dar un toque muy diferente a una serie que fácilmente podría caer en los clichés habituales. Esperaba mejores interpretaciones teniendo en cuenta que ya han salido en pantalla, además de Ferguson, Max Irons (hijo de), Janet McTeer (Damages, la gran joya de esta serie), James Frain (True Blood), Amanda Hale (The Crimson Petal and the White y otro de los personajes clave de esta historia), Catherine Goodall o Robert Pugh (Game of Thrones)... ¡y los que quedan! Aun así, las actuaciones son bastante planas y no favorecen demasiado ni al drama ni al romanticismo, sólo McTeer se salva con sus manipulaciones y sus conjuros.
Esperemos que le sepan dar el enfoque apropiado, porque al primer episodio le ha faltado de todo, y teniendo en cuenta el presupuesto de la serie —unos 25 millones de libras esterlinas—, sería una pena que la serie no encontrara una audiencia distinta a la que suele ver este tipo de series. De momento, el primer episodio fue líder en la noche dominical británica con 5,33 millones de espectadores y un 22,83% de share que fue reduciéndose progresivamente. Hay que darle una oportunidad sí o sí: por lo que me ha parecido leer acerca de la saga The Cousins' War de Philippa Gregory, sobre la que está basada esta historia, podemos esperar alguna que otra vuelta de tuerca y tener que aprendernos más nombres y linajes que en Game of Thrones.
* Curioso: la guionista principal es Emma Frost (ha trabajado en Shameless, por ejemplo), quien comparte nombre con el personaje del universo Marvel conocido también como la Reina Blanca ("white queen").
Pues yo estoy deseando verla en cuanto termine exámenes, pinta bien pese a la crítica de las actuaciones (de las que espero más por ser una simple espectadora jajajajaja) además la historia inglesa siempre es interesante. Dicho esto, Team York totalmente!
ResponderEliminarA mi no me gustó mucho. El argumento va demasiado rápido, asuntos importantes se resuelven en segundos, todos se dirigen al rey como les da la gana y los diálogos son bastante básicos. Extraño The Tudors =(
ResponderEliminarAún así, le voy a dar otra oportunidad. Tal vez mejore.
Pero hombre vete al Wikipedia que lo que cuentan.paso de verdad aunque aquí lo edulcoren. Para mi esta por encima de un.culebrón al uso al menos de los que ve mi madre jajajaj pero esta por debajo de Los Tudor. La magia no es tal gente con.visiones siempre ha habido. Esta correcta pero dependerá de que se centren mas en las tramas políticas que en los amoríos de la parejita
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